LECCIÓN I: PONERSE EN CUATRO PARA VENCER LA TÍMIDEZ (NO ES SUFICIENTE)
¿Por qué aceptó la propuesta de Shock?
Mostrar tu parte más íntima, tu cuerpo desnudo, no es fácil pero a mí me nace del alma. Cuando tú sientes esa pasión por lo que haces hay entrega total. Yo me meto en mi cuento y me desinhibo por completo. En cambio en esto del contacto con los medios me siento más cohibida porque no estoy familiarizada. Siempre le he tenido un poco de miedo a los periodistas.
¿Qué le da miedo? ¿Los juicios errados o los muy severos?
La verdad no le temo a las críticas porque cuando tomé la decisión de hacer pornografía supe que iban a ser muy fuertes, que me iba a ganar muchos enemigos. Si yo me siento cómoda, me quiero y me valoro, entonces no me importa el qué dirán porque de eso yo no vivo. La gente que me juzga, no me paga la tarjeta de crédito, los zapatos o la comida. Pero sí me da miedo el hecho de permitir que entren a mi vida y expongan esa parte íntima de mi familia, entonces siempre he tratado de no estar muy en contacto con los medios. Además también he tratado de alejarme de la farándula. Soy una mujer que, a pesar de mi profesión, soy muy calmada y pasiva. Soy de las que prefiere estar en su casa viendo televisión. A mí me encanta la jardinería, eso me relaja, entonces prefiero estar sembrando unas matas que ir a una discoteca o irme de paseo. Si a mí me ponen a escoger entre irme a Cartagena o a mi finca en Pereira, escojo lo segundo. No tengo el deseo de ser reconocida por la gente y andar metida en ese cuento de la fama.
Le da pena que los medios se entrometan cuando está trabajando y que haya periodistas presentes en el lugar…
También me da mucha pena en las sesiones de fotos cuando hay tanta gente observándome. Así ustedes no lo crean, yo soy una mujer tímida. Lo que pasa es que cuando empecé en la pornografía el hecho de ya no tener qué tapar me ayudó a liberarme. A mí antes me daba pánico mostrar mi vagina. En las fotos trataba de cubrirla y siempre con la ropa transparente le ponía algo que no la dejara ver. Y con el trasero era mortal. Cuando fui a presentar mi primer casting y me dijeron que me tenía que poner en cuatro porque había que hacer un acercamiento de la cámara, casi me muero porque eso no me hacía sentir cómoda.
Entonces, ¿cómo logró deshinibirse y hacer sus primeras escenas porno?
Es muy duro porque inmediatamente entras a tener una escena sexual, las posiciones son demasiado explícitas y además tienes que abrir tus piernas porque la cámara está pegada a tu cuerpo, entonces sientes como si te arrebataran la intimidad. Se siente uno abusado por decirlo de cierta forma. Yo trataba de taparme como el perrito al que le van a pegar una patada y mete el culo.!”.
¿Cuántas personas intervienen en la grabación de una película?
Depende. En ocasiones solo llevan productor, camarógrafo, fotógrafo y asistente. Hay otras producciones en las que hay más de seis personas, pero tratan de que haya menos gente para no intimidar. Hay actores que tienen erecciones sin ningún problema, pero cuando ven más de tres personas se intimidan.
¿Cómo convive con ese papel de actriz? ¿Hay diferencia entre la Esperanza Gómez fuera de cámaras y entre la que la gente encuentra en internet?
Básicamente es la misma. Nunca quise utilizar un seudónimo porque la Esperanza que iba a llegar a la industria era la Esperanza real. En mis videos saco las cosas reprimidas que no puedo tener en mi casa. Es 100% Esperanza Gómez en el momento del video. La única parte donde “actúo” es en la introducción, en la escena sexual no tengo actuación. Yo disfruto de mis escenas, no sería capaz de fingirlas. De hecho, considero que no soy una buena actriz. Si me dicen que haga una cara o interprete tal cosa, no puedo. Por ejemplo la parte que menos disfruto es la introducción donde hay algo de diálogo. En esas partes me siento terriblemente mala. Nunca he estudiado nada de actuación pero sé que tengo que hacerlo porque quiero darle más calidad a la gente.
¿Qué hace entonces a una buena actriz porno? ¿Por qué le va tan bien?
Hoy en día en la industria se vende muchísimo más el amateur que el video tan producido. Mucha gente quiere ver sexo más real y no la típica diva, la vieja bien puesta, porque quieren que sea creíble. En mi público he encontrado eso, que ven que Esperanza Gómez a la hora de tener sexo es creíble. Fuera de eso uno también funciona por rating y hay una compañía especializada en medirlo en internet. Por ejemplo yo tengo mejor rating, en tan poquitas películas que he hecho, que actrices que llevan diez o veinte años filmando. Yo mantengo un rating entre 9.5 o 9.8 sobre 10.
¿Cómo llegó al porno? ¿Cómo fue el comienzo?
Hablando con mi marido le decía que mi sueño frustrado era no haber hecho una película porno y que cuando llegara a vieja me iba a arrepentir de no haber rodado por lo menos un video de ese tipo. Decidí viajar a Los Ángeles a tocar puertas. La verdad no tenía ni idea de cómo funcionaba la industria y no conocía a nadie dentro de este medio. Llamé a las productoras, me presenté, dije que había sido modelo en Colombia, Chica Playboy, y que me encantaría cumplir mi sueño de hacer un video porno. Me dijeron que tenía el registro y el perfil pero que me veía muy tímida y que aparte de eso tenía que aprender inglés porque no sabía nada. Me daban la oportunidad siempre y cuando regresara a Colombia, y estudiara el idioma. Ahí sí podría presentar casting. Eso hice.
¿Quién fue la persona que le dio la primera oportunidad?
Cuando regresé a Los Ángeles conocí de casualidad a una persona que era cercana a Josh Stone, el productor con el que hice mi primer video. Fui a hablar con él y ahí mismo me hizo el casting. A pesar de que yo tenía muchas ganas, me veía muy tímida y por eso me sentó a hablar con otras actrices para que me dieran consejos.
¿Qué tipo de consejos?
Entre ellos el manejo de las posiciones que uno debe tener, mantener los ángulos, y que siempre hay que estar tratando de tener el rostro hacia la cámara a pesar de que las posiciones sean muy complicadas. Y sobre todo, el cuidado íntimo antes de una escena. Uno se tiene que hacer una ducha antes, porque hay unos que llegan con la piyama puesta todavía. Es que en Estados Unidos se ve mucho, nosotros acá somos muy cuidadosos, pero allá las viejas llegan al set en pantuflas y recién levantadas.
¿Cómo fue ese primer casting?
El casting es muy básico. Te toca desnudarte poco a poco y te hacen fotos explícitas. Hay que exponer la vagina, pero la más difícil es ponerte en cuatro mientras de espaldas se acerca la cámara. Esa es de las que más me intimidó y más susto me dio hacer. Se siente uno completamente expuesto. Te toman cuatro ángulos: lado y lado, espalda y frente, completamente desnudo. Uno se siente incómodo, como si le estuviera arrebatando la intimidad.
¿En algún momento de ese proceso se alcanzó a arrepentir de su deseo?
Después de esa sesión de fotos, arranca a rodar la cámara. Así es el casting del porno, te ponen a hacer una escena sexual con un actor. Después de esa primera escena sí sentí como remordimiento. Me decía “¿será que la embarré?”. Me preocupaba mucho la opinión de mi familia, aunque ya los había preparado desde antes y ellos estaban esperando a ver qué iba a pasar, pero me dio susto que saliera y que la gente saliera con comentarios que hicieran sentir incómoda o rechazada a mi familia y de paso a mí. Eso fue lo que más me angustió y por lo que pensé que la había embarrado. Pero lo hecho, hecho estaba y había que afrontarlo.
¿Cómo se prepara a la familia en un caso como ese?
Yo soy una persona muy clara. A mi familia, sobre todo a mi mamá, la senté y le dije: “mirá, yo ya soy una mujer adulta, ya tengo mi vida hecha y tengo una pareja estable que me apoya. Ustedes son mi familia y yo los quiero y los adoro. Este es un tema complicado pero yo sé que usted me quiere, es mi mamá y así sea actriz porno, me va a aceptar”. El día que el video salió sus amigas hicieron todo tipo de comentarios pero ella decía que su hija lo tenía claro y que contaba con el apoyo de su marido, que estaba feliz por lo que estaba haciendo y que para ella lo más importante era eso.
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* LECCIÓN II: TODO LO QUE QUISO SABER SOBRE PORNO Y NUNCA SE ATREVIÓ A PREGUNTAR
* LECCIÓN III: PORNO, AMOR Y MADRAZO
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