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15 años del impacto de 'Turn on the bright lights' de Interpol

Este fue el disco que lideró un resurgir del rock independiente norteamericano.

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Justo en el segundo año del nuevo milenio, apareció a través del sello Matador, el disco debut de una banda que sonaba a todo menos al rock que en aquel momento se hacía. Un sonido más ligado al postpunk inglés que a aquello que se veía en el mundo musical de aquel entonces.

Cuando se revisa la historia musical de fines de los noventa y comienzos del milenio, el nombre de Interpol aparece una y otra vez. Y esto es así, porque como banda originaria de Nueva York, vino a darle un resurgimiento a una ciudad que por décadas se había vanagloriado de ser un lugar de referencia tanto para lo clásico como para lo moderno. Sin Nueva York, no habríamos tenido artistas como Beastie Boys, Lou Reed, Talking Heads, The Ramones, Blondie y hasta la salsa de la Fania.

Pero la ciudad entró en una especie de letargo en los ochenta y noventa, debido a dos ciudades foco de tendencias musicales. Por un lado Los Ángeles con el sonido heavy y hardrock que fue el rey de los listados musicales en los ochenta y tempranos noventa. Y luego, Seattle, como lugar del cual se proyectaba el grunge, opacaron a la gran manzana. Nueva York tenía un sólida estructura underground y de hip hop; pero no le había dado al mundo algo nativo y gestado en el asfalto.

Interpol nace justamente en 1998, como un reflejo de una necesidad sonora que pudiera renovar, pero a la vez rendir homenaje a aquellas cosas que se habían diluido: canciones y sonidos con actitud. El mundo estaba conociendo a Christina Aguilera y a Britney Spears; pero le faltaba reconocer un lado distinto al mundo pop.

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En sus inicios, la banda estuvo conformada por Greg Drudy, Daniel Kessler y el bajista de origen colombiano Carlos Dengler. Luego entró como vocalista Paul Banks, Duddy se retiró en el año 2000 y fue reemplazado por Sam Fogarino. Ya establecido como cuarteto, la banda comenzó a foguearse en los escenarios en donde se veía y apreciaba la música en vivo. Ese 2000 fue vital al tener como publicación un ep llamado Fukd que no fue prensado por una compañía estadounidense. Lo hizo el sello escocés Chemikal Underground.  ¿Sería entonces el comienzo de un interés europeo por los sonidos de América?

Luego de ese primer ep, la banda continuó su gira de presentaciones por escenarios locales y se embarcó en la grabación de lo que sería su primer disco. Pero no lo hicieron en la ciudad de Nueva York; si no en el Tarquin Studios del estado de Connecticut. La banda decidió no hacerlo en la gran manzana para evitar así distracciones y concentrarse en moldear el sonido que en vivo había ya cautivado a sus seguidores. 

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El trabajo de varias semanas fue coordinado por Peter Katis y Gareth Jones. Katis tiene en su haber, trabajos con Fanfarlo y The National. Y Jones, ha producido desde los ochenta artistas como: Depeche Mode, Nick Cave, Erasure, Indochine y más. Las semanas de trabajo fueron intensas y a la vez fructíferas.  Interpol presentó así, un disco que sonó único en aquel año.

Siendo además un disco lanzado por una compañía independiente como lo es Matador Records, las ventas y el impacto fueron más que favorables. Fue uno de los mejores discos del 2002 en listas finales de varios medios y logró que la banda comenzará un romance con los escenarios europeos. 

Y es aquel que sonaba así. 

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1. Untitled: Un hipnótico comienzo que muestra un intrigante trabajo de voz y guitarra. Una tensionante canción con la cual se despega. 

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2. Obstacle 1: Un clásico instantáneo. Puede recordar a Joy Division, pero alza vuelo de manera propia. Es además uno de los favoritos de sus seguidores.

3. NYC: El homenaje a la ciudad que los vio nacer y que justamente los vio crecer como banda. Con una guitarra elegante y una letra en la que se habla de los cambios. 

4. PDA: Una tensionante canción que muestra las posibilidades de llegar hasta el final. Una canción sobre la frustración y el sentido de la belleza en ella. Es la declaración de amor del siglo 21. 

5. Say hello to the angels:  Aquí está la banda con una canción que tiene rapidez y lentitud, que puede ser el alma de un pogo, pero también puede sepultar la sensación de un amor eterno.

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6. Hands away: Aquí tenemos ese sonido hipnótico que suele presentarse en la banda. Una perfecta unión sonora entre todos, la cual muestra el grado de compenetración en la que estaba la banda.

7. Obstacle 2: Nuevamente el amor está presenta. En ella se hace referencia a ese existir en la intimidad en la cual la confianza da para sentir que o se gana o se pierde. Un canción de amor real.

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8. Stella was a diver and she was always down: Presentada en directo, como si se presentara ante una audiencia, una canción que hace referencia a la ambivalencia entre lo que se puede percibir como felicidad, pero también es tristeza. 

9. Roland: La canción más energética del disco. Un detonante sonoro en el que la banda no deja de sonar potente.

10. The new: Aquí la banda se toma el tiempo de dejar atrás el pasado y apostarle a algo nuevo. A decir que habían llegado y que estaban para quedarse.

11. Leif Erikson. Se cierra este primer disco ya con un esperanzador recuerdo de un amor  que se vivió como un viaje de este legendario vikingo islandés. Un redescubrimiento en vida de la experiencia sentimental.

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A sus quince años, el disco sigue siendo cotizado. Basta con ver el precio de la edición japonesa de aquel entonces, la cual incluye los tres videos de las canciones presentadas como sencillos: PDA, NYC y Obstacle 1. Una copia sellada cuesta en discogs (sin incluir envío), 388 dólares. (1150000 pesos), O la caja conmemorativa lanzada hace cinco años que contiene dos vinilos y un DVD con archivos de tres horas de entrevistas y presentaciones de la época, cuesta 210000 pesos. 

Con este primer disco, se abrió paso para conocer los sonidos que mandarían la parada posteriormente con bandas como The Strokes, Tv on the Radio o Yeah Yeah Yeahs. Un sonido de Nueva York para el nuevo milenio. 

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Así sonaban en el año 2002.

 

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