Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Top 5: Lo mejor del segundo día del Corona Capital 2014

Musiquita y lodo Vol. 2.

Por Mayra Hernández @Mayaelectrik. Fotos por Andrés Alvarado @Alvarado_foto. Un  cielo totalmente  encapotado y gris no fue el mejor estímulo para salir a batallar contra las lagunas de lodo que esperaban a los asistentes en el último día del Corona Capital.  Pero como el amor todo lo puede, y el amor por la música no es la excepción, desde las dos de la tarde fueron llegando los asistentes del festival armados de valor, algunos de una buena capa y botas pantaneras, otros mas guerreros con shorts y tenis dispuestos a untarse hasta el cogote de barro con tal de no perderse los headliners que despedían al festival más grande de la música  alternativa en Latinoamérica.

Los primeros actos del día, los más nuevos dentro de la lista de bandas por ver como Chvrches y Young&Sick se presentaron con escenarios casi desocupados pues la lluvia volvió a parecer y amenazaba de nuevo con obligar el cierre. Tuvo que pasar una hora para que a las seis de la tarde el cielo por fin se despejara y con una hora de retraso empezaran a aparecer uno a uno los artistas que más pesaban en el cartel del domingo. 

1. Solo fue que la vanguardia sonora de la señorita St. Vincent sonara para que el cielo se tiñera de un azul más claro anunciando un atardecer digno de su magno despliegue multiinstrumental y necesario para despedir con la mejor energía los dos días festivaleros en el D.F. 

Publicidad

2. Paralelamente, en el escenario Doritos, donde llegar era toda una odisea en medio de inmensos pantanos de barro, Kassabian fue el encargado de maximizar la euforia presentando por lo alto su último álbum 48:13, con apariciones esporádicas de esos temas que ponen los pelos de punta con tan solo escucharlos y más si son en vivo y en directo. Cut Off y Club Foot levantaron los pies del público con ese potente sonido que los ingleses vienen expandiendo por el mundo hace diez años. 

3. Al final de Kasabian, las hordas de melómanos comenzaron a desplazarse hacia el escenario principal superando todo tipo de obstáculos acuáticos para cumplir la cita con un genio de la música y emblema de dos monstruosas bandas que aún hoy soñamos con ver. Damon Albarn,  el genio detrás de Blur y Gorillaz, fue el host de un concierto soñado en el que Gorillaz hizo tres minutos de presencia cuando Albarn entonó Clint Eastwood. Simplemente épico. 

Publicidad

4. Mientras tanto, otra leyenda de la experimentación musical hacía presencia al otro lado del espacio festivalero. Beck saldó su deuda con sus seguidores al pisar por primera vez tierras mexicanas y reunir a miles de personas que volvieron a saltar entre los charcos para cantar clásicos como Loser y Girl y de paso conocer lo nuevo que el californiano presenta en su último álbum Morning Phase.  A  las diez de la noche cuando el cansancio, los pies entumidos y el frio intenso azotaba, los asistentes parecían ya haber olvidado el barrizal y se alistaban para disfrutar de los últimos actos que prometían cerrar con broche de oro. 

5. Metronomy hizo de las suyas con su electrónica playera energizando las ultimas horas con esos temas fiesteros como The Look y The Bay que pusieron a bailar hasta al más entumido. En el mismo escenario, la encargada de sellar la carpa fiestera de Claro fue contradictoriamente Lykke Li, quien  aunque presentó un impecable show con I Folow Rivers como protagonista, arruyó al público con su romanticismo para llevarlo derechito a la cama. Hubiera sido una mejor curaduría sonora dejar el cierre en manos de Metronomy para terminar la helada jornada un poco más caliente con el desmadre que prendieron los ingleses. 

BONUS TRACK: En el escenario principal que lleva el nombre del festival, Kings of Leon coronó con un magistral cierre dejándonos a todos en la cabeza la melodía de Sex On Fire como despedida. 

Fueron dos días batallados contra la lluvia y el lodo, de amor y odio por la música al aire libre, pero al final quedó demostrado por qué el Corona Capital se sigue consolidando como uno de los festivales más monstruosos de Latinoamérica, no solo por el nivel de sus artistas sino por la buena organización y el nivel del despliegue. La buena noticia para Colombia es que el Festival Estéreo Picinic va por el mismo  camino. Salgo feliz de tan solo pensar que dos grandes festivales se cultivan en las tierras de los Mayas y los Chibchas. Solo queda esperar que para las próximas ediciones, el ingenio Maya ilumine a los organizadores para preveer con más astucia los desastres naturales que provocan las endemoniadas tormentas del D.F. 

Publicidad

  • Publicidad