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Trabarse con chocolate, lo último en guarachas

Para los choco locos

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Ya no solo puede comerlo o beberlo, la nueva forma de consumir chocolate es en polvo e inhalado.

Por: Esteban Daza // @steban_dl

En algunos clubes nocturnos de Europa han encontrado la forma de “trabarse” legalmente gracias al maestro pastelero de origen belga Dominique Persoone, quien preparó un postre de  frambuesa y chocolate para una fiesta sorpresa de los Rolling Stones, que a diferencia de sus antiguas creaciones, debía ser consumido por la nariz.

Pero la creatividad de Persoone no se detuvo ahí, el pastelero también ha creado un dispositivo con dos cucharillas adaptables a las fosas nasales que hace las veces de catapulta para poder inhalar el polvo (una mezcla  de chocolate, menta seca y jengibre) fácilmente. Han pasado diez años tras ese día y se han vendido 25.000  dispositivos en todo el mundo.

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Aunque los efectos de esnifar chocolate no se han comprobado científicamente, se cree que a través de las vías respiratorias sustancias como las endorfinas y la tirosina, presentes en el cacao puro, llegan de forma más rápida a la sangre.

La secreción de endorfina lleva a la persona a experimentar un esta de euforia, que al mezclarse con la música, las luces y el baile puede llegar a ser mucho más alto. Además, el cacao también es rico en antioxidantes como epicatequina, que recarga el cuerpo de energía a la vez que mejora las funciones cognitivas, permitiendo quines la consumen estar activos por más tiempo; efectos similares a los que produce el consumo de alucinógenos como la cocaína o el éxtasis.

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Las reacciones del sector de la salud no se hicieron esperar. Algunos expertos aseguran que inhalar chocolate en polvo es una práctica peligrosa, ya que la nariz reconoce a la sustancia como un tóxico extraño, que puede afectar los vellos nasales y las mucosas internas, tal y como sucede con el consumo de cocaína.

Pero a pesar de las críticas, el invento de Persoone sigue ganando popularidad. En países como Alemania, Bélgica, Reino Unido, Estados Unidos y Rusia se puede adquirir el dispositivo por unos 40 dólares.

El chef afirma que lo que busca con su creación no es incentivar el consumo de drogas, sino invitar a las personas a explorar sabores de una manera diferente. 

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