Año 2005. Un año y algo de temporada de “La Pelota de Letras”. El DVD se estaba cocinando para salir en el 2006. La gente que iba al Teatro de la Castellana en Bogotá llenaba la sala comprando sus boletas hasta con dos meses de anterioridad. Desde hace 25 años no hay un sólo día en que no esté parado en un escenario. Luego me tocaría oír a una señora que me dijo: “Tan rica la vida de ustedes los artistas”.
“En cine vi “Batman Begins” y quedé “bat-biando” porque por fin entendí la importancia de Batman, yo venía con el Batman “A go-go” de los años 60, y ahora todo estaba enmarcado en la oscuridad de Christopher Nolan”.
En Enero Cata Sandino fue nominada al Oscar, no se lo ganó, pero quedamos de subcampeones. Alejandro Amenábar sí se lo llevó; “talentoso ese muchacho, es que eso en España la educación es muy buena” diría mi mamita. Pero triste ella porque se nos murió el Papa Juan Pablo II, ya estaba “encorvado como un tres”. Lo mismo sucedió con Johnny Carson, el presentador de TV que inspiraría a Jimmy Salcedo en los años 70 y 80 y de paso a mí por inercia. Ese 2005 me presenté en Nueva York en un teatro Off-Broadway, y mi madre ya no tenía que echarme en cara el destino triunfal de algún hijo de sus amigas: “Como el hijo de Luz Marina, que trabaja en la NASA y lo consultan mul-ti-na-cio-na-les, eso vive en platalandia, a ese muchacho le fue bien yéndose pa'allá, Andrés, usted debería ensayar, sacar una visa y ver qué le sale”. Lo logré así no más, por la puerta de enfrente, sin truquillos raros de nuestra idiosincrasia migratoria. Me acuerdo de que compré el primer iPod como regalo para mi novia porque yo tenía para mi música un “gatyet” llamado Nomad. Me resistía a los productos de Apple, era más orientado a PC. Después de tanto pelear con Windows XP me pasé a Mac OS X v10.4 (Tiger) todo porque me gustaron los comerciales de “Yo soy Apple” y “Yo soy PC”; en una misma máquina podía tener los dos sistemas operativos gracias a que don Steve Jobs (alma iendita) nos ponía un procesador compatible para las dos plataformas. En cine vi “Batman Begins” y quedé “bat-biando” porque por fin entendí la importancia de Batman, yo venía con el Batman “A go-go” de los años 60, y ahora todo estaba enmarcado en la oscuridad de Christopher Nolan. Pero también llegó la película más mala, “Doom”, a la que le tenía fe pues en la universidad (1994) usábamos los computadores más poderosos para jugar ese videojuego hasta la adicción madrugadora. Me “desexionó”. En Colombia la cosa estaba pesada por la violencia. De eso no me gusta hablar. Es doloroso saber que nos matamos entre nosotros sabiendo que todos tenemos los mismos padres con diferente nombre. Pero bueno, algún día aprenderemos a “estar sentados a la mesa sin tener que pelearnos como perros y gatos”, sin estar cansando a nuestras madres de tanta peleadera. El 2005 para mí fue un tras-escena. Fanny me daba besos melcochudos. Mucho teatro. Para eso estoy vivo. Pa'l teatro sea el año que sea.