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Silk Road, el mercado online de drogas más grande del mundo

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En nuestra más reciente edición impresa incluimos este reportaje sobre el mercado de drogas online más grande del mundo. Pocos días después de que saliéramos a las calles, el FBI logró cerrar el portal que llevaban persiguiendo por más de tres años. Esta es la historia.

Por Álvaro Corzo

En un mundo donde la realidad supera la ficción, los sistemas de vigilancia y control se han hecho cada vez más eficaces. Sin embargo, las autopistas digitales insurrectas han logrado estar un paso más adelante y convertirse en la piedra en el zapato del sistema.

Silk Road, un portal clandestino para comprar drogas, es un capítulo más en la lucha de por la libertad absoluta.

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Es lunes a mediodía y Bradley, un atlético escalador de 27 años de edad, mira el calendario en su habitación en el sur de Los Ángeles. Sólo faltan tres días para el cumpleaños de su novia, Lucy, quien espera que este año la parranda sea épica. Una cabaña en Tapanga, una playa a una hora al este de la ciudad, es el lugar previsto.

Bradley, un auténtico psiconauta trae consigo 20 miligramos de LSD para la fiesta, pero dice que hay algo de última hora por ordenar. Sin afán, abre su portátil y hace clic sobre una cebolla color morado en el centro de su deck: el ícono de Tor Onion. Una ventana explica que Vidalia, nombre de la aplicación que acaba de ejecutar, permitirá que a partir de ese momento todos sus movimientos en la red sean totalmente anónimos e imposibles de rastrear. Dos clics más tarde y luego de haber cerrado todas las ventanas y aplicaciones de su computador, un fondo color gris con letras verdes le dan la bienvenida a Silk Road: el lugar donde comprar a domicilio cualquier tipo de droga, literalmente, es posible.

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Esta vez Bradley está buscando cocaína, pues su novia quiere probarla por primera vez. Hace clic en la parte superior izquierda de su pantalla y, justo como si estuviera comprando un libro o una película en Amazon o eBay, una lista con las distintas categorías de substancias a la venta se desprenden de inmediato: cannabis, disociativos, éxtasis, intoxicantes, opioides, farmacéuticos, psicodélicos y estimulantes. Un clic más tarde, dentro de 20 tipos de estimulantes entre los que hay metanfetaminas, efedrina y MDVP, está lo que Bradley está buscando: cocaína de alta pureza. Una lista con más de 150 vendedores con su respectivo producto hacen parte de lo que está disponible en ese momento.

El precio aquí es virtual. Las transacciones se realizan en BitCoins: una moneda electrónica y alternativa, libre de toda traba, impuesto o rastreo alguno. 1174 BitCoins, como se le llama a esta crypto-moneda*, cuyo precio se deriva de un complicado algoritmo, es lo que cuesta proximadamente un gramo de cocaína. Lloydsbrothers, un vendedor que despacha desde Inglaterra, tiene una excelente reputación según me explica Bradley. Con más de 300 ventas, ninguna queja y cientos de comentarios de usuarios echándole flores a su producto, se perfila como una buena opción. “Es mucho más seguro que comprar en la calle; acá sabes lo que estás consumiendo”, añade Bradley en referencia a la gigantesca comunidad de usuarios que se toman muy en serio el sistema de calificación de productos y vendedores en este, el mercado negro de substancias prohibidas más grande del planeta.

No han pasado cinco minutos y ya ha revisado más de sesenta vendedores y más de diez tipos de Cocaína, hasta que encuentra lo que busca. La mercancía y el envío express, que asegura su entrega al día siguiente, suman 2974 BitCoins, que a la tasa de cambio del momento representan 376,25 dólares.

Es jueves a mediodía. El cartero llega a la casa de Bradley con un paquete en el que desconoce los tres gramos de cocaína sin cortar provenientes de Inglaterra. Sin saberlo, toca el timbre y entrega el sobre del cual no hay registro alguno de venta. Al interior de una caja de cosméticos para la cara llega la mercancía empacada al vacío. Ese mismo día, el psiconauta y su novia salen con sus amigos en busca de la noche, algo que aseguran no fuese posible sin este universo irrestricto donde la libertad personal es absoluta.

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LIBERTAD O LIBERTINAJE

“¿Qué es una sociedad realmente libre?”, se preguntan muchos por estos días de espionaje endémico en la red. ¿Debemos abogar por una sociedad con libertad absoluta sin hacer daño a nadie? Precisamente esto es lo que Silk Road profesa en su misión y estructura.

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la mano del nuevo modelo libertario, una corriente política de mediados del siglo pasado, y prendidos del constitucionalismo liberal, las cabezas de este portal entienden que las relaciones voluntarias entre personas a través del libre mercado tienen que estar blindadas de todo tipo de control o coerción por parte del Estado. “Esa es la importancia de este mercado negro, la eliminación del Estado como primer obstáculo para alcanzar la libertad individual. Tenemos

que retomar nuestras vidas”, me dice x34Xuan a través del chat de la página. Es uno de los más de tres millones de usuarios que tiene Silk Road en todas las partes del planeta.

Si bien x34Xuan no se considera un radical, muchas de las respuestas de usuarios a mis preguntas sobre la idoneidad de este supermercado online de drogas me hablan de la lucha y el respeto por los derechos individuales como una condición indispensable para un mundo libre, próspero y en paz. “Defendemos el derecho de cada persona a dedicarse a cualquier tipo de actividad que sea pacífica y honesta, y celebramos la diversidad que la libertad lleva consigo”, me dice Obon234 desde un lugar desconocido en Estados Unidos. “Sólo las acciones que atentan contra los  derechos de los demás pueden llamarse delitos.

Estamos a favor de la derogación de todas las leyes que crean crímenes sin víctimas, como el uso de drogas para fines medicinales o recreativos”.

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En el mismo foro, donde se discuten temas como el alcance de este modelo, las últimas recetas DIY (Hazlo Tú Mismo, Do It Yourself) de Changa, una infusión casera de DMT, o la ética de la venta de escopolamina, queda bastante claro que la mayoría de los usuarios de Silk Road apoyan la legalización frontal de las drogas. No obstante entienden que lo que este mercado representa va mucho más allá del debate moral sobre la venta y el consumo de substancias prohibidas.

“Con el escandalo del NSA en Estados Unidos volvió a quedar muy claro que el Estado es el principal enemigo de nuestra privacidad y libertad, que nos roban nuestra privacidad a diario. Por eso es muy emocionante saber que hoy tenemos la tecnología para evitarlo. El modelo que usamos en Silk Road para encriptar la información de destino a destino bajo la infraestructura del Tor Onion terminará por convertirse en el nuevo estándar para las comunicaciones en el mundo entero, justo como ocurrió en su momento con el SSL, explica Dread Pirate Roberts, dueño y administrador de Silk Road, a través de su foro de contacto.

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