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Los ecosexuales quieren hacerle el amor a la tierra

¿Por qué tratar a la tierra como una madre, si puede ser una buena amante?. Este es el principio de la sexecología, una nueva tendencia eróticoambiental

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El ecosexualismo no se trata de usar lubricantes orgánicos o de reutilizar condones. Tampoco de practicar sexo en ecoaldeas. Va más allá: un ecosexual tendría sexo con la ecoaldea, se enamoraría de ella y tal vez le compraría un regalo reciclado.

Por @Davidchaka // Fotos: ecosexuality.org

Los ecosexuales son un grupo consolidado, y según su manifiesto, están creciendo cada vez más y más. Por ahora ya tienen unos quince espacios de encuentro en el estado de California. Pero, ¿qué carajos es un ecosexual?

Ni siquiera para los indígenas de la zona andina el término pachamama quiere decir estrictamente ‘madre tierra’. El sentido en que lo utilizan los ecologistas para decir que nacimos de la tierra y tenemos que cuidarla como a una madre es completamente producto de eso, del ecologismo. Y justamente esa idea es la que los ecosexuales, dicen, quieren replantear. Quieren dejar de ver a la naturaleza como la madre y verla como la amante.

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Si lo de la madre tierra ya sonaba trastornado y era, en teoría, una relación incestuosa bien extraña, el ecosexualismo le ha dado la vuelta a la tuerca y lo ha llevado a otro nivel, a erotizar la naturaleza.

Pero por más rocambolesco que parezca es una organización real. Al parecer ya hay mucha gente que comparte su amor por las matas y la tierra. Así es como en la página ecosexuality.org definen el movimiento:

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"La Tierra es nuestra amante. Estamos locamente, apasionadamente, y ferozmente enamorados; y estamos agradecidos por esta relación con cada uno todos los días. Con el fin de crear una relación más recíproca y sostenible con la Tierra, colaboramos con la naturaleza. Tratamos a la Tierra con bondad, respeto y el afecto".

A este manifiesto se le suman varias actividades que ellos mismos las definen como artísticas, de teoría y de activismo. Como doctrina, también está saliendo a otros lugares del mundo. Ya han hecho varios talleres Ecosex en España para hacer que la gente se conecte con la naturaleza a través de todos los sentidos.

En esta imagen durante un taller, por ejemplo, alguien logró crear la atmosfera adecuada:un paisaje soleado en la playa, un buen vino, frutas y ¿un grupo de gente desnuda alrededor? En todo caso, pasó a la siguiente base y le manifestó su amor con profundidad a la tierra. 

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Dos de los personajes con más visibilidad de esta organización son Beth Stephens y Annie Sprinkle, dos artistas ecosexuales que se han encargado de difundir el amor a la tierra por el mundo. Viajan por diferentes lugares haciendo performances para unir a vegetarianos, ecologistas, artistas y demás. Para ellas todos los paisajes que transitan son sensuales y estimulantes, ya sean bosques, ríos, fuentes de agua, océanos y lagos. Según su página web, Ecosexuality es un nuevo enfoque para el pensamiento actual sobre las crisis ecológicas globales, el eco-arte y estrategias de activistas ambientales. Incluso, practican bodas ecosexuales. De paso se oponen a los grandes problemas de extracción minera y malgasto excesivo de las compañías multinacionales. 

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Aunque la organización no se cierra a nadie por su orientación, pues dicen que sus integrantes también son heterosexuales, LGBTI, pansexuales, asexuales, o simplemente ecosexuales, no deja de ser curioso el hecho de que manifestar amor erótico a, por ejemplo, un árbol por muy ser vivo que sea, no deja de ser una parafilia. Desde luego el cambio climático nos afecta y requiere pensar nuevas formas de producción, etc., pero, ¿nos estamos volviendo locos?

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