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Las rarezas que un colombiano extraña cuando está fuera del país

¿El café? ¿La variedad de sapos y mariposas? ¿El Minuto de Dios? ¡Nada de eso!

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¿El café? ¿La variedad de sapos y mariposas? ¿El Minuto de Dios? ¡Nada de eso!

Por: Esteban Daza

Es muy común, cuando se vive en el exterior, conversar con otros compatriotas acerca de las cosas que más extrañan de casa. El lugar común es hablar de la familia, la comida, las costumbres, pero no todo pasa por ahí. Hay algunas cosas, bien metidas en la cultura popular colombiana, que la mayoría de personas no imaginan que pueden llegar a extrañar, pues en nuestro país forman parte del paisaje o simplemente pasan desapercibidas cuando estamos allí. Hora de rendirles homenaje.

La hamburguesa de $1.000

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Hace mucho dejó de costar mil pesos, pero vaya que hace falta, especialmente después de las rumbas. En el exterior se encuentran algunas opciones, por supuesto, pero nada comparado a esa mezcla de salsas, papas y carne, que aunque sepamos que son las más baratas y posiblemente insalubres, se convierten en un manjar cuando de calmar el hambre post-fiesta se trata. También, por su alto contenido de grasa, son una muy buena alternativa para bajar la borrachera.

Las llamadas a celular en la calle

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Nadie está exento de quedarse sin saldo para llamar o sin batería; en nuestro país no tenemos mayor inconveniente con esto pues encontramos “celulares públicos” o, para que nos entendamos mejor, minutos en todas partes. Alguna vez costaron 500 o hasta mil pesos, pero hoy es raro encontrarlos por más de 200 pesos el minuto.

Las panaderías y tiendas de barrio

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El desvare para las compras de última hora: desde huevos hasta medicinas, pasando por papel regalo, cuadernos y hasta juguetes de pila. Además, algo que nunca se llega pensar a extrañar es el olor a pan fresco que simplemente obliga a detenerse y comprar algunos para matar el antojo.

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La miel con el pollo frito

Fue una sorpresa totalmente desagradable cuando en un KFC en Australia pedí miel y me vieron como un bicho raro. Al parecer, el pollo frito solo se mezcla con miel en Colombia. Afuera la única opción es comprar el pollo para comer en casa y luego buscar un autoservicio donde vendan miel para combinarlos.

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Las charlas con el taxista

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A pesar de la controversia por la que están pasando los taxistas en estos días por todo el problema con Uber, para muchos colombianos ellos, más que un conductor, son algo así como un sicólogo no titulado. Alguna vez escuché a alguna amiga decir, “¡cómo me ayudaría hablar con un taxista ahora, ellos le encuentran solución a todo!”.

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