Seguimos desmitificando los tutoriales o como le gusta llamarlos a Milo: “Tutoriales la tenés adentro”. Esta vez la idea es saber qué tan complicado puede ser hacer un vaso con una botella de cerveza.
Con técnicas propias del formato ‘Hágalo usted mismo’, el fracaso es casi que garantizado, pero lo más importante ahora es no cortarse hasta el orto en el intento.
Dejémonos de pendejadas ¡Malditos tutoriales! Casi nunca son para dummies.
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