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Lo que Anne Hathaway nos ha enseñado sobre moda

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Anne Hathaway

Sin darnos cuenta, Anne Hathaway se ha convertido en una maestra de la imagen. De El diario de la princesa a El diablo viste a la moda, al estreno de este mes en cartelera nacional Pasante de moda, nos muestra su increíble evolución que sobrepasa lo actoral. Lecciones para aplicar la próxima vez que nos miremos en el espejo. 

 

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1. Liberése de la parte adolescente de Mia Thermopolis

Por más que quiera estilizar su look, al igual que Anne Hathaway lo hizo en su primera película “El diario de la princesa” (2001), es importante que no parezca como si su hermana mayor le hubiese prestado la ropa o como si su cara fuese una máscara de las que vende Cachivaches en octubre. Está bien cambiar, siempre y cuando mantenga su esencia y se sienta completamente cómoda. Evite comportarse como Lindsay Lohan en “Mean Girls”, encuentre su sello personal sin traicionarse a sí misma. 

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2. Pocahontas debe dejar de ser trending topic

La mayoría de las colombianas cree que el pelo cepillado estilo Pocahontas es la única manera de lucirlo, especialmente en las noches. Horas en la peluquería tratando de plancharlo sólo dará como resultado que las otras 973463482194 mujeres de la fiesta se vean como usted. Apueste por un corte radical que favorezca sus facciones y no le de miedo ni los crespos definidos e hidratados ni la cola de caballo. Cuando envidiábamos el pelo A B S O L U T A M E N T E divino de Anne, ella decidió mantener un corte pixie después de protagonizar Los Miserables (2013) y cortarlo con una navaja en vivo frente a la cámara porque el personaje que interpretaba necesitaba venderlo para sobrevivir. 

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3. Hay que desear tener la piel como la de Blancanieves

Dentro y fuera de la pantalla, Anne Hathaway ha rechazado el maquillaje excesivo y se ha inclinado por los productos Lancôme para resaltar sus rasgos más fuertes: ojos y boca. Partidaria de un estilo más natural, es fanática de las mascarillas que ella misma hace en casa y de las sesiones de sauna. Grandes cantidades de agua, poco tiempo bajo el sol y el maldito gen de la belleza la tienen a los 30 con más colágeno que los protagonistas de “Aventuras en pañales”. 

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4. Muchas pintas no son muchas

Si algo aprendimos de “El diablo viste a la moda” es que 1) No es cortés cortar una conversación diciendo that’s all 2) La mejor manera de renunciarle al jefe es tirar el celular en una fuente 3) Cerúleo es un color 4) Muchas pintas no son muchas. El armario de Andy después su transformación es el que cualquiera quiere, aún hoy después de casi 10 años de haberse estrenado la película. Variedad de materiales, cortes, colores y un gusto exquisito por la elección de los accesorios se convierten en regla a la hora de elegir qué ponerse. “El diablo viste a la moda” como el Dios de todas las chicas. 

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5. Montar en bici no es sinónimo de sudadera

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No hay nada en contra de las sudaderas si tiene más de 65 años y está paseando al perro por Cedritos. De lo contrario, absténgase de usarlas cuando hace mercado o deporte. Desde hace rato, el fitness se aprovechó de la moda y ya no hay por qué verse como el último que eligen para un equipo en clase de educación física. En “Pasante de moda”, el personaje de Anne Hathaway es una exitosa hípster dueña de una start-up online, que se mueve libremente en un universo computarizado e informal, donde llegar en bici a la oficina no significa sacrificar el estilo. No se mate tratando de usar tacones pero tampoco olvide que en el camino siempre puede encontrarse a alguien.  

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