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Lecciones de cine con Alejandro González Iñarritu: "Soy un dictador divertido"

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Por: Luis Fernando Mayolo - @Mayolito

Cuatro películas no parecen ser suficientes para recibir un homenaje de un festival de cine como el de Cartagena, pero el talento de este personaje ha desbordado los límites del entendimiento y con sus historias nos ha atrapado en el limbo del drama, con personajes perdidos en sus desdichas, pero sobrevivientes a fin de cuentas.

Ir al especial del Festival de Cine de Cartagena

Ese es Alejandro González Iñarritú, uno de los directores de cine mexicanos más importantes de los últimos tiempos, parte de una generación bendita con sensibilidad, como lo son Alfonso Cuarón, Guillemo del Toro y Guillermo Arriaga, por tan solo nombrar algunos.

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Ahí radica la trascendencia de tenerlo en Colombia, donde este domingo compartió con el público cartagenero esa mirada particular para contar historias y despertar tantos sentimientos encontrados. Un personaje divertido hasta el cansancio, que se robó todos los aplausos, incluso más intensos que los que se llevó Clive Owen en días pasados.

Para fortuna de todos, estuvimos ahí presentes en el Teatro Adolfo Mejía y capturamos lo siguiente:

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Los dos hechos que me llevaron a ser director de cine

"Todo fue muy accidental, pero a los 17 y 19 años crucé el Atlántico, viajé y viajé, y absorbí territorios como Marruecos y Barcelona. Fue algo que me marcó y me hizo descubrir tantas cosas, que luego las plasmé en mi cinematografía. No fue casual que haya rodado algunas de mis películas luego ahí. Hacer teatro en México fue tal vez lo segundo, porque me transmitió esa intensidad para ser director".

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"Vivir del cine es muy complejo, por eso hacer por lo menos un comercial al año me ha dado siempre los recursos para concentrarme en mis películas. Lo veo como un ejercicio cinematográfico, como tiempo de vuelo que me ha ayudado a comprender mucho de los roles de la producción".

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Soy un insatisfecho crónico

"Hay una enfermedad en mí, soy un insatisfecho crónico, por eso siempre he corrido con riesgos de género y retos estructurales, siempre buscando hasta dónde se pueden romper, reivindicando el derecho a fracasar. Eso me ayuda a vivir".

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El elemento que une mis historias

"En mis primeras tres películas ('Amores Perros', '21 Gramos' y 'Babel') siempre hay un evento que une a los personajes y sus historias fragmentadas: el destino. Con 'Babel' cerré una trilogía marcada por los países que conocí en aquellos viajes que ya les conté".

Sobre Amores Perros

"Cuando la dirigí tenía 36 años y no pensaba ni en festivales y mucho menos en premios. Recuerdo mucho como llegué a Gael García. Lo conocí rodando un comercial y me acuerdo que me impresión mucho su mirada. Tenía unos ojos como púrpura y esas ganas de comerse el mundo. En ese momento dije, él tiene que protagonizar alguna de mis historias. Cuando comenzamos el proyecto de 'Amores Perros', él estaba estudiando actuación en Londres y no podía dejar abandonado sus estudios así no más. Entonces nos inventamos que había contraído una enfermedad en su viaje a México y que tenía que cuidarse por dos meses. En Londres se lo creyeron y esa pequeña mentirilla es ahora una gran anécdota en esa escuela".

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'Biutiful' y mi reinvención como director

"La fragmentación de mis historias como elemento característico de mi narrativa comenzó a ser una marca a dónde iba y eso me hizo sentir incómodo. Incluso tuve anécdotas muy curiosas en festivales como el de Cannes, en donde equivocaron el orden de los rollos en la proyección de una de mis películas y la gente no protestó, por el contrario, me tacharon de genio (risas). Me pareció ridículo, por eso me salí de esa comodidad narrativa e hice 'Biutiful' desde un solo punto de vista, lineal, y fue fascinante, mi primera vez".

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Mi aprendizaje con 'Biutiful'

"Cuando tienes una historia con un solo personaje debes tener otro rigor, eso ayuda a construirlo muchísimo mejor. Cuando fragmentaba el universo constantemente me di cuenta que ayuda a crear tensiones y tenía más recursos para jugar con el público. Lo que sigo teniendo claro es que la familia es el mejor lugar para crear tensiones dramáticas y el conflicto es indispensable en mis películas sin importar la exploración narrativa".

Las emociones son universales

"En mis viajes y producciones he descubierto un elemento común en las personas: Las emociones son universales y los pueblos son más parecidos de lo que pensamos. No existe otra cosa que nos haga más vulnerables por ejemplo como los hijos, las relaciones paternales, porque obedecen a los mismos miedos. La comunión que se alcanza es hermosa".

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¿Mis películas son baratas?

"Mis películas no son muy costosas, pero se encarecen un poco porque me gusta tener muchos días de rodaje. En 'Babel' utilicé 101 días, pero fue en beneficio de la película, porque creo que compartiendo el proceso con calma con los actores y construyéndolo en conjunto se logra llegar al objetivo emocional del personaje. La repetición y el acompañamiento se nota en el producto final".

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Actores que admiro

"Sean Penn fue el primer actor internacional con el que trabajé en '21 gramos'. Todavía me asusta la forma en que se transforma cuando interpreta a sus personajes. Actualmente me tiene sorprendido Michael Keaton, con el que trabajo en mi próximo proyecto 'Birdman'. Es un tipo que tiene tal seguridad, que no necesita probarle a nadie lo que es. Es inspirador".

Soy un dictador divertido

"Mi proceso es muy intenso, exijo mucho que todo el mundo entregue lo que tiene, porque hay una gran responsabilidad con el espectador, que nos regala dos horas de su tiempo y muchas molestias para ver nuestras historias en la pantalla grande. Por eso me lo tomo muy en serio. Soy un dictador divertido".

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Birdman, mi próxima película

"Estaba jarto de los dramas y le aposté a la comedia. Disfruté mucho la escritura, porque hay muchos comentarios contra la industria de Hollywood y cuando estiras las tragedia se vuelve muy cómica. En esta película hice cosas que jamas había hecho, como por ejemplo, construir un set y filmar en nueva York".

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