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15 años de ‘Undergroove’ de Jiggy Drama, un clásico del rap colombiano

Una radiografía extensa de un disco de rap adelantado a su tiempo: ‘Undergroove’, de Jiggy Drama.

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Foto Cortesía de Audio Lírica Entertainment.

Quizás para algunos sea el cantante de La Fuga o La Flaca, cortes obscenos para sacudirlo en la disco. Pero antes de esos temas Jiggy Drama hizo Undergroove, un clásico del rap colombiano, publicado en 2005 por Audio Lírica Entertainment.

Por Santiago Cembrano @scembrano // Fotos: Cortesía Benny B y Audio Lírica Entertainment.

“Llegó el que era / Crazy flow pa’ todo el que quiera/ La tiradera / Tú eres pasado, esta es mi era / Jiggy Drama: al que tu novia se la mama / Soy el futuro como Futurama”. Con esas líneas se presenta Heartan Edward Lever Criado, también conocido como Jiggy Drama, en Pásame el Mic. Eran las primeras rimas de un trabajo de varios años, su disco debut Undergroove, que condensó toda su educación rapera ortodoxa con los sonidos más comerciales del género.

Jiggy nació y fue criado en San Andrés y esa cosmología se refleja en el disco. Su mundo era rap, pero también dancehall y reggae, playa y fiesta. “Liricalmente, yo soy un genio / Soy nuevo en la calle como el Transmilenio”, afirma en Pásame el Mic, antes de cantar sobre las vacaciones por Colombia, una historia de celos con un desenlace fatal, su amor por las mujeres negras, su día a día y su cosmovisión y, sobre todo, cómo es mejor que todos en el panorama de raperos colombianos.

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Quizás para algunos sea el cantante de La Fuga o La Flaca, cortes obscenos para sacudirlo en la disco. Pero antes de esos temas Jiggy Drama hizo Undergroove, un clásico del rap colombiano, publicado en 2005 por Audio Lírica Entertainment. Producido por Benny B, fue un puño contundente de Jiggy (entonces de 22 años) sobre la mesa del rap bogotano y colombiano. Cuenta con 19 temas y colaboraciones de S.A. Finest, Antombo (Profetas), Big Mancilla, Blazem, Lianna, Devia, Patricia Medina, Juan Habitual, JHT y el mismo Benny.

Como lo dice el nombre, Jiggy llegó a mezclar el aspecto más underground del rap capitalino con el groove que traía desde su San Andrés natal. Y ahí está el encanto del disco, ese balance entre las barras agudas y ambientes más cálidos y fiesteros, inusual combinación en el hip hop nacional de esa era.

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Quince años después, sigue siendo una placa vibrante que resiste el paso del tiempo —una de las características de un clásico—, con instrumentales y letras adelantadas su época. “De novato a veterano con un solo CD”, escupe en Sentencia Previa, y esa línea habla de la confianza con la que se acercó a Undergroove. El álbum muestra sus habilidades y ponches junto con rimas que retratan su estilo de vida playero y fiestero, con metáforas y recursos como el “It’s like” que aún no estaban en boga en 2005. Su sentido del humor y el peso de las mujeres (tanto como colaboradoras como como objetos de las letras), columnas de la propuesta de Jiggy que desarrollaría a lo largo de su carrera, brillan en su álbum. Se demuestra como un autor con una voz propia que seguiría desarrollando después. Por otro lado, varias de sus referencias muestran su conexión con la actualidad del rap gringo de inicios del siglo XXI y con la historia de la cultura. De hecho, cerca de la mitad del álbum es rapeado en inglés, una de varias características que rastrea el origen de Jiggy hasta San Andrés.

En Undergroove no se puede dejar de destacar la fuerza de la producción de Benny B, uno de los beatmakers más importantes en la historia del rap colombiano. Fue el arquitecto que logró la amplia paleta sonora del álbum.  Temas como Pásame el Mic, Cuatro Emcees y Sentencia Previa se acercan al rap más clásico, mientras que Fire y Vacaciones reflejan el impacto del rap más comercial y los sonidos del sur de inicios de los 2000. Mujer Negra y Preguntas y Respuestas, por su parte, le dan un lado J Dilla del disco.  

“Benny es un caballo. Uno de los productores más talentosos con los que he trabajado hasta el sol de hoy. Queríamos ser el aire fresco, algo diferente frente al underground de Bogotá. Yo creo que para Benny también fue la oportunidad de mostrar que podía saltar al reggae, al R&B, al dancehall. Había canciones arriesgadas, pero yo no tenía miedo. Estábamos cómodos haciendo lo que nos gustaba. La producción también tuvo mucho que ver con que el álbum sea recordado hasta el día de hoy, porque fue lo que lo hizo diferente a los demás de la época”. Hot y Work Ya Body son producidas por Jiggy.

El respaldo de Audio Lírica fue un impulso monumental para la carrera de Jiggy como MC. Para 2005, Benny Bajo ya había producido clásicos del rap colombiano como Música En Mí (2004) de JHT y Polizones (2004) de Flaco Flow & Melanina. Su estilo abarcaba la dureza del asfalto bogotano y lo fusionaba con otras dinámicas, y esa capacidad queda demostrada en Undergroove, que si solo fuera un beat-tape ya sería contundente. Por su parte, Jiggy venía de S.A. Finest, una agrupación de dancehall de San Andrés con un sonido lleno de bajos y letras sudorosas y lascivas. La unión de ambas cabezas potenció sus fortalezas y creó la estructura sobre la que se construyó Undergroove: un disco de rap que buscó revolucionar lo que había a su alrededor con tanta picardía como fuerza en cada remate.

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Undergroove fue hecho por tres cabezas. Además de Jiggy y Benny, una figura fundamental en la creación del álbum fue Billy Jack Hooker, gran amigo de ambos que fungió como productor ejecutivo. Él, amigo de Jiggy desde San Andrés, le insistía que era hora de hacer un álbum. La unión con Benny fue perfecta, porque ambas partes estaban buscando un compañero dinámico y que superara el sonido underground predominante en Bogotá. Así lo recuerda Jiggy: “Es mi primer álbum, sacado con las uñas. Obviamente sentí que había logrado mucho. Para nosotros aquí en la isla era mucho. Estaba muy confiado en que lo que había hecho había hecho una diferencia de la escena del hip hop colombiano. Tal vez para muchos sí sea un clásico, otros quizás no estén tan de acuerdo, pero yo en esa época supe que habíamos hecho algo diferente. Cuando lo saqué, supe iba a mover el piso en la cultura”.

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Jiggy Drama llegó a Bogotá en 2001, a los 18, y se fue adentrando en la escena hip hop de la ciudad. Entre Hip Hop al Parque y fiestas de rap, pasaba su tiempo rodeado de hoppers, soñando con hacer su álbum de rap. Había discos desde Bogotá, Medellín, Valle del Cauca, el Pacífico, pero San Andrés —donde no tantas personas escuchaban rap—no tenía representación en el partido. Por eso sintió que él debía ser el que se parara por su isla. Había mucho por decir, y lo iba a hacer al estilo sanandresano.

Jiggy aún no conocía a Benny. Cuando estaba pensando cómo hacer su disco, los presentó Lianna, amiga en común de ambos y del parche que vivía en Galerías. Benny recuerda que, antes de conocerlo, ya había escuchado de él: su socio de Audio Lírica, Giovanni, había resaltado sus habilidades y flow luego de verlo en tarima rapeando con la máscara de Scream. Cuando se conocieron encajaron como un buen sample con la batería precisa. “Broder, tuvimos el pegue. Estábamos escuchando la misma música, teníamos las mismas ganas de hacerla y que sonara de avanzada. Hubo una conexión inmediata. Sabíamos que el tipo era una bestia e iba a ser la punta de lanza de nueva música urbana de las islas”, recuerda Benny.

Los unió la afinidad por sonidos que, en la época, no eran usuales en el rap bogotano, y que luego cristalizarían en Undergroove. Les gustaba el rap más underground, pero también disfrutaban su lado comercial y de fiesta, así como las fusiones de rap con dancehall o R&B. En San Andrés entonces llegaba la señal de BET (Black Entertainment Television), que mantenía a Jiggy actualizado de lo que estaba pasando en Estados Unidos. Un parche en el estudio de Benny podía pasar del rap independiente a lo más gangsta. Luego sonaba jazz o reggae. El equipo estaba consolidado y buscando la forma de plasmar todas esas influencias en el álbum.

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Al escuchar Undergroove es tangible el peso que tuvo el conscious rap o el backpack rap en él: Common, Talib Kweli y Mos Def, el MC favorito de Jiggy. Pero también hay huellas de Jay-Z en su estilo más rumbero, de la marca registrada de Kanye con samples de soul acelerados e incluso de ambientes al estilo Slum Village. “Era lo que quería transmitir, que no todo era Wu-Tang, Mobb Deep o 50 Cent. Era como ‘Hey, hay otra clase de hip hop y queremos mostrarlo’”, recuerda Jiggy. Él mismo admite que, por ejemplo, Preguntas y Respuestas es como su versión de Questions de Common con Mos Def, del Like Water For Chocolate; Mujer Negra, por su parte, es como su versión de Brown Skin Lady de Black Star. Al escuchar con atención se evidencian las columnas que sostienen el sonido del álbum. 

En San Andrés era común escuchar reggae o soca como los de Magical Beat o Rebels. Jiggy, desde antes de S.A. Finest, buscaba incorporar las rimas a su día a día. “Desde la época del colegio le buscaba las rimas a todo, era mi hobby. Estaba constantemente haciendo freestyle en la ducha para mantener afilado el juego de las líricas y los punchlines”, recuerda Jiggy. Cuando llegó a Bogotá y se abrió la posibilidad de hacer un álbum con Benny, supo que era lo que buscaba para consolidar su propio camino musical:

 “Tenía la responsabilidad de representar a la isla frente a los MC de Bogotá, ¿me entiendes? Tenía que venir afilado”.


 

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Undergroove se empezó a trabajar en 2003. Benny y Jiggy iban al centro a buscar vinilos y luego a la casa de Benny, donde estaba empezando a montar un estudio para hacer los beats y maquetas de los temas. Para capturar la voz iban a un estudio por La Esperanza, lo que significaba un largo camino de vuelta a casa para Jiggy, que vivía en Cedritos: “Salíamos tarde y volvía a la casa cagado, brother, cruzando los dedos para que no se montaran al bus a atracar, porque ya me había pasado varias veces”.

Como lo recuerda Jiggy, la mayoría del rap colombiano de inicios del siglo XXI apuntaba a la crítica social. Sin estar en contra de esas temáticas, sí quería oxigenar el contenido de sus letras, darles diversidad, que reflejaran las distintas partes. “El hip hop no es solo eso, también es esa herramienta para narrar lo que te rodea. No siempre estás en pelea con la sociedad, hay momentos en que cuando llega el fin de semana quieres ir a farrear, ¿me entiendes?”.

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En la disputa por lo real, Jiggy recuerda que en los cyphers en los que participaba en Cedritos, al norte de Bogotá, muchos MC destacaban lo “difícil” que era su vida: “Eran manes de papi y mami con sus camisetas RoccaWear y Ecko, vivían bien, tenían más plata que yo, pero el que los escuchara iba a pensar como ‘Hey, estos manes están en la inmunda’, porque hablaban de que no tenían nada. Eso me parecía muy ficticio, y te acreditaba como un MC real. Pero eso no era real para mí”.

Ese era el rumbo predominante que Jiggy escuchaba en el rap bogotano, y un camino del que se iba a alejar en su álbum. “Brother, yo vengo de una isla donde, gracias a Dios, uno la pasa bien, se divierte, rumbea con los amigos, sale a la playa. Ese era mi entorno, lo plasmaba en mi música: era mi forma de ser real. No sería real para mí tratar de crear un personaje que no era yo”. Iba a ser real a su manera, enfocándose en su entorno y lo que conocía. Esa era su misión.

En Sentencia Previa, Jiggy rapea con el puñal entre los dientes: “Muchos dicen que debería cantar reggaetón / Que soy muy pop pa esta vaina del rap, no seas güevón / Tengo más flow que tú, escucho rap antes que tú”. Era la respuesta a los comentarios que venía escuchando desde antes de que el disco saliera al mercado.

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Con S.A. Finest se habían presentado en Hip Hop al Parque y, en el rap, su estilo tenía un color tropical que hacía inconfundible su origen isleño. Incluso, en fiestas y bares, cuando él y sus amigos hacían sonar hip hop más “rumbero o playero”, llegaban las miradas gruesas y los reproches: les decían que eso era pop o demasiado comercial. Con líneas como la de Sentencia Previa Jiggy apuntó a sacarse la espina: “Era mi forma de decir ‘Mira, el hecho de que haga hip hop fiestero o con lírica fiestera no me quita que venga escuchando hip hop desde hace muchos años o que conozca de la cultura y todo lo que incluye desde hace muchos años’”.

Según el diagnóstico de Jiggy, lo que llegó a Bogotá fue el estilo de Public Enemy. Era un enfoque más centrado en el análisis social. Y aunque respetaba la esencia del rap bogotano, su lucha con Undergroove también fue mostrar que no tenía por qué aplicar al resto de Colombia. Al final de cuentas, comenta, el hip hop empezó en forma de fiesta en el Bronx con DJ Kool Herc: lo primordial era el baile, pues las rimas del MC eran para activar a los que lo daban todo en la pista.

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En San Andrés la esencia era distinta y el rap iba a sonar distinto. “Mucha gente de la escena me miraba en esa época como ‘No, este man no debería estar haciendo hip hop, no representa el hip hop colombiano’. Deberían saber que Colombia no es solo Bogotá”.

Ya tenía los planos avanzados de cómo quería construir su disco, pero faltaba un elemento. Lo habían formado en su gusto musical y como rapero, pero no los veía presentes en el panorama del rap de la capital: las habilidades del MC. “Estábamos olvidando los juegos de palabras, los punchlines. En esa época no eran lo que te hacía sobresalir como MC. Yo dije ‘Esto es lo que me gusta a mí, esto es lo que escucho, entonces voy a mostrar ese lado’”.

De más de una forma, el disco de Jiggy estaba siendo determinado por una gran influencia del rap bogotano, entonces. La clave es que la influencia se notaba en lo que no quería hacer, en cómo buscaba alejarse de varias características del rap rolo. “Después de todo, es tan importante saber lo que quieres hacer como de lo que buscas desmarcarte”.

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Undergroove tiene varias referencias y comparaciones con el rap gringo. Era un momento en que el símil no era un recurso común en el rap colombiano. En esa dinámica brilla la educación rapera de Jiggy, que había empezado a escuchar rap a inicios de los 90 con Kriss Kross, The Chronic de Dr. Dre y Doggystyle de Snoop Dogg. Dominar el inglés lo ayudó a entender la cultura y profundizar su conocimiento de ella.

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A la hora de hacer su primer álbum quería incluir homenajes al rap noventero que lo crio, a su escuela. Y esta era indefectiblemente gringa: lo más cerca de escuchar rap en español mientras crecía fue Magic Juan de Proyecto Uno, algunas canciones de Vico C y otras de El General.  “Como era mi primer álbum, quería hacerle un homenaje a esa época, entonces metí muchas referencias. Puede que esto suene muy iluso, pero sentía que ya yo era parte del juego. Había escuchado que los MC hacían referencia a otros MC, entonces con este álbum yo también lo hice”.

Cerca de la mitad de Undergroove es rapeado en inglés, algo que le ocasionó críticas a Jiggy: que si se le había olvidado que era colombiano, que si se creía gringo. Pero en la lengua también se refleja el entorno de Jiggy. Mientras crecía, no era común escuchar español en su barrio, y en San Andrés no tiene nada de raro escuchar inglés.

“Hasta el sol de hoy, mucha gente tiene esa mentalidad de que si eres colombiano, debes hablar español. Toda persona es libre de hablar el idioma que quiera. El inglés es parte de mi identidad y lo que soy. No es que quiera chicanear, así soy yo”. A pesar de las críticas, cuando lo buscaban para una colaboración a veces le pedían que lo hiciera en inglés para que sonara distinto. Hasta hoy, si cuando está escribiendo le fluyen líneas en inglés, las abraza.

Otra dimensión en la que se nota el impacto del rap gringo es en el contenido sexual de Undergroove, así como muchas líneas dirigidas a las mujeres. Undergroove está lleno de damas en bikini y de una actitud lasciva constante. En una escena que era más discreta en ese aspecto, Jiggy llegó sin timidez a hablar de “Paisitas apretadas en su jean, Take your short off y Boquita sabor a caramelo”.

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En las fiestas de rap, analizaba él, las mujeres disfrutaban los temas de Wu-Tang, KRS-One y Born Jamericans, pero había un sentimiento especial cuando sonaban un tema de Ja Rule con Ashanti. “Yo veía que les parecía sexy, era el momento de la rumba donde podían sentirse mujeres. En esa época, en el juego faltaban canciones hacia las mujeres. Entonces, ¿por qué no hacerlo?”. Sabía que había mujeres que lo escuchaban, y quería rapear para ellas: no quería hacer todo un disco de habilidades y barras. Ese lado más sexual, admite, se apoderaría más y más de su música con el paso de los años.

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Jiggy no solo canta sobre mujeres y para las mujeres, también canta con mujeres. Antombo Langangui (Mujer Negra), Patricia Medina (B.O.D.Y.), Devia (Sentencia Previa) y Lianna aparecen en Undergroove. Ya existía una colaboración con Lianna como Junto a Ti, y en Undergroove exploran un ambiente más soleado en M.V.P. y una onda más dancehall para Work Ya Body, para la que Lianna sugirió un sonido que también fuera escuchado en San Andrés. Además de estar agradecido con ella por haber sido el puente para conocer a Benny B, Jiggy es contundente en su apreciación de Lianna: “Es esa voz: viene de esa escuela del R&B de los 90, con la que crecí. Si fuera por mí, habría más de dos canciones con ella. Lianna debería tener ese puesto así tipo Mary J Blige en la cultura del hip hop, eso es lo que ella representa. Hasta el sol de hoy quisiera seguir trabajando con ella. Siempre la saludo cuando nos encontramos en la calle o en Def Jamaica; tengo muy buenos recuerdos con ella. Quisiera volver a grabar algo con ella: esa conexión del MC con la cantante de R&B nunca pasará de moda”.

Quizás un aspecto de Undegroove que delata el paso de los años (además de referenciar a Transmilenio como algo novedoso) y que no ha envejecido bien es Crónica de un Engaño. Es una canción de storytelling en el que el narrador, luego de encontrar a su novia con su mejor amigo en su cama, los mata a ambos. Es claramente fantasiosa y exagerada, y él mismo se castiga suicidándose. En todo caso, el valor del shock que esta canción pudo haber tenido en 2005 —un par de años antes, Eminem había escalado a la cima del mundo musical con relatos violentos contra su novia y su madre—palidece frente a la conciencia general en 2020 frente a los feminicidios y la violencia de género.

Undergroove mantiene su vigor como un álbum irremplazable en la discografía histórica del rap colombiano. Lo under de Bogotá se unió con el groove de San Andrés para abrir nuevas posibilidades para el rap colombiano, tanto en el sonido como en su contenido. “Cuando termino dejo mi signo como El Zorro”, advirtió en Pásame el Mic. Ahí en la pared sigue una huella indeleble de su orgullo isleño con empeño.

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Undergroove canción por canción

Music (Intro)

Jiggy: Con el intro, queríamos ponerlos en contexto frente a lo que se venía: iba a ser un álbum con un alto porcentaje de inglés. Quería hacer ese puente entre San Andrés y el interior del país. Antes de que dijeran “Ah, este man por qué canta en inglés”, debían saber que acá en San Andrés se hablan tres idiomas: el inglés, el español y el creole, la lengua nativa de la isla. No deben juzgar la música por el idioma. No por estar en Colombia solamente se habla español: hay muchos idiomas y dialectos; está el creole, el wayuunaiki. El intro era para hacer un puente cultural entre San Andrés y el resto del país y que supieran qué venía en el álbum.

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Benny: Había una época en la que buscábamos muchos samples en vinilo y escuchábamos mucha música variada. Jazz, soul, funk… nos íbamos a los clásicos y encontrábamos joyas. Para hacer el intro queríamos generar un ambiente con distintos samples, el piano, la marimbita, la guitarra… una onda bien jazzy.

Pásame el Mic

J: En muchos de los álbumes que escuchaba mientras crecía, la segunda canción iba a matar: “OK, este soy yo”. Era mi primer álbum, tenía que demostrar quién era y mis habilidades como MC. Por eso se llama así: era mi oportunidad para demostrar lo hambriento que estaba. Era muy joven en esa época y quería dejar mi huella. Crecí escuchando muchos álbumes de Jay-Z, y la segunda canción del álbum solía ser junto a DJ Premier. Con Benny quisimos crear esa sensación, como si fuese un beat tipo DJ Premier. En esa época, DJ Cas era el maestro de los scratches, entonces nos conectamos con él para hacerle un homenaje a DJ Premier a nuestro estilo.

B: Eso fue una desbaratada de un sample, lo asesiné totalmente. Loco, cuando este man escupe ese primer verso de “Pásame el Mic”, ahí tú sabías que estabas enfrentándote a un monstruo: un man que venía muy fresco, con demasiado flow, muy actualizado, pero con mucho respeto hacia los clásicos del hip hop. Él escuchaba mucha música todo el día, toda la semana. Estábamos muy nutridos de sonidos en esa época. Nadie sonaba así. Era un viaje a lo DJ Premier, bacano.

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Fire

J: Es la canción para presentar a mi agrupación, S.A. Finest, a la escena. Es un dancehall con sonidos de flamenco. Queríamos mostrar lo que hacíamos en San Andrés, lo que era real para nosotros: como decir “Nos gusta la playa, el trago y la fiesta”. Fue la única canción de esa época en la que pude traer a los cuatro integrantes del grupo.

B: Probablemente es una de las primeras canciones de dancehall–hip hop que sonaron similar a lo que estaba sonando en Jamaica y a la influencia de los jamaiquinos en los Estados Unidos. Cuando la gente escuchaba esto sentía ese nivel que estaba trayendo San Andrés con su representante en la capital.

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Stop, Look and Listen

J: Es como un “Pásame el Mic” pero en inglés: mostrar MC skills. Fue como “OK, ¿te gustó lo que hice en ‘Pásame el Mic’? Puedo hacer algo así, pero en inglés. Soy bilingüe. No solamente soy nice on the mic on Spanish, también soy nice on the mic in English”.

B: Los scratches, así como en “Pásame el Mic”, los hizo DJ Cas. El tema tiene un gran poder. Samplea a Tom Jones y quedó pesada pero Funky. Eso era clave, mantener lo funky, el soul. No sé, era un viaje. Hoy escuché todo el disco y me pregunto cómo estaba produciendo. Era un tema de sensaciones, feeling y trabajo con los amigos. Hicimos buena amistad a través de este álbum. Hasta el sol de hoy somos vales. De pronto musicalmente nuestras vidas se movieron, pero nos sigue uniendo el buen hip hop. Fue un hip hop refrescante.

Mujer Negra

J: Queríamos hacer algo tipo “Brown Skin Lady” de Black Star, con mi toque. En el coro necesitábamos que se sintiera como una mujer negra, esa afroethnicity. Benny venía trabajando con Profetas, y Antombo estaba en el estudio. Le dijimos “Déjate llevar, lo primero que te llegue a la mente”, y ese fue el coro.

El solo de guitarra al final lo tocó el hermano de Benny, David King. Y al final, Benny tuvo la idea de samplear a Celia Cruz cantando azúcar. Es un homenaje a la mujer negra. Hasta el sol de hoy, muchas me escriben y me dicen “Hey, ¿cómo así que hasta ahora estoy escuchando esta canción? ¡Es muy bonita!”.

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B: Jazzy, nada más que decir. Patraseado, a lo J Dilla, no sé. Hacíamos esto de puro feeling. Encontraba los sonidos y hacíamos algo similar a lo que escuchábamos. Lo chévere es que cada sample lo escogíamos y lo poníamos de una manera muy limpia.

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Dem Talk About War

J: Ya venía conociendo a Mancilla, parchábamos mucho. A veces íbamos los fines de semana al estudio de Benny solamente a parchar y a escuchar música. Siempre le decía “Brother, tú tienes que estar en mi álbum, sí o sí”. La canción donde dijimos “Aquí Mancilla cae como anillo al dedo” fue esta. El beat trae el sample de “Drugs” de Lil’ Kim: siempre me había gustado esa guitarra y la logramos flipear con Benny para que sonara más dancehall. Mi estrofa y la de Blazem eran en creole, y queríamos que Mancilla tradujera lo que queríamos transmitir.

B: Una guitarra bien R&B y soul, con un beat de dancehall. Mancilla, siendo capitalino, traía un viaje innato hacia el dancehall, reggae, soul… brutal. Nadie sonaba así, con el respeto del movimiento colombiano. Nadie sonaba como el equipo de este álbum.

MVP

J: Tal vez la letra de “MVP” sea un poco heavy, pero eso pasa cuando creces escuchando a Snoop Dogg. En esa West Coast hip hop todos se creen pimps, entonces yo me creo un pimp en esta canción. Fue muy cool. Lianna era perfecta para el coro. Queríamos darle ese sonido de los 90, y creo que se logró.

Y bueno, al final de la canción… Siempre junto a Billy Jack nos gustaba escuchar los interludios. Había álbumes con interludios en Colombia, pero no eran muchos, entonces yo decía “Mi álbum debe tener interludes, así no sea un track solo”. Incluso la voz del man la hace Billy Jack, junto a Gina Archibald, una amiga de San Andrés.

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B: Hip hop con R&B, con Lianna en el coro. El sample lo había utilizado Busta Rhymes previamente en “Woo-Hah!!!”. Lo usamos porque en la investigadora de vinilos encontramos el mismo. Muy inspirado en el hip hop de Biggie, 2Pac…

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Vacaciones

J: Te voy a ser sincero: no es de mis favoritas del álbum. Hoy lo escucho y pienso que podría haberla cambiado por otra canción. Pero sentí que le hacía falta al disco algo re rumbero en el beat, más comercial. Y siempre había querido hacer una canción como de las ciudades donde había estado. Captar la esencia de las ciudades. Me imaginé el video en una chiva recorriendo todo Colombia. Musicalmente, queríamos hacer algo tipo Neptunes. Cuando Benny vea esto va a decir “¿Cómo que no te gustó? En esa época me dijiste que te gustaba”. Pero para como venía el álbum, esa canción está ahí como que “Meh”.

B: Canciones como estas eran detonantes de “Si eres comercial, o si eres real”. Eran canciones que hacíamos para las vacaciones en San Andrés, era nuestro plan a final de año. Y estas canciones sonaban de party. Como Joe Budden, Pharrell Williams.

Sentencia Previa

J: A Devia la había escuchado en Música En Mí de JHT, y me habían parecido muy cool su flow y su deliver. Habíamos tenido conversaciones sobre la ropa: cuando íbamos a las fiestas, la gente se guiaba mucho por cómo vestías. Todo el mundo era con sus pantalones Rocca Wear, buzos South Pole o Fubu. Recuerdo que solían juzgar mucho: si no vestías así, valías verga. Con el parche isleño vestíamos normal: pantalón, la gorrita, el bucito y ya, ¿me entiendes? Éramos el cero a la izquierda. Siempre decíamos como “La forma en que vistas no te hace más real, no te hace saber más de hip hop, no trabaja en tus lyrical skills”.

Devia habla de eso en su estrofa. Para mí, era como decirles elegí a “Devia para esta canción porque ella lo hace mejor que muchos MCs”. Sé que a muchos no les gustó esa línea, pero era la verdad. Conocí a muchos MCs en esa época que creían que tenían el mundo en sus manos, pero líricamente no era así, y Devia podía hacerlo mucho mejor que ellos. Era la canción perfecta para hablar de esa temática.

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B: Sonido latino. El flow de Jiggy es bárbaro, es de sus mejores canciones. Muchos dicen que debería cantar reggaetón / Que soy muy pop pa esta vaina del rap, no seas güevón. Ya estábamos viviendo la entrada del reggaetón y la guerra de la comunidad hip hop en contra de su popularidad. A Jiggy, por su estilo, acento y fusiones, lo empezaron a tildar desde muy temprano de reggaetón, porque tenía un sonido que no era tan colombiano.

Hot

J: Es otra de las canciones producidas por mí. Yo la escucho hoy y digo “What the fuck, ¿qué me estaba pasando por la mente? Qué recocha de beat”. No tenía miedo, y era lo que sentí en ese momento. Hice el beat y me creía Timbaland cogiendo samples de flautas todas locas y sonidos de tambores. Era mi forma de mostrar el lado rumbero que no podía dejar atrás. Me la imaginaba sonando en un carro, por el bajo. Es eso: “¿Gow you feelin’? ¡We feelin’ hot!”. Música para rumbear, tomar y parchar con los amigos.

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B: Esta canción la produjo Jiggy. Tenía unos sonidos de avanzada. Estábamos muy atentos a escuchar lo que estaba sonando en la actualidad de los 2000 de Estados Unidos. Mucho groove, él producía muy bien.

Cuatro Emcees

J: Por esa época tuve una conexión con JHT. Recuerdo que parchábamos mucho. Él tenía un local en una de esas ferias artesanales de la 140, donde vendía ropa y CDs de hip hop. Me quedaba cerca a la casa y lo visitaba. Nos sentábamos a escuchar canciones en el local, nos tomábamos unas cervecitas de vez en cuando y hablábamos mucho de la escena. Nos parecían muy curiosos todos los personajes de la escena: “Ah, si yo visto de cierta forma, yo sí soy MC; si tú no vistes de esta manera, no eres oficialmente un MC”. Siempre debatíamos esos temas, las canciones y el contenido de las letras.

Cuando él grabó su álbum me invitó a hacer una canción, “Pussycat”. En esa época, en La Real Audiencia, con Audio Lírica, éramos un parche y era como que el álbum de Flaco Flow y Melanina debía tener un featuring con Jiggy, o miembros de S.A. Finest o Lianna; en el álbum de Juan Habitual también, y así. Nos rotábamos. Yo estuve en los álbumes de los demás, era obvio que tenían que estar en mi álbum. Éramos una familia.

Para “Cuatro Emcees”, la base del ritmo como tal, fue que junto a Benny nos basamos en “4, 3, 2, 1” de LL Cool J con DMX, Method Man y Redman y Canibus. Yo llamaba y contestaba JHT, luego la llamada pasaba a Benny y luego a Juan. Era nuestra forma de decir “OK, somos 4 MCs, vamos a hablar de lo que queramos, vamos a sacarnos esa piedrita del zapato”. Esa canción fue la oportunidad perfecta. Sabíamos que iba a tener repercusiones, que después de la canción muchos nos iban a criticar y a decir “Ah, este man quién es pa’ decir esto”. Pero se tenía que decir y se dijo.

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B: Rapeamos los cuatro. Full latino, un sample medio cubanoide; la conga, la guitarra cubanizada. El flow de los cuatro.

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Preguntas y Respuestas

J: Es como mi versión de “Questions”, de Common con Mos Def.

B: Viaje jazz, nos gustaba mucho sonar Jazzy. Es una cancionzota, el sampleo es tremendo. Claps a lo Slum Village o J Dilla. Está muy bien escrita.

Fuck Dat

J: Yo ya tenía escrito el coro. Queríamos hacer una parodia de “Lean Back” de Terror Squad y Fat Joe. Es el mismo palabreo, cambiando la letra. El beat era Benny siendo un caballo. Me dijo como “Hice unos beats, te voy a ir mostrando a ver qué te gusta”. Sonó ese fuckin’ beat y yo dije “Espérate, eso es perfecto para esta parodia que yo tengo de ‘Lean Back’”. Grabamos el coro y luego hice las estrofas. Blazem estaba en el estudio ese día y yo le dije “Bro, tienes que meterte aquí. Una voz de dancehall en esta canción sería la verga porque es inesperado. El ritmo es bien hip hop, oscuro y underground, esos violines sonaban todos tenebrosos. La verga que llegara una voz de dancehall en la última estrofa”.

B: Toda en inglés, pesada. Sampleo distraído, no se detecta bien de dónde salió. Es variado el disco.

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BODY

J: En esa época yo estaba muy into Kanye West y College Dropout. Le dije a Benny “Necesitamos una canción con samples así de ardillitas, soul acelerado”. El main source de la canción fue “Slow Jamz” de Kanye West, con Twista y Jamie Foxx. Queríamos hacer algo por esa onda. No quisimos ir a buscar samples de soul de los 60, porque pues casi todo el mundo estaba haciendo eso. Kanye y Just Blaze ya habían fusilado todos esos samples. Estaba escuchando el álbum de Nina Sky y llegó esta canción “Temperature Rising” y le dije a Benny “Mira, la canción es prácticamente acústica. Deberíamos ponerla a velocidad ardillita a ver cómo suena”. Así salió.

Para esa época, estaba Patricia Medina junto a Cabelo en el estudio. Necesitaba una voz de una vieja para que cantara ese coro. Lianna no estaba ahí, entonces le dije a Patricia “Hey, ¿por qué no lo haces tú?” Y ella hizo el coro. Quedó cool, me gustó. Era una oportunidad para mostrar esa parte del fraseo rápido, ese flow, tanto en español como en inglés. Mucha gente decía “Ah, el puede rapear rápido en inglés, pero no entendemos lo que está diciendo, entonces podría estar diciendo cualquier güevonada”. Por eso, con la tercera estrofa decidí hacerla en español para mostrar que también podía.

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B: Colaboración con Patricia Medina aka No Drama. Gran cantante del R&B bogotano, todavía está activa. Gran persona. Acá ya estábamos metiendo aceleros del sample de las voces, tipo Kanye West, tipo Alchemist. Para 2005, el viaje era muy south. Lo que hoy evolucionado es el trap. Pero tiene su vaina soul y R&B. Escuchas y para la época, no sientes que haya sido hecho en Colombia. Y Jiggy tiene muy buen inglés, eso nos ayudó a comprender que estaba pasando en el rap de Estados Unidos.

Crónica de un Engaño

J: Surgió de una canción de D’Angelo, “Shit, Damn, Motherfucker”, que cuenta una historia similar, pero más resumida. Con Benny buscamos samples y llegamos a “St. James Infirmary” de Louis Armstrong y fue como “Bro, tenemos que samplear esto”. Lo necesitaba para contar esa historia. El coro lo hace Blazem, de S.A. Finest, y yo le dije “Sé tú, tú eres el que ve toda la historia y vas contando la conclusión”. Ese fue el primer video de Jiggy Drama, y el único del álbum. Complementa muy bien la canción.

El storytelling, hasta el sol de hoy, va conmigo. Está presente en mis siguientes álbumes. Siento que es algo esencial en el juego, muy pocas personas lo están haciendo. “Mentes en el Aire” de Mancilla es un storytelling la verga, por ejemplo. Es esa parte del hip hop que no se debería dejar a un lado: es la forma del MC de contar una historia mientras rima sin perder el hilo. Es una película hecha canción. Cierras los ojos y ya te estás imaginando el video. Debería hacer un álbum entero de storytelling, ¿sabes que sí?

B: La canción es increíble. Samplea a Lou Armstrong. Blazem hace las voces. La intención es que suene como si el mismo cantante estuviera metido dentro del sample. Jugábamos mucho con ecualizaciones, sonido de vinilo, dentro del sample. Un español machucado porque eran de San Andrés y raizales. Beat asincopado, jazzy, groovie. 

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Work Ya Body

J: Tenía que estar en el álbum sí o sí. Básicamente solo había dos dancehalls en el álbum: “Fire” y “Dem Talk About War”. Al disco le hacía falta el San Andrés playero, eso era lo real para nosotros. Recuerdo que ese beat lo hice en San Andrés en vacaciones y lo llevé a Bogotá y se lo mostré a Benny y con Lianna grabamos la canción.

B: También la produjo Jiggy. Cancionsota, en colaboración con Lianna. Gran apoyo en el disco. Fue un tema de discordia, considerada muy comercial. La hacíamos para que sonara en San Andrés. Suena un poquito a lo Timbaland.

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Creativity

J: Es como un freestyle encerrados en el estudio. Estaba el baterista de Dedos, la banda de Benny, y él tocaba la batería e iba echando líricas y en el coro hay distintas voces y flows diciendo “This is creativity”.

B: Un sampleo de Mongo Santamaría, super soul, latino. Le metimos una batería en vivo y un bajo que toqué en vivo. Luego lo ponemos rockero y se vuelve una locura. Si en español Jiggy era un animal, en inglés estaba al nivel.

Everything

J: Yo le pedía a Benny que me grabara CDs de música instrumental, o soul, o jazz. Música de los 70 y 80, para descubrir samples. Recuerdo que en uno de esos estaba “What You Won’t Do for Love” de Bobby Caldwell. Yo no la conocía, y quedé “Wow”. En el coro dije “Espérate, de aquí es de donde 2Pac sampleó ‘Do For Love’”, y de una quedé enganchado con ese sample. Le dije a Benny “Tenemos que hacer nuestra versión de ese sample”. Así salió. La letra de la canción tenía que ser romántica y así la hicimos, para que fuera de acuerdo con la melodía del sample, con las trompetas y el saxofón, esa onda.

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B: El sample es conocido, lo popularizó 2Pac. Otra canción en inglés. Para los que son bilingües, préstenle atención a la letra.  Se dedicaba a sus sentimientos.

Undisputed

J: Fui con Benny al centro a comprar vinilos, y escuchamos uno que nos dejó como “Whaaaat”.  Benny lo compró, llegamos a la casa y lo puso lento y yo como que “Bro, ese sample tiene que sonar así de lento: es la velocidad para cogerlo”. Le dio ese sentimiento de nostalgia que queríamos.

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Es mi canción favorita de todo el álbum, significa mucho para mí. Habla de mi historia en la escena acá en San Andrés, desde que comencé a grabar mis primeras canciones desde el 97 en un casete en una organeta en la casa. Formé un grupo el barrio llamado Solophone. Luego, a finales de los 90, formamos Golden Gs. Después grabé donde un amigo que se llama West, que tenía su estudio improvisado. Esa canción habla de todo ese proceso para llegar a Undergroove: beefs que tuve con artistas de la isla, como Mr. Steve. Por eso es la última del álbum. Y bueno, el coro de Blazem le dio ese toque de San Andrés que no podía faltar, así el beat fuera full DJ Premier. Fue la canción perfecta para cerrar el álbum. Todavía la escucho de vez en cuando.

B: Sample bluesero, beat heavy. Nos gusta mucho. El coro lo hace un gran amigo nuestro, que por cosas de la vida y la calle conoció la droga y se alejó de la música.

 

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