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Los MTV Europa y sus estrellas veloces

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SVEN HOOGERHUIS/AFP

Por Guido Hoyos
Ámsterdam

Anoche los premios MTV Europa tuvieron un show impecable en su producción, con su particular estilo, efectos especiales, un montaje espectacular, irreverencia calculada, estrellas juveniles y otros cantantes que ya han marcado una generación. Shock tuvo un puesto de privilegio en la alfombra roja y vio muy de cerca a algunas de los artistas que se presentaron en el show. También logró entrar a esta planeadísima gala gracias a la suerte de último minuto.

Este año los premios estuvieron más repartidos y el nombre de la triunfadora del año pasado, Taylor Swift, se oyó solo una vez, para descanso de una audiencia de unas diez mil personas, la más grande en la historia de la edición de los MTV europeos. El Ziggo Dome de Ámsterdam, un coliseo perfecto por el que Bogotá y Colombia se babean (y que también merecemos), fue el escenario de los EMA, como se les dice acá.

Como se vio en la transmisión, todo funcionó, fue una lección de entretenimiento con el sello gringo y en cortes a comerciales los asistentes no se aburrieron porque aquí, como en muchas ciudades europeas, los invitados VIP tienen barra abierta desde gaseosas hasta whisky y si es un asistente común, pues paga porque en Ámsterdam no se le niega un trago a nadie. O un cigarro de marihuana que se vende libremente en los llamados coffeeshops, como el que Miley Cyrus prendió cuando recibió su premio corriendo el riesgo de ser censurada en la televisión gringa.

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El piso negro

Pero vamos a lo que Shock vio de cerca. La alfombra roja fue perfecta, en su montaje. En un estudio gigante de televisión, junto al coliseo estuvo la pasarela inicial de los premios que no fue ni roja ni verde ni azul, sino un piso negro. Allí cada movimiento estuvo calculado y pregrabado pues el frío de Ámsterdam por estos días no permite transmisiones espontáneas y las adolescentes no hubieran gritado con tanto entusiasmo.

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Y si que gritaron. Antes de comenzar a grabar, un animador las invitaba a ser felices, a corear el nombre de sus artistas favoritos y cuando mis oídos ya silbaban después de tantos decibeles femeninos, concluí que el tipo les pedía en holandés el equivalente a "una histeria allá arriba".

Nadie puede negar que las celebridades producen cierto susto y es mejor relajarse en caso de que alguna estrella se pare el frente de uno, sonriendo y rodeada de un séquito de seguridad y relaciones públicas para darle unos segundos de su apreciado tiempo. Todos listos. Celular, grabadora y un empujoncito al de al lado para hacerse ver.

"Señoras y señores, démosle la bienvenida a Tyson Beckford", dijo una voz en off en la alfombra roja. Apareció un modelo negro, famoso por haber desfilado en Nueva York, que ninguno reconoció aunque ya tiene reality. Una mujer de prensa preguntó si queríamos entrevistas con él y todos dijimos no. Pasó veloz, ni siquiera esperó a su novia. 

Y la carrera no se detuvo. Empezaron las estrellas locales, cantantes y actrices que les hablaron a los de al lado, y yo trataba de reconocer a alguno para tener al menos una frase de famoso. Igual, estos desconocidos hacían gritar a las fans invitadas que con solo escuchar el nombre de Ariana Grande hiperventilaban y lloraban. ¿En serio?, eso pensamos los más grandes de la alfombra roja al tiempo que me sentía entre ignorante y cucho.

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La esperanza se mantenía, quien sabe si Katy Perry se animara a hablarnos y dijera "ah, Columbia", como decía mi identificación en la barrera frente a las celebridades. Hubiera querido saber a quien decirle con tonito patrio: ¡"perdón, es Colombia"! Y ponía mi mejor cara cuando los de relaciones públicas seleccionaban a los medios, pero sus miradas eran evasivas, la televisión clasificaba fácilmente y estos cazadores de periodistas seguían adelante...

Shock y yo, en su nombre, vimos pasar a Kings of Leon con cara de roqueros bravos; a Katy Perry, verde pastel y dulce como sus canciones, amable con los fans y saludando con mirada al infinito; a Icona Pop, Iggy Azalea y Redfoo, el presentador del show. Llegaron los Thirty seconds to Mars pero Jared Leto con su look del tío Cosa ignoró a casi todos. Y más nombres: Ylvis, Swizz Beatz, Tokio Hotel, Afrojack y James Tyndal, estrella de Jersey shore.

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Y llegó Ariana Grande, la estrella juvenil de teatro y televisión, que hasta fundación de caridad tiene desde que tenía diez años. Ahora tiene veinte, parece de quince, no le hace honor a su apellido, que no es artístico, es millonaria y el ejemplo perfecto de la generación milenio. Ahora ya nadie pedía "histerias". Dos jovencitas lloraron y sus amigos las abrazaban para no rendirse ante su ídolo, tomaron fotos y Ariana finalizó la alfombra corriendo.

La suerte trajo a Imagine Dragons al lado mío y cuando me iba a lanzarles la pregunta, no me oyeron y se los llevaron. Frustración. El tiempo se acababa y solo faltaba Miley Cyrus, pero esa sí era imposible. El último minuto le trajo suerte a las fans, pues apareció, corrió, no habló con la prensa, no mostró la lengua pero si la mitad del cuerpo. Ciao Miley.

Esto olía a final. Y entonces aparecieron dos estrellas pero de televisión que las niñas no conocían: el comediante Will Ferrell, caracterizado como Ron Burgundy, y RJ Mitte, conocido por su papel en Breaking bad. Entonces llegó el momento, se detuvieron frente a nosotros y hablaron, poco, pero lo hicieron.

- Will, ¿qué sorpresas tiene para esta noche?, le preguntó un colega. 

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-  "Si me llamas Will una vez más te golpeo le cara", le dijo. No sé por me recordó a alguien en Colombia que lo dice muy en serio.

- ¿Qué va a hacer si Miley Cyrus le hace twerking?

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- También se lo hago.

Atrás todavía las fans gritaban y RJ Mitte se acercó amable, sonriente, cálido mientras el lugar comenzaba a desocuparse. En Breaking bad hizo el papel de un joven con parálisis cerebral, que en efecto es una discapacidad de este actor que alcanzó la fama como el hijo de Walter White. "Breaking bad me hizo lo que soy ahora, todo lo que hago, estar aquí, conocer muchas personas es gracias a la serie. Sin ella sería solo alguien en Lousiana. Mira, estoy aquí con Miley Cyrus o Katy Perry, y vienen muchas cosas", dijo Mitte.

Llegó el silencio, se acabó la histeria y todos teníamos la esperanza de ver a otros grandes como Eminem o The Killers. Fueron las más divertidas dos de popularidad, como anónimo. Prometo que la próxima vez que me pregunten si quiero entrevistar al ex modelo Tyson Breckford, lo hago.

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