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Estéreo Picnic 2014: las mejores 50 imágenes del cierre del festival

Fotos por: David Schwarz - @davidmschwarz // Juan José H.

Están los que van a tocar y se quedan a ver cómo transcurre el día, están los que terminaron metidos ahí por casualidad “un amigo de un amigo me invitó”, están los que van a trabajar y nada más que a trabajar, están los críticos musicales que se paran en un rincón a analizar cada una de las agrupaciones que desfilan por las diferentes tarimas, están las mismas caras que suelen aparecerse en los conciertos, y por último, pero de ninguna manera menos importante están los que sacaron la plata de su bolsillo y decidieron hacer parte del Festival Estéreo Picnic 2014. Estos últimos son posiblemente un capítulo, si no es el más importante, del libro gordo de la historia del festival. 

Hoy después de tres días del festival musical más grande de colombia es posible decir que empezamos a dominar el tema de la “cultura festivalera”, que cambió algo en la manera de “consumir” shows y conciertos en vivo y  que aprendimos las lecciones que traen consigo asistir a un evento de esta magnitud como tolerancia por la diversidad musical, ganas de descubrir nuevos sonidos y sobre todo de vivir una experiencia cuyo hilo conductor es la música y todos su súper poderes. Fue un cartel donde los grupos clásicos y de nombre gordo como Red Hot Chilli Peppers, Pixies, Los Cadillacs o Nine Inch Nails se robaron el show, donde los grupos nacionales lucharon por sacarla del estadio a pesar de algunos impedimentos de producción. 

El tercer día fue un día dedicado al baile en todas sus formas. El sol salió temprano y para quedarse y los primeros valientes en estrenar tarimas de la tercera tarima fueron Lianna, Consulado Popular y Oh Laville, quienes se presentaron ante los sobrevivientes a la noche anterior y al clásico trancón capitalino de sábado. En la Tarima Caracol los ánimos iban para arriba, Charles king dio lecciones de champeta clasica, demostrando que la forma tradicional de este género sigue produciendo fuertes descargas dancísticas; mientras tanto en la Tarima principal Camila Moreno y Antombo se encargaron de demostrar todo su power femenino. Ellas fueron la antesala para darle la bienvenida a The Wailers y aunque hubo un leve cambio de planes en el horario, la hora fue perfecta para que la gente le rindiera pleitesía a la banda con que solía tocar Bob Marley. Mientras tanto en el Escenario Caracol los ecos del rap fusionado con el jazz, el funk y el soul hacían de las suyas gracias a Jovanotti y a LosPetitFellas. 

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Justo cuando la tarde caía en el escenario madre, se posó imponente pero noble Willy Rodríguez acompañado de su banda: Cultura Profética. Entendimos, una vez más, porque son una de las bandas más grandes de reggae en español, canciones como La complicidad, Ilegal o Baja la tensión retumbaron en el parque de la 222. En el otro lado, el mood era otro, y el EDM y la electrónica cumplía la profecía de hacer bailar a cualquier transeúnte: Gerard, Zeed y Axwell no se fueron sin haber cumplido su misión. 

Casi a las 9 los sonidos de Gypsy punk de Gogol Bordello se empezaban a asomar sin timidez, la noche estaba oscura pero despejada, y aunque no se formaron los pogos que pensamos que se iban a formar con la presentación de los gitanos, ellos dejaron claro porque su show es uno de los más poderosos. A las 12 ya no había vuelta atrás, los Fabulosos Cadillacs estaban listos para literalmente poner a sacudir el piso, y así lo hicieron, con clásicos como Carnaval toda la vida, Matador, Quinto Centenario por solo nombrar algunos, pusieron a los asistentes a viajar directo a la década de los noventa. Pese al disgusto interno de la banda entre Vicentico y el Señor Flavio ellos dieron lecciones de show en vivo y mostraron porque son un monstruo gigante del rock latinoamericano.

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