Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

¿Al fin cómo es la relación entre satanismo y metal? ¿Es la misma vaina?

Satanismo y metal: dos palabras que me hacen feliz, y están llenas de estereotipos.

637049_GettyImages / Grandfailure
GettyImages / Grandfailure

La reciente cancelación del concierto de Marduk en Colombia, demostró que satanizar al metal es la salida fácil y revivió un eterno debate respecto al satanismo en la música, especialmente en el metal.  Aunque es muy fácil caer en estereotipos esta música no es lo que aparenta a primera vista y, como siempre, vale a la pena entender el mensaje que están transmitiendo.

Por: Camilo Rodriguez 

¿Qué es y qué representa el satanismo en el contexto de la música, concretamente del metal? Antes de empezar hay que recordar que asociaciones diabólicas ha habido en toda la historia de la música. Desde el “intervalo del diablo” (una mítica combinación de notas musicales, apodada así desde la Edad Media, que juntas dan a luz un sonido descrito como “siniestro” o “malévolo”), hasta una plétora de músicos que supuestamente han hecho pactos con el diablo en todos los géneros. Sin embargo, desde que empezó Black Sabbath a final de los años 60 haciendo música con un sentimiento oscuro que luego se convertiría en el metal, nunca ha habido una música tan atacada y prejuiciada. Tal vez los casos más sonados fueron Judas Priest, Ozzy Osbourne, y Marylin Manson, supuestamente responsables por mensajes subliminales que hacían que las personas se suicidaran. Pero la verdad es que, en ningún caso, la ciencia ha podido demostrar algo. 

Hay que decir que las primeras referencias diabólicas dentro del metal se dan desde el primer disco de Black Sabbath. Sin embargo, eran referencias que hablaban más sobre huir de Satán y sobre el miedo que habría que tenerle. Sobre artistas como Alice Cooper, se podría hacer un argumento similar. La primera referencia positiva o halagadora hacia una figura diabólica (que haya logrado algún éxito comercial) vino en los años 70 con la llegada de Mercyful Fate (posteriormente King Diamond) y Venom, y cada uno vino con un origen diferente, aunque hayan recurrido a un mismo fin estético. Las referencias satánicas en el metal se pueden dividir en cuatro tipos. Aclaro, estas clasificaciones son personales y no constituyen un análisis antropológico o sociológico, sino una opinión.  

Publicidad

GRUPOS SATÁNICOS

Este es el grupo que propiamente practica una religión que alaba y adora a la figura de Satán como deidad. Si se tomaran los medios tradicionales y los políticos como punto de referencia, existen por doquier y están corrompiendo la juventud universal, pero no conozco ninguna banda que quepa dentro de esta clasificación. Lo menciono porque no podría descartar que en algún lugar del profundo underground exista, pero como dije antes, no he conocido la primera banda de este tipo. 

GRUPOS SATANISTAS 

Hay que recordar que “satánico” es diferente a “satanista”. Cuando se habla de “satanista” se está hablando de una persona que practica la religión satanista de Anton LaVey. Esta es, por definición, atea y usa a Satán como una metáfora del hombre rebelde que es capaz de convertir a sí mismo en su propio dios. De alguna manera es el humanismo de la ilustración llevado al extremo. Una banda típica de este estilo es Mercyful Fate, y su versión solista King Diamond. 

Publicidad

GRUPOS DE SATANISMO ESTÉTICO 

Dentro del satanismo estético están las bandas que usan a Satán o las asociaciones diabólicas para un fin netamente estético, es decir, no necesariamente lo hacen con un pensamiento filosófico sino como una manera de agregar un aspecto tenebroso a una música que en teoría habría de tener elementos sombríos. En esta categoría podríamos incluir cosas desde Kiss (Gene Simmons es al fin y al cabo “El Demonio”) o Alice Cooper, hasta Cradle of Filth. Este último es muy interesante porque no usa imágenes típicas como Baphomet, sino que hace un híbrido que toma elementos de lo gótico, lo vampiresco y lo diabólico. Esta forma estética que se inventó Dani Filth (líder de la banda) ha sido muy criticada en el underground porque no tiene esos elementos lo-fi que el underground presupone, y porque en medio de su búsqueda termina con un producto muy estilizado y pulido. 

GRUPOS DE SATANISMO PUNK 

Acá caben la gran mayoría de bandas que comúnmente se conocen como satánicas. Todo se origina con el surgimiento de la banda inglesa Venom. Ellos nacen a finales de los años 70 como una propuesta alterna a la New Wave of British Heavy Metal (Iron Maiden, Judas Priest, Saxon, etc) y con una musicalidad y actitud mucho más cercana con el punk (en mi opinión, más allá de la influencia que tuvieron sobre muchas bandas de metal, es más una banda de punk).  Sin embargo, su forma de expresar su rebeldía fue a través de un sonido mucho más lo-fi, y poniendo en el centro de su música al que en teoría sería el rebelde por excelencia, Satanás. Debo aclarar que tanto ellos como todas las bandas que surgen en este estilo de acercamiento al satanismo son ateos. 

Publicidad

Evidentemente este estilo de rebeldía resonó en los países donde se consideraba que se debía sublevar en contra del cristianismo. De ahí surgió lo que se llama el Black Metal Noruego o Escandinavo (Marduk es del ala sueca). Básicamente, todas estas bandas tomaron la figura del satanismo como manera de oponerse al cristianismo impuesto a la fuerza mediante una iglesia estatal (en algunos países) y que acabó de un tajo con una tradición larga de mitologías y religiones tanto vikingas como paganas. De esa tradición también surge la banda polaca Behemoth. Esta es tal vez una de las bandas más sonadas hoy en día por lograr un estilo comercialmente exitoso, que no ha comprometido los parámetros estilísticos del género. Ellos son una banda completamente blasfema que usa la figura del satanismo para protestar contra los actos y abusos, e involucramiento diario, de la Iglesia Católica polaca. 

Publicidad

Como se puede observar, aunque es muy fácil caer en estereotipos, esta música no es lo que aparenta a primera vista y, como siempre, vale a la pena entender el mensaje que están transmitiendo. El arte es un medio para expresar una idea, así no todas sean positivas. Siempre existirán guernicas, gritos y metaleros; sin embargo, no porque su mensaje sea negativo o controversial, se debe ignorar o condenar, sino que siempre hay que buscar más allá y encontrar el fondo del mensaje que quiere transmitir el arte. 

El arte, entendido como la expresión de alguna idea a través de algún medio estimulante a los sentidos, debe ser libre en un estado laico. Cualquier justificación para censurar alguna forma de arte se volvería en ultimas una excusa para censurarlas todas. El caso de Marduk llevó a que Bogotá terminara en una posición contradictoria porque mientras unos intentan censurar un evento privado, por otro lado Rock al Parque ha traído a bandas con mensajes tan blasfemos como los de Marduk: Dark Funeral o Behemoth, entre otros.

  • Publicidad