Mabiland tiene el control y estrena un nuevo EP: ‘Deepsoul’

Hace un año Mabiland se convirtió en una de las novedades más gratificantes de la música colombiana. Su primer disco, 1995, fue como una estruendosa sacudida emocional no solo para ella, sino para el público que la acogió, se aprendió sus letras y se extendió masivamente convirtiéndola en una de las figuras más relevantes de la música independiente en el país.

Esa primera placa la montó en algunos los escenarios más preciados del mapa festivalero: Estéreo Picnic, Vive Latino(MX), Glastonbury (UK), Black is Back (ESP). También hizo que le llegaran propuestas, que la tentaran las majors.  Pero Mabiland sigue cómoda desde la independencia.

Mabiland: una rebelión en un país de fracasadas buenas intenciones Su nuevo EP, Deepsoul, es como un epílogo vital que narra lo ocurrido tras el eco de 1995.  La irrupción de su primera obra fue giro y fue caos. Ahora, con estas tres nuevas canciones, Mabiland se reafirma y se encarama con seguridad en el frente de su proyecto. Es una nueva muestra del soul más visceral, de la versatilidad de su voz; que en Tanto se exhibe en muchos tonos con una letra altamente dedicable, y que prueba contundencia con Desahogo, un rap que, de entrada, parece confeccionado a manera de réplica.

(Vea también: El último General: la historia del primer disco de rap colombiano)

En este EP, bajo la dirección creativa de Mabiland, sigue el mismo equipo que la acompañó en 1995: Alexander Zapata en los arreglos y las guitarras, Karol Sierra en el bajo y Karla Martínez en la batería.