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¿Hubo realmente un narcotraficante que embalsamó a su mariachi preferido?

¿Un narco colombiano embalsamó a uno de sus mariachis preferidos por haberlo traicionado? Estrenamos episodio de ‘Mentiras verdaderas, verdades mentirosas

Cuenta la leyenda que un narco colombiano embalsamó a uno de sus mariachis preferidos por haberlo traicionado. Estrenamos un nuevo episodio de ‘Mentiras verdaderas, verdades mentirosas’.

Desde el antiguo Egipto, hasta las civilizaciones primarias que poblaron América, el embalsamamiento era una práctica común entre las élites, entre los personajes insignes que merecían trascender a otros planos de la existencia. Pero en estos tiempos es un acontecimiento más bien extraño, una labor relacionada con personajes que se encuentran al borde de la locura (como Norman Bates en Psicosis). O de la excentricidad.

En Bogotá, en los 80, cuentan las leyendas urbanas, que hubo uno de esos personajes cuya riqueza obtenida rápidamente con el narcotráfico lo llevó a un nivel de excentricidad tal que le dio por embalsamar a sus seres queridos. A sus compañeros más cercanos. Sin discriminar entre especies. Uno de ellos, dicen, era uno de sus mariachis preferidos: el mariachi Marco Antonio Medina. Y, presuntamente, fue víctima del embalsamamiento porque su patrón, el capo, el que daba las órdenes, consideró que lo había traicionado.

O bueno, eso dicen las leyendas, que solo son leyendas. Y que acá reconstruimos en una de nuestras series web más queridas: “Mentiras verdaderas, verdades mentirosas”. Una producción que explora un formato audiovisual realmente transgresor entre la realidad y la ficción, muy necesario ante la avalancha de información y desinformación que circula en Internet.

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Con ustedes, para que se entretengan y se cuestionen, el segundo capítulo de “Mentiras verdaderas, verdades mentirosas”: El mariachi embalsamado. Y acá pueden ver la anterior entrega de la serie: Restaurante Caníbal.

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