Son hijos de un barrio marcado por el estigma en Medellín: Aranjuez. Llevan 13 años de carrera detrás y hace unos días vinieron a Bogotá a lanzar su más reciente disco, Servicios AmbulatorioZ. Así registramos uno de los momentos más felices para la escena del hip hop en el país.
Fotos: Alejandro Gómez Niño
Cantaron, una por una, las 14 canciones del disco, y otras de su viejo repertorio, en dos fechas consecutivas, sold out desde temprano, en el Auditorio Lumiere.
La placa, que fue lanzada a finales del año pasado, ya se había avistado como uno de los totes imperdibles del hip hop local; sobre todo por esa monumental combinación de funky, disco y fiesta en un track como Tarareo. Pero también porque los ninjaz de la montaña abarcan mucho del rap hecho con pasión. Beats con bombos gordos a lo vieja escuela en Música para planchar. Drama en El malo de la película. Fraseos vertiginosos en Equipo de carretera.
Acompañados en tarima por un combo selecto que incluía a Rocca y a N. Harden completaron una demostración más del ascenso del hip hop como movida masiva, que venía dándose desde hace mucho tiempo en los barrios del mundo, pero que hasta hace poco está teniendo eco en los medios y en espacios que antes les habían sido vedados.
