'Yo Me Llamo 3': En los camerinos de la final

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Texto: Jessica Luchini @JessiLuchini / Fotos: Alejandra Mar @Alejandra_Mar_

Debo confesar que soy poco seguidora de los realities colombianos pero el hecho de poder cubrir tras bambalinas la final de un concurso que durante tres temporadas ha premiado el bello arte de la imitación era algo que causaba gran emoción en mí.

Eran las 6:30 de la noche, nos acercábamos a la entrada del Astor Plaza y desde las afueras de este emblemático teatro capitalino los nervios, las incertidumbre y hasta oleadas de alegría comenzaban a ser las emociones protagonistas de la noche del viernes 23 de mayo. Algunos ex participantes llegaban para apoyar a sus dos compañeros: Selena, Los Beatles, Silvio Rodríguez y Amaia Montero, eran algunos de los dobles que iban desfilando por el imponente tapete rojo que nos daba la bienvenida a los asistentes. Niños, papás y abuelos hacían hasta lo imposible por conseguir una foto con ellos,  la euforia era inminente, pareciera como si de verdad estuvieran viendo a sus ídolos originales.

Después de este recibimiento lleno de gritos por doquier la producción nos llevó al camerino donde se encontraban los dos finalistas. Mientras más nos acercábamos se iba sintiendo una magia especial.

Después de subir seis eternos pisos llegamos con la respiración entre cortada  al lugar donde se encontraban los imitadores colombianos de Vicente Fernández y Sandro de América. Al verlos solo podía pensar que hace cuatro meses atrás ellos eran unos simples mortales que hoy, gracias a este concurso que sin lugar a dudas une a toda la familia frente a la pantalla de un televisor,  son estrellas de la música que causan revuelo a nivel nacional.

El reloj corría rápidamente y los dos participantes restantes comenzaban a alistarse para personificar a sus personajes. Un pequeño crew de maquilladoras tenía en sus manos la labor de transformar las caras de estos pupilos y convertirlos en los dobles exactos. Cuando entraron al vestier a ponerse sus trajes de la noche ocurrió algo especial, fue como si ese pequeño cubículo de un metro de longitud se convirtiera en una cápsula transportadora de artistas y  como por arte de magia el alma tanto de ‘Chente’ Fernández como el del fallecido ídolo de América se apoderan del cuerpo de los dos concursantes.

En el show ni hablar, yo me sentía en un concierto privado de ellos donde todos cantábamos al ritmo de estribillos como ‘Rosa, rosa tan maravillosa, como blanca diosa, como flor hermosa’ y ‘No tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey’.

Durante 60 minutos de baile y música la hora del veredicto había llegado y Colombia ya había tomado una decisión. Mi corazón latía aceleradamente. El silencio absoluto primada sobre el escenario del Astor Plaza.

Llegó el momento y Ernesto Calzadilla anunció al ganador de esta tercera temporada de Yo Me llamo. Daniel Alexander Mora, un joven de 21 años, nacido en San Juan de Pasto, que bajo el nombre de Sandro de América demostró una evolución física y vocal la cual lo hizo acreedor de un cheque por 500 millones de pesos.

“Me siento muy contento, muy feliz. El premio más grande que me han podido dar, no son los 500 millones, sino el cariño de todo un país. Yo entre con pocas aspiraciones, pero con la confianza de darme a conocer y de seguir trabajando; la verdad no esperaba tantas bendiciones. ¡Se siente una alegría muy grande!” afirmó.

“Yo le entregue a Colombia el corazón en cada palabra y en cada frase. Cuando uno disfruta el show, la gente se lo goza con uno. Le trasmití al público todo el sentimiento y el romanticismo de Sandro”. Concluyó el ganador

Y fue así como se dio por terminada esta noche llena de sentimientos encontrados, donde la música y el arte de la imitación fueron las protagonistas.