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Visceral: el disco de Paula Arenas no apto para alérgicos a la cursilería

La nominada al Grammy Latino 2017 presenta su esperado primer álbum, “Visceral”.

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CORTESÍA PAULA ARENAS
Alejandra Quintero

No importa si lo de hoy es el trap, las fusiones folclóricas, el pop experimental o el reggaetón: siempre, siempre, habrá espacio para las baladas románticas de siempre, para la canción para llorar de la cursilería, o los himnos para empoderarse. Paula Arenas lo tiene muy claro y más firme con el amor que un Cupido, lanza su disco Visceral.

Por: Juan Pablo Castiblanco Ricaurte // @KidCasti

En el 2012, Paula Arenas (Bogotá, 1988) lanzó un EP homónimo de seis canciones que oscilaban entre el funk, el soul, el jazz y el electropop. Era una muestra fresca y muy bien hecha del pop más insigne del nuevo milenio, de ese que en Latinoamérica venían haciendo bandas como Moenia o Belanova; algo íntimo, algo fiestero, algo urbano, algo juvenil. En una época en la que ese era el ritmo de moda, el “cool”, el EP de Paula Arenas era de una factura superior al común y una apuesta prometedora.

Pero Paula no siguió ese camino porque, paradójicamente, no era su camino.

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Ese EP quedó tan enterrado que ni siquiera está en sus perfiles en plataformas de streaming, ni en su canal de YouTube, y hay que hurgar en el canal de un anónimo que subió estas canciones para oírlas. En el 2015 la artista se fue a vivir a Miami a resetear su sonido –o más bien, a encausarlo por donde siempre quiso– bajo la tutoría del afamado productor y compositor Julio Reyes Copello (uno de esos nombres claves del pop latino, gestor de hits tanto para máquinas de grandes cifras como Jennifer López, Marc Anthony, Ricky Martin o Paulina Rubio, como para nombres emergentes como Juan Pablo Vega o Duina del Mar). “Yo llegué a Miami y Julio me puso a componer mucho y me decía ‘no le creo, no está siendo honesta, siga componiendo’.” 

Pasaron seis meses para que Paula pudiera convencer a Julio que ya estaba andando sobre el carril correcto. Así comenzó el largo camino que condujo a Visceral, su álbum debut y soñado, con el que se siente plenamente identificada, que ya no la hace sentir que está forzando su estilo y que recoge sus influencias y sueños musicales. Cuatro años pasaron para que hoy Paula Arenas pueda presentar estas 15 canciones de las que ya conocíamos la mitad pues seis de ellas hicieron parte de su EP Matices (2017), mientras que Tiempo al viento y Buena para nada fueron los dos sencillos que anticiparon a Visceral. Incluso Matices fue el trabajo con el que Paula se presentó contundentemente en sociedad y consiguió que la nominaran como Mejor nueva artista en los Grammy Latino 2017.

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Visceral es un disco en el que Paula Arenas tiene claro que se está dirigiendo a un público muy concreto –los románticos y cursis de siempre–, y está descartando a otro –los alternativos y los que están buscando nuevas fusiones desde el pop–. Una decisión valiente teniendo en cuenta sus primeros pasos y que ya tenía rodando algunas buenas colaboraciones con artistas como Esteman o Juan Pablo Vega. Visceral está desprendido de las modas del momento, e incluso suena atemporal pues tiene desde toques de balada ochentera, ranchera y canción francesa, hasta visos de pop urbano, homenajes a Selena y a Disney, pasando por temas donde su poderosa e inconfundible voz se recuesta sobre monumentales intervenciones de la Orquesta Sinfónica de Praga. Visceral es prender el televisor por la tarde y canalear entre telenovelas, HTV y MTV. Visceral es un embate puro y duro del pop romanticón en su máxima expresión. Con ‘Ocean’, Karol G quiere tener méritos para ser reina de su género ¿Por qué se decidió por un pop más clásico e internacional?
Mis amigos todos son alternativos, con música más indie. A mí me encanta su música, pero cuando empecé el proceso de Visceral me di cuenta de que yo era todo lo opuesto. Siempre fui por un lado apasionado. Lo que me gusta son estas letras con descarga emocional pesadísima, con melodías dramáticas y con toda esa pasión y romanticismo puesto en las canciones. Tampoco todas las canciones están en el pop: hay unas que son más noveleras como Buena para nada o Ahora soy libre; también hay unas que están en ese mundo alternativo como Nada Aquí; y está mi lado tropical, que es la bachata. Lo que hay en común en mi disco es la pasión, el drama, las letras desgarradoras y la novelería. 

¿Por qué el disco tuvo como base el EP Matices y no comenzaron otro proceso para Visceral?
Desde el principio se pensó que Matices hiciera parte del disco. Se pensó por partes como para ir probando, pero la idea siempre era sacar un álbum. De las 15 canciones del Visceral nueve son nuevas, todas hacen parte de la misma historia, del mismo proceso. Esto es un cierre de un ciclo de cuatro años para mí. Los primeros seis meses que me la pasé componiendo me di cuenta de que venía de tocar un fondo muy oscuro. Aunque parece que ese primer EP se lo estoy cantando para alguien, al desamor, realmente me lo estoy cantando a mí misma. Es una faceta muy importante en mi vida porque es un reencuentro que me dio paso para poder vivir algo más feliz. En esta fase del disco ya estoy más segura de mí, más coqueta, enamorada, incluso. Todo el disco va contando una historia, desde que la persona toca fondo, se conoce, quiere ser libre de lo que le hace daño, disfruta la soledad hasta que se enamora. Ese es mi momento actual.

¿Qué tanto se ha marcado su música por haber sido hecha en Miami?
Mucho. A mí en este momento de la vida me importa un culo lo que la gente piense. Soy romántica y punto. Mi público no es el alternativo o el hipster, sino el que cree en el amor, las letras románticas y la cursilería. Lo que sí tiene Miami que no tienen otras ciudades es que la industria está ahí y que, para componer, que es donde estoy metida, ahí sí se da mucho. Miami es un centro para ir a las ciudades que me benefician. Gran parte de mi público está en México. Me encantaría encontrar mi público acá, me fascinaría que esos romanticones que están por ahí se unieran y escucharan mi música. 

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¿Es más fácil ser optimista o negativo con la música?
Primero me sale una letra triste que una feliz, pero ahora que estoy en el ejercicio de hacer canciones con otra gente, uno se acopla a lo que la otra persona diga. Escribo dependiendo del momento anímico en el que he estado, y gran parte del tiempo he estado triste. Pero cuando estoy enamorada se ha sentido ese positivismo. Cuando estaba dichosa de estar sola, fuerte y ser una tesa por mí misma, también se ve. Mi disco no ha dependido de optimista o pesimista, sino del momento de la vida en el que estoy.

¿No es difícil exponerse tanto?
Lo asumo perfectamente y no tengo problema en decir perfectamente lo que soy. A mí no me sale. Cuando trato ser algo que no soy no me sale bien. Lo intenté, ya lo hice, traté de pertenecer a un estilo de música y no me funcionó, pero ahora que estoy siendo honesta conmigo misma no sé si me vaya a funcionar pero por lo menos estoy diciendo tal cual lo que soy y no tengo ningún problema con decirlo y cantarlo. Cada vez se me dificulta menos contar la historia de este disco porque cada vez la tengo más clara. 

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Hablemos de las canciones de Visceral.

Nada

Es una canción espectacular porque fue la primera que escribí, desde hace cuatro años. Me la escribí al darme cuenta que no sabía nada de mí, que creí que lo sabía y lo podía todo, que conocía todas las respuestas a todo, pero en realidad no sabía nada de mí. 

Ahora soy libre

Es una de mis canciones más especiales porque Julio Reyes Copello quiso juntar mi mundo de música francesa –yo me dediqué muchos años a cantar música en francés, vivía de eso–, y por otro lado me fascinan las rancheras. Queríamos hacer un mix del mundo de música francesa con la ranchera. Me hablo a mí sobre las ideas que no me dejaban progresar en mi vida, las cosas que me hacían daño y de las que quería ser libre.

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Buena para nada

Todos hemos sido unos buenos para nada. Así que por qué no arrepentirse y hacer una canción de eso. Esta la escribí con San Luis.

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Presiento

Vale la pena que la escuchen bien porque fue una canción que escribió Juan Pablo Vega con Julio Reyes cuando Juan Pablo tenía 16 años. La escuché, me encantó, y le cambié la letra para que funcionara para mí. Estaba pasando por una situación muy similar y la canción habla de cuando uno está mal con alguien, ya está a punto de terminar, pero se miente porque no quiere enfrentarlo. 

Una vida contigo

Esta sí es la novela en persona. Se la escribí a mi futuro esposo pidiéndole matrimonio y no se la pilló o se hizo el bobo. Fui muy clara, "yo quiero una vida contigo, quítame esta inmensa soledad, llena para siempre este vacío". Me fui directo. La canté con mi gran amigo Santiago Cruz porque era una canción perfecta con él para esto. Santi también es súper dramático, su música es así. Era la persona perfecta.

Es natural

La escribí con Julio Reyes Copello y Nicolás de la Espriella. Es muy linda porque es un poco más ligera. Habla de ser natural, dejarse llevar, estar y celebrar el momento. Es una canción más ochentera, con un poco más de influencia disco; no es solo instrumentos orquestados.

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Tiempo al viento

Primero la escribí para la artista Malu. Por eso tiene ritmos españoles y también se pensó que tuviera ritmo dembow. Cuando la dejé para mí tratamos de modificarla porque yo no quería dembow en mi disco, pero al intentarlo vimos que le hacía falta. Es mi única canción en pop urbano, que no es del todo, pero tiene ese lado. La canté con mi amiga Diana Fuentes y habla de una mujer que está feliz consigo misma. 

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Bandida

Tiene ritmo de bachata pero es como si fuera una canción de James Bond, con bachata. Hay que oírla. Se la hice a un niñito de 18 de años que iba al estudio y me coqueteaba. Era un famoso que estaba lanzándose, me cantaba las canciones en el piano y se quedaba mirándome, entonces me parecía muy chistoso. Le hice una canción que decía "no has aprendido a jugar y ya te crees experto". Es como yo enseñándole, "a ver mi amor ven te enseño lo que es una mujer". 

Tanto, tanto

Tiene una gran descarga emocional. Es una de las hermanas de Buena para nada porque también es piano, que yo toco, cuerdas y ya. Yo amo ese formato. Es de las canciones que me acuerda de celebrar el ahora. Soy una persona que está proyectada muchas veces y se me olvida vivir en el presente, entonces tengo canciones en todo el disco que me están recordando que tengo que volver y realmente gozar los momentos más importantes, los detalles de la vida, las cosas pendejas. 

Se siente bien

Es de mis canciones favoritas, además la amo cantar. ¡Yo amo la bachata, tiene una vaina super sensual! La hice con Diana Fuentes y fue espectacular. Se la dediqué a una persona con la que había un coqueteo, pero ya estaba pasando. No es como que te estoy conquistando, sino que dejémonos llevar por las mieles del amor. 

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Aquí

Es súper ochentera. Hay que oírla. Hay dos canciones medio raritas en el disco y esta es una de esas. Habla también de estar presente, de no proyectarse, de no estar viviendo en el pasado ni en el futuro traumatizado por lo que no pasó o lo que va a pasar.  

Suelta

Siempre había soñado ser como Selena, era mi sueño dorado. Pero primero que todo no bailo, no tengo el pelo así de negro, y dicen que soy un poco más elegante que Selena. ¡Pero yo quería ser como Selena! Siempre había querido hacer una cumbia porque me fascina, me mata, y Suelta es mi cumbia. ¿Cómo iba a tener bachata y no la cumbia que había soñado toda mi vida?   

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Dos romanticones

Mi versión de Corazón partío de Alejandro Sanz. Yo quería una canción españoleta con percusión, guitarra. Se la hice toda a mi futuro esposo y no pidiéndole que se case conmigo, sino escribiendo lo que esa persona es para mí. Es un mundo entre dos personas extremadamente cursis.

Hoy

Es una de mis primeras canciones. Hoy es la hermana de Nada, es como del mismo estilo. Mi lado más alternativo son estas dos canciones. 

Colores

Ayer la estaba oyendo y decía, "¡mierda, esta vaina es para Disney!". ¡Yo también tengo esa inspiración! Soy una fan de Disney totalmente y mi sueño dorado siempre era cantar para una película de ellos. Hay gente que le gusta ese universo, pero no va a ser tan charro de sacar una canción así, pero yo lo hice y me di gusto. Tiene a la Orquesta Sinfónica de Praga entera. Es una canción escrita a un amor enorme, a Dios para alguna gente, a su mamá para otras, lo que sea... está escrita a un amor épico.

#LaMúsicaNosUne

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