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Les tenemos un disco que honra las tradiciones musicales más lindas de Colombia

Conéctese al poder de la tradición bullerenguera con el nuevo disco: Anónimas y Resilientes, Voces del Bullerengue

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VOCES DEL BULLERENGUE

Déjense seducir por los cantos del bullerengue y el embrujo de los tambores con un álbum en el que dueños del legado sonoro bullerenguero que pervive en el Caribe colombiano exhiben la fuerza de la herencia. Un disco que engrosa la memoria y reivindica el talento de personajes anónimos llevan el chip inserto de este ritmo al que tantas agrupaciones actuales acuden. 

Por: Jenny Cifuentes // @Jenny_Cifu

¿Se imaginan tener 105 años, cantar bullerengue y grabar un disco? La hazaña es de Fernanda Peña, oriunda de San Cristóbal del Trozo, en los Montes de María, quien junto a otros veteranos de pueblos, campos y caseríos del Caribe nacional, portadores del legado bullerenguero, hace parte del nuevo álbum Anónimas y resilientes, Voces del bullerengue: un trabajo grabado por Manuel García Orozco “Chaco”, (productor de insignes cantadores como Petrona Martínez y Magín Díaz) quien explorando halló estos personajes que viven el bullerengue como una tradición, y que nunca habían grabado ni actuado en conciertos o festivales.

El resultado de su travesía quedó plasmado en un disco con la riqueza del bullerengue, crudo, sin filtros, que cantadoras y cantadores ejecutan como una expresión de cultura, cargados de relatos de la cotidianidad, de costumbres de su tierra, de su vida, sus luchas, y que estampa la memoria colectiva de la región. Una placa en la que esos anónimos que cantan por pasión –esa que tienen desde que se nace–, por darle gusto a la garganta, porque así es el espíritu de la población, porque les da fuerza para soportar la adversidad, por divertirse y “porque ajá”, como dice la gente, salen a la palestra y exhiben con cadencia, picardía y sabrosura, la herencia musical atada a sus antepasados.  

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“Chaco” inició la tarea inspirado por el anhelo de Petrona Martínez de querer hacer una rueda de bullerengue, en palabras de la cantadora, “como las que se hacían antes, que amanecían todas esas mujeres cantando”. Dos años atrás buscó a Guillermo Valencia, tamborero de Petrona, investigador y conocedor de la oralidad de la región de los Montes de María y el Canal del Dique, y al también tamborero Janer Amarís. Reunidos, emprendieron el viaje con el objetivo de hallar tales voces en la región. Luego de encontrarlas hicieron grabaciones de campo para explorar su repertorio, y más adelante las invitaron a grabar en el estudio de la Casa de la Cultura de San Basilio de Palenque. 

“Guillermo fue el principal motor para encontrarlas al abrir caminos simbólicos y materiales entre los Montes de María y la riqueza cultural y humana de sus gentes. Janer, con sus golpes de tambor sentidos y virtuosos, fue vital para abrir las mentes y corazones de las bullerengueras en sus entornos naturales y en el estudio de grabación. A esta pesquisa se sumó Wilman León ‘El Mello’, gestor cultural y coreógrafo en María la Baja. Wilman nos acompañó en múltiples viajes y nos presentó al Concejo Comunitario de San Cristóbal del Trozo, el corregimiento de más difícil acceso durante los recorridos, entre otras cosas por la ausencia de carreteras; prueba del eterno abandono del Estado en la región.  Un territorio con gente cálida y hospitalaria”, dijo el productor.  

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En el álbum Anónimas y resilientes, Voces del bullerengue resuenan las voces de Juana Rosado, Fernanda Peña, Juana del Toro, Mayo Hidalgo, Antonio Berdeza, Rosita Caraballo y Jaiber Pérez Cassiani, con los coros de Rosa Matilde Rosado, Yaya Blanco, Cecilia Caraballo y Tibisay Viera. En la instrumentación están Janer Amarís en el tambor mayor, Guillermo Valencia en el llamador y Chaco en catá (instrumento de percusión) y tambora, ejecutando bullerengue sentao, bullerengue chalupiao, chalupa y fandango.

Los intérpretes en este disco cargan la herencia musical de sus ancestras: mujeres mayores, matriarcales, protectoras de la familia y sus comunidades, preservadoras del saber ancestral, conocedoras de la historia oral, la vegetación local y sus propiedades medicinales. El trabajo es una muestra de la inmensidad cultural que atestiguamos en el epicentro histórico del bullerengue, que esperamos incentive el reconocimiento de estas y otras voces.  Es la primera entrega de muchos homenajes a las voces anónimas y resilientes que siguen entonando los cantos patrimoniales bullerengueros”.

Además de reivindicar el talento de personajes anónimos, el disco es pieza relevante en la transmisión de la tradición. De intérpretes pasados hay registros y grabaciones de campo, pero muchas cosas se pierden también porque no fueron grabadas o hacían parte de costumbres y celebraciones que ya se extinguieron o se están apagando. Hoy sigue siendo importante dejar memoria, que la nueva generación pueda remontarse atrás y trazar el camino para mañana, y qué mejor que poder escuchar en un disco físico o una plataforma a quienes han heredado las virtudes del canto, composición e improvisación de sus ancestros.

DENLE PLAY A ANÓNIMAS Y RESILIENTES, VOCES DEL BULLERENGUE,

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Conozcan en su entorno natural a algunos de sus protagonistas, gocen sus canciones y algunos episodios del disco en palabras de “Chaco”.  Si tienen un trago de ñeque, mejor. Súbanle el volumen porque lo que se viene es bullerengue ventiao.   

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La guacamaya

Juana Rosado, octogenaria, es heredera de las dotes de una reconocida dinastía musical. Pura familia de intérpretes duros, prima de Magín Díaz, sobrina de la Niña Emilia e hija de Martha Herrera. “Jocosa y dicharachera, tiene una forma de cantar cimentada en su linaje bullerenguero del pueblo de Evitar. Su versión del tema La guacamaya preserva la misma letra y tonada que cantaron sus ancestras, prueba de la fortaleza, resistencia y fidelidad de la memoria bullerenguera para Juana, aun cuando en Evitar desaparecieron los espacios en los que cantaban sus ancestras, tales como las ruedas de bullerengue, fiestas patronales, juegos de velorio y velorios de angelito”.

Morales que ya no vales

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Con más de 100 años encima, se oye a Fernanda Peña pregonando a golpe de tambor “oye Morales, que ya no vales”. “En el corregimiento de San Cristóbal del Trozo viven Fernanda Peña y Antonio Berdeza quienes protegen un gran patrimonio cultural por ser las últimas voces del bullerengue oriundas del pueblo. Hace unos años Fernanda todavía sacaba bullerengues nuevos a todo lo que veía.”

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Me voy pa’ La Habana

Antonio Berdeza tiene noventa años y canta esta chalupa. “Dueño de una voz y memoria prodigiosas, su repertorio y energía al cantar le brotan con una naturalidad que pareciera inagotable. Durante la sesión de estudio grabó 15 canciones de continuo. De algunas versionó varias tomas y pretendía seguir, pero el tiempo es un recurso irreversible. Su participación en el disco evidencia su tendencia natural de amalgamar pregones y fraseos derivados del sexteto cubano con tonadas bullerengueras, mixtura que solo se le conocía al difunto Magín Díaz en Gamero”.  

“Muchacha de 20 años / llegando a los 21 / si no te casas conmigo / no te casas con ninguno”, canta alegre en este video.

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El armadillo

La octogenaria Juana del Toro interpreta un bullerengue chalupiao. “Para ella, la tradición de cantar el bullerengue es ‘una responsabilidad que le dejaron las cantadoras viejas’. El 30 de agosto de 2018 hubo cortes de electricidad durante nuestra sesión de grabación en Palenque con Juana del Toro. Después de una larga espera en vano, pues la electricidad no regresó a tiempo, me vi obligado a improvisar y grabar bajo la luz de las velas exclusivamente con un computador portátil y una interfaz USB. La batería apenas nos dio tiempo para grabar las tres canciones publicadas en este fonograma”.

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“Juana del Toro / la del corazón de oro”, se le oye cantar.

Pindanga Pirundero

“María La Baja, tierra de bullerengueros” reza la canción. De allí es oriunda Rosita Caraballo. “Ella es cabeza de familia y subsiste de la venta de sopas en María la Baja. Aunque también canta tonadas de la tradición, su repertorio en este disco consiste en composiciones recientes, siendo ella, con 53 años, una de las voces y compositoras más jóvenes de las cantadoras tradicionales”. 

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Carambantúa

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Mayo Hidalgo despliega sabor y alegría. En la versión que hace de Carambantúa, rinde homenaje a cantadoras marialabajeras que ya fallecieron, a quienes escuchaba e imitaba de niña en sus juegos. Entre ellas estaban sus tías Justina y Eulalia González; Benilda Calvo, Concepción Cruz y Petrona Narváez.

Saca tri, saca trá

Es un fandango interpretado por Jaiber Pérez Cassiani, un hombre de “voz virtuosa, solemne cimentada en su destreza como rezandero, un arte tradicional fúnebre que aprendió de su bisabuela.”

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#LaMúsicaNosUne

 

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