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Armenia: indie, garage y pop ochentero para viajar por varias décadas

Una propuesta de indie para no perderle la mira.

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Cortesía Armenia.

Indie con toques de pop ochentero, y garage rock. Esa es una forma de definir la propuesta de Armenia, que no es una banda de la capital del Quindío, sino de Bogotá. El nombre nace debido a que Juan Antonio Toro, vocalista y guitarrista de la banda, pasó gran parte de su infancia en esta ciudad, de donde es su familia. Desde pequeño admiraba a grupos como Boston, Chicago y Berlín, con nombres de ciudades que inspiraron el sonido del proyecto. 

Su primer disco homónimo se compone de 10 canciones con letras cotidianas y muy soñadoras a la vez. Musicalmente es un recorrido por el indie y el postpunk de los 2000, el rock alternativo de los 90 y el pop de los 80. Se nota la influencia de bandas desde Prince o Fleetwood Mac, hasta Vampire Weekend o Parcels.

Entre esta ola indie de la música nacional, Armenia sin duda es la cuota más pop, con toques muy retro que a veces recuerdan las películas de John Hughes. Su primer disco homónimo tiene canciones fiesteras, de los malos momentos, acústicas, para un viaje en carro y hasta un inesperado (y efectivo) cover de Rosalía.

Juan Antonio Toro resumió para nosotros este disco, canción por canción.

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La distancia

Fue la primera canción que hicimos. Todo el disco está escrito para una persona que fue una novia que tuve. La distancia la escribí después de una discusión que tuvimos y hablé de estar peleando y sentirse lejos de la otra persona.  

Violeta

Fue la canción que me motivó a mostrarle mi música a más personas. Violeta es una canción muy descriptiva, la mayoría son escritas a manera de conversación. Tratamos de emular mucho el sonido ochentero, lo que es Rumors de Fleetwood Mac, The Alan Parson Project, U2, New Order.  

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Vámonos de viaje

Nace después de haber escuchado una banda australiana llamada Parcels. Se nos ocurrió hacer una canción fiestera, un poco al estilo Daft Punk.

Imaginación

Fue la que menos nos demoramos a la hora de escribir, como 30 o 40 minutos. Yo tenía una letra que había escrito antes pero no tenía la melodía. Igual que Vámonos de viaje, es una canción muy de fiesta. Fue una de las primeras que escribimos tratando de emular el sonido garage.  

Algún contexto

Para esta canción toma elementos de finales de los 90 y comienzos 2000 el garaje rock revival. Nos gusta mucho experimentar con estos ritmos. 

Dulce amargo

Es una canción escrita para alguien con quien sentía que estaba perdiendo el tiempo. Habla de sentirse ahogado en una relación. Es el dulce de estar con alguien y lo amargo de que las cosas no salen como uno quiere. Fue de las últimas canciones que grabamos.  

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Sin título

Una canción pendiente desde hace rato. Buscamos emular el sonido de bandas como Vampire Weekend o Bloc Party. Fue una canción con la que quise desahogarme de cierta forma, pero volverlo una fiesta. El chiste entre la banda es que ese era Te boté (remix) de Armenia.

Pienso en tu mirá

Un chiste que llegó demasiado lejos. La empezamos a tocar en vivo combinada con Tenemos que hablar de Bad Bunny. A partir de todo eso se gestó el chiste que culminó en un live session en nuestro canal de YouTube. Hay gente que ha llegado a la banda gracias a ese cover.

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Abecedario

La pensamos en conjunto con Alejandro Peña (baterista). Quisimos emular un poco el sonido Motown, tipo Ringo Starr. Habla mucho que algo me sucede y es el no poder conciliar el sueño y pensar en situaciones en las que uno habló de más. Cuando digo “guardar el abecedario” me refiero a guardar las palabras.

Vuelvo a ti

Es la canción acústica del disco y se nota mucho. Entró al álbum porque sentía que hacía falta una canción que bajara las energías y que fuera más lenta, para meditar y reflexionar.

 

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