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Lo mejor y lo peor de Rock al Parque: @Cornfake

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Por: Nadia Orozco @Cornfake

El mejor concierto: The Skatalites

En el 2004 yo tenía 14 años y era la primera vez que pisaba el pasto enfangado del Simón Bolívar en vísperas de Rock al Parque. Por suerte, no se trataba de cualquier edición de Rock al Parque, no señor; se trataba, nada más y nada menos, que del cumpleaños número diez del festival. En ese entonces hasta quitarme los zapatos en la calle me caía en gracia. Ya se han puesto borrosos lo recuerdos, pero tengo la imagen de muchos arremetiendo contra Doctor Krápula, otros alabándolos; tengo el video mental de masas corriendo afanadas para no perderse el show de Spinetta; pero el recuerdo que quizá está más nítido es sonoro y es el de Skatalites: el eco de los vientos retumbando en todo el parque, las arengas de sus cantantes y un ritmo que solo podía llamar al baile, que es lo mismo que el gozo, me enamoró y hasta hoy lo vengo a entender. Aunque en ese entonces yo no lo sabía, algo me decía que esos que estaban parados allá eran unas leyendas. Y sí, que lo eran. Y hoy me alegra no haberme perdido ese majestuoso concierto.

Un recuerdo: La voz de Kele Okereke

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Era el 2008, un año guerreado para el festival; como siempre la eterna archienemiga de Rock al Parque había hecho de las suyas, la odiosa lluvia había obligado a cancelar varios conciertos del festival. También hubo peligro de cancelación por hechos violentos que se habían presentado en Hip Hop al Parque. Sin embargo, para muchos esa edición fue victoriosa (con cancelada de varios conciertos y todo). Black Rebel Motorcycle Club lo había dejado todo en la tarima, pero para mí la voz de Kele Okereke, el magnético vocalista de Bloc Party, quedó dando vueltas del tímpano para adentro por varios días. Un show contundente, potente, un concierto en todo el sentido de la palabra.

(Y la ñapa) Para el Rock al Parque del 2012, el cartel presentaba al público un cartel nutrido y diverso.  Los asistentes se enfrentaban a sonidos como la cumbia, el rap, el pop, el folk, esos mismos ecos que aunque ya llevan muchos años haciendo de las suyas en RAP nunca van a dejar de causar tensión. Cayendo la tarde en el escenario aparecieron Los Pirañas. Para unos nuevos, para otros viejos conocidos. Eso no importa. Al final todos terminaron seducidos antes el tropical noise y como en un ritual comunal el baile se apoderó del escenario Panamerika. El baile que como siempre lo es todo.

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Lo peor de Rock al Parque: El toque toque

Como ya no me cae en gracia quedar en medias sobre el pavimento, puedo decir que esa es una parte poco agradable, y que aunque se ha convertido casi que en un ritual obligado, es un tanto sobreactuado. Sobre todo porque he sido testigo de qué los policías gastan tantas energías en revisar el calzado de los asistentes, que adentro quedan sin aliento para atender cuando se les llama (sin generalizar claro).

 

 

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