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Santiago Cruz muestra su lado más Elemental

El nuevo álbum del cantautor reunió la esencia de 14 voces de la música iberoamericana.

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Foto Cortesía Sony Music

El cantautor logró en su nuevo álbum Elementales, capturar la esencia de las canciones, vestirlas de muchas formas, explorar sonidos y sobre todo reunir a muchos artistas que admira y que les dan un significado especial a sus temas. 

“Yo siento que lo que hicimos fue irnos a lugares impensados para ver las canciones de frente, sentirnos cómodos y abrir la casa para que entraran los invitados. Hay mucha gente que quiero y admiro y gente con la que tengo una comunión elemental, esencial, en la manera de aproximarnos a la música, en la identidad, incluso casi de una manera filosófica con algunos de ellos”, afirma Santiago.

Elementales sin duda es uno de los trabajos más elaborados y que le tomó más tiempo concluir a Santiago. Durante algunos meses tuvimos algunas canciones y hoy por fin escuchamos el álbum completo. Hablamos con Santiago de cómo logró reunir este grupo de colegas y emprender el viaje que los llevó a esta gran placa discográfica.

¿Cómo seleccionó las colaboraciones?

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Hay una colaboración para mi muy especial con Leonor Waltin de Marlango, en Desde lejos. Es una de las canciones más importantes de mi carrera y es de esas canciones emblemáticas para quienes me siguen, lo que la hace difícil de versionar y de tocar, porque la gente tiene una relación especial con ella y no le gusta que les cambies nada. La anécdota de esta canción es que recibo una llamada de mi esposa y suena una canción de Marlango, que me conectó inmediatamente. El interés de tener determinados artistas surgió como éste y fue mucho más allá de lo comercial, tiene mucho que ver con algo más emocional para mí y si logramos que eso se sienta hacia afuera, el trabajo quedó bien hecho.

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Foto Cortesía Sony Music

¿Cuánto tiempo le tomó terminar este proyecto?

Desde que se me ocurrió la idea ya van como dos años y medio porque hay una gran logística para poder grabar a 14 artistas de Iberoamérica, hay artistas desde Chile hasta España, y también cuadrar las agendas de los productores, grabamos entre Buenos Aires, San Juan de Puerto Rico y Ciudad de México y en medio de eso estaba la promoción del disco anterior y la gira, entonces si fue un reto de coincidir con los tiempos de todos.

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¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza cuando ve el trabajo terminado?

No puedo describir la satisfacción que siento al tener la edición en vinilo y verlo completo, porque salió por partes, lo presentamos en temporadas, una cosa a la cual yo no estoy acostumbrado, uno muestra el disco cuando ya lo tiene terminado.  Empezamos a mostrar cosas y no estaba el proyecto completo, fue distinto para mí, pero fue bueno jugar con el ideal de consumo de música para la gente. También porque yo no me aguanto cuando tengo que dar sorpresas, había una estructura de difusión del proyecto, fue un ejercicio de control de ansiedad bastante fuerte.

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¿En qué cree que cedió para este proyecto?

Yo creo que en ser flexible, eso hice con los productores. La única directriz era “vamos al lugar más extraño que se le ocurra”. Fue como saltar al vacío y sentir que los demás me iban a sostener a mí y a mis canciones y eso, para una persona que le gusta en exceso mantener el control, es una terapia contra la ansiedad.

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¿Quién lo sorprendió?

Yo creo que me sorprendió mucho los lugares a donde me llevó Eduardo Cabra como productor y me sorprendí yendo a esos lugares sin ningún tipo de pudor o temor. Esas fueron las sorpresas más grandes.

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Cada álbum es especial ¿Cuál cree que es el valor de Elementales?

Pienso que cada uno le da el valor y el significado a cada canción, eso pasa con la música en general. Para mi tiene el valor de haber recorrido muchos lugares, no solo de espacio, sino de comunicación de un lenguaje que nos unió. Me siento orgulloso y hoy puedo presentar este álbum y decir lo hice con dignidad y con lo que tengo. Pero sobre todo tener el apetito y las ganas de hacer cosas distintas.

Track by track

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Baja la guardia con Andrés Cepeda

Es muy especial porque cuando esa canción salió originalmente en el 2009, Andrés había sacado una canción que se llama Día tras día, y hace diez años lo que pasó con ambas canciones y los álbumes fue un impulso del pop colombiano muy bonito por eso lo quise tener en esta gran celebración que es Elementales.

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Paracaídas con Leiva

Cuando a uno le preguntan “cuál es tu canción favorita”, uno siempre contesta mintiendo “no tengo ninguna favorita”. Todo el disco me encanta y efectivamente todas las canciones me gustan por algo las he escrito y por algo las he grabado, pero Paracaídas está en un lugar favorito de mi corazón, está en el top tres de mis canciones favoritas de las que he escrito, que no son de las más reconocidas por el público, o las que más canten o reproduzcan en YouTube. Además, me di el gusto de hacerla con Leiva que es un artista español maravilloso con una personalidad increíble y creo que la esencia turbulenta de Paracaídas va muy bien con el rock and roll de la voz de Leiva.

Pies de Duende frágil con Francisca Valenzuela

Tal vez es una de las sorpresas sonoras más grandes del disco y va por cuenta de Eduardo Cabra. Pertenece a mi disco más reciente, era difícil fusionar una cosa tan nueva, que ni siquiera fue single, pero yo sabía que era una canción especial. La versión original de la canción es mucho más tranquila, pero Eduardo me dijo: “lo que estás planteando en la canción es un triunfo y no puede ser una cosa, pausada, reflexiva, un triunfo tiene que ser como una marcha”. Por eso al final se logró darle el sentido de estar como en una cabalgata, como cuando va la caballería en una batalla triunfal, con un arreglo de cuerdas majestuoso, y Francisca Valenzuela le dio a la historia otra dimensión.

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Nosotros nunca nos diremos adiós con Fer Casillas

Yo me sentí en deuda con esa canción, por eso la traje de nuevo a la vida en este proyecto. Hace parte de la raíz de la historia, era como una promesa que intentaba hacer con la gente que sigue lo que hago y para que ojalá no nos digamos adiós hasta que nos toque, pues quiero estar en esto por muchos años. Eso se complementó muy bien con Fer Casillas, una voz nueva mexicana independiente que hace soul y R&B.

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Ya veremos con Rozalén

Nació como un bolero era una especie de homenaje a esa dupla Chavela y Sabina, durante el proceso de grabación terminó siendo de alguna manera un bolero ranchero psicodélico. Rozalén le da una profundidad a la canción maravillosa, ella es una de las cantautoras españolas más importante del momento, una mujer que quiero y admiro muchísimo.

Cómo haces con Manuel Medrano

Habíamos captado la versión original de esta canción en un concierto en el teatro Metropolitan de Ciudad de México, nos divertimos mucho. Por eso dije, para Elementales esta canción tiene que ir y además esa canción la producía Juan Pablo Vega, que produjo el disco debut de Manuel. Conocí a Juan Pablo y se armó una cosa bien interesante en la canción sumado a un ejercicio que hicimos para el videoclip que fue ponernos a tocar en el parque el Virrey en Bogotá y la gente respondió muy bonito a ese encuentro.

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Desde Lejos con Leonor Watling

Yo sentía que ese arreglo tenía una cosa de cabaret, muy noche, mucha bohemia, y Leonor tiene esa voz cargada de sensualidad y profundidad. Es de mis versiones favoritas del disco.

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Cuando regreses con Kany García

Juan Pablo Vega que tiene ese coqueteo permanente con San Andrés y con el reggae llevó esta canción a ese lugar. Entonces apelamos al lado caribe de Kany y Vega nos dio referencia vocal de fraseo, de salsa vieja, un poco “patrasiado”, no nos pegamos a la versión original, hicimos algo completamente distinto.  Fue una de las pocas canciones que grabé junto al artista en el estudio.

Estar vivos con Abel Pintos

Con Abel había casi que una conexión filosófica, ya había invitado a Abel en Equilibrio, lo quería tener porque además él me llevó de su mano por Argentina en una de sus giras por muchos lugares y pudimos compartir nuestra amistad, y filosóficamente somos muy afines, Estar vivos es una cosa muy espiritual, muy filosófica, es estar presente y disfrutar el aquí y el ahora. Eso me une con Abel y me encanta como quedó esta versión que se acerca a la mística.

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Barro, cemento y sal con Silvana Estrada

Amo esa canción, porque estamos viviendo unos momentos donde si lo primero que uno hace en la mañana es leer el periódico y ver noticias, queda uno jodido el resto del día. La realidad social del mundo y del país es muy complicada y uno busca permanentemente como faros de luz de donde agarrarse, porque el náufrago es eminente. Eduardo Cabra me llevó a mi raíz andina: yo soy de Ibagué, el folclore andino allá es protagonista y Eduardo lo hizo como en una chacarera que termina emparentada con el bambuco nuestro, hasta con el son sureño de Nariño y me llevó a la montaña. Se lo agradeceré eternamente.

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Una y otra vez con Morat

Es la canción más antigua del proyecto con algunos de los artistas más jóvenes del álbum. Yo sabía que esa canción tenía que ser con los Morat. Desde antes de arrancar todo fue una de las primeras parejas que tuve clara. La canción la produjo Juan Pablo Vega que la cantaba en sus noches de bares, y terminó siendo un circulo vital.

Y si te quedas, ¿Qué? con Ana Carolina (E sé você ficar)

Hacer una versión de esta canción era un gran reto, porque es una de las canciones insignias de mi carrera. Aprovechamos que existía la versión en portugués e invité a una artista que admiro mucho que se llama Ana Carolina. Fue muy curioso como conocí su música, fui a mezclar mi segundo disco a Brasil, lo quería grabar allá en esos momentos de independencia de industria musical. Cuando ya estaba de regreso fui a una tienda de discos, en el 2005, y le dije a uno de los vendedores: “yo soy músico, soy colombiano me voy de regreso a mi país, deme 5 discos que me tenga que llevar de Brasil y entre esos venía uno de Ana Carolina. Me voló la cabeza su voz”.

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La memoria de los sentimientos con Miranda

Hice un Teatro Opera en Buenos Aires hace un par de años e invité a los Miranda.  Pero, regresando a la historia, ellos vinieron a Rock al Parque hace unos 10, 12 años y recuerdo que fui con Fonseca, cual fanático, colegial, a ir a ver a Miranda a ese show, porque nos encanta. Entonces en Buenos Aires los invité a cantar esta canción porque sentía que nos podíamos encontrar en algún lugar cómodo para ambos y después de esa noche, dije “La memoria tiene que ir en Elementales y además esa noche estaba Cachorro Lopez que es el productor de Miranda y produjo esa canción para este álbum.

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Vida de mis vidas con Vicente García

Esa canción es del disco Trenes, aviones y viajes interplanetarios, pero versionarla era difícil. Aproveché que esa canción la coescribí con Vicente García pero en la original no había cantado con él. Cuando llego Elementales dije “la tengo que hacer de nuevo, pero esta vez con Vicente” y para rendir tributo al cariño con el que me han recibido en República Dominicana le dimos el aire de bachata que la canción siempre debió tener.

Nadie es dueño de nadie

Esa canción es de mis favoritas porque fue agarrar la guitarra y decir “vamos por otro camino, no el de siempre”. Yo creo que la música debe corresponder a los momentos sociológicos. Durante mucho tiempo en la música latina se ha avalado y aceptado de que el hombre se apropie de la mujer, de que la mujer es propiedad del hombre, hasta llegar al punto de que las mujeres se ponían el apellido de sus esposos, precedidos de un ‘de’ que denotaba propiedad. Por suerte ese modelo ha cambiado: las mujeres ya no llevan el apellido ni mucho menos con el ‘de’ ni se denominan como propiedad de alguien. Esta canción va con esta óptica, no podemos decir que otra persona es nuestra, no está bien, no es lógico. Lo que sí puedo hacer es ofrecerme a la otra persona, “yo no me atrevo a decir que eres mía pero si puedo decir que soy tuyo”. Corresponde a esa intención de visitar las relaciones personales desde otra óptica.

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