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Circulart: 10 años dando ejemplo y propagando la música

De cómo Circulart se convirtió en una potente plataforma para celebrar y gestionar la música desde la independencia.

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Cortesía Circulart

Circulartes un mercado musical anual. Pero más que eso es una red de familiaridad extensa. La conforman todos los agentes involucrados en la cadena de producción, circulación y consumo de la música. Los artistas son los protagonistas más visibles, pero también los gestores, managers, programadores, agregadores digitales, empresas que proveen servicios para el sector o instituciones públicas y privadas que apoyan el arte, se reúnen durante cuatro días en uno de los espacios de encuentro más decisivos para la música independiente en el continente.

Han pasado diez años desde su nacimiento en Medellín y hoy por hoy es un ejemplo de cómo ampliar los horizontes de la música. ¿Cómo se construyó uno de los modelos más efectivos para promover la música independiente?

Así empezó Circulart

La historia de Circulart pasó por varias etapas previas que le dieron forma al modelo del evento que conocemos hoy. Hace 20 años Octavio Arbeláez, director de Cicrulart, creó junto con Luis da Silva en Brasil el que sería el primer mercado musical del continente, el Mercado Cultural de Bahía. Hubo intentos de réplica en México y se armaron ruedas de negocios en Bogotá de la mano de la Cámara de Comercio, pero fue solo hasta hace 10 años, en el marco del Congreso Iberoamericano de Cultura, en Medellín, que se escribió el primer capítulo de Circulart.

La primera edición, cuenta Octavio, fue gigantesca. “Tuvimos unas bandas muy importantes. A Fito Páez, Silvio Rodríguez y muchos otros. En realidad, en ese Congreso tuvimos al top de las estrellas latinoamericanas en una sola noche. Y ahí se funda el mercado como mercado. Montamos la rueda de negocios, la feria. Todo ocurría en Plaza Mayor. Fue una versión muy grande, porque estaba soportada en el Congreso Iberoamericano, que tuvo más de 6.000 inscritos y conciertos con 68.000 asistentes. Así empezó, pero las cosas se encausaron en terrenos más normales para la siguiente edición”.

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La idea se fue esparciendo por el continente y el Circulart, que empezó siendo nacional, también ramificaba la demanda. Milena García, coordinadora de artistas del evento cuenta cómo, al ser Circulart uno de los pocos espacios para la impulsar la comercialización de la música, los artistas de otros países empezaron a llegar naturalmente. “Antes invitábamos a un país y a sus artistas nacionales por convenio, que venían a ampliar la muestra, pero básicamente solo traíamos artistas nacionales. Pero como en los demás países no había mercados (Solo Brasil tenía el suyo y en México se habían hecho intentos) fue llegando gente preguntando cómo hacían para participar. Para la tercera edición de Circulart también surgieron otros mercados nacionales, así que ampliamos el foco a lo latinoamericano. Hoy ya hay muchos países que tienen su propio mercado con el mismo modelo de Circulart”.

¿Cómo funciona Circulart?

Probablemente, si es la primera vez que se acercan a la industria de la música, eso del “ecosistema musical”, las “ruedas de negocios” o hasta los “showcases” le pueden parecer un idioma extraño. Pero en realidad Circulart (y los mercados musicales en general) se tratan de poner en un mismo espacio a compradores y vendedores. Los músicos venden sus shows, o sus obras, a sellos, festivales, etc. También se venden y se compran servicios de managment, diseño, distribución en línea, etc. Todo lo relacionado con el mundo de la música.

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Lo que ha logrado hacer Circulart, con mucho éxito, durante estos diez años, es hacer que esa permanencia en un mismo espacio tenga un orden y se disfrute. También que se amplíe la red de participantes e interesados en el mundo. Y ha hecho también que los asistentes coincidan en que hay una particular sensación de familiaridad en ese encuentro anual.

Circulart nuestra casa Para participar solo hace falta presentarse a través de la convocatoria abierta en línea. La dirección del evento selecciona los compradores y empresarios que participarán en las ruedas de negocios. Para la selección de bandas, cada año se selecciona un comité curatorial integrado por tres personajes con recorrido en la industria (dos internacionales y uno nacional). Este año, el comité lo integraron Enrique Blanc, de México; Antonio Gutierrez de Brasil y María Clara Espinel, por Colombia.

La convocatoria recibe alrededor de 1.800 propuestas de bandas. De ahí, pasan un primer filtro por criterios técnicos. Los curadores artísticos revisan alrededor de 800 propuestas. Unos 100 son seleccionados para la rueda de negocios y de esos unos 20 son seleccionados para presentarse en showcases.

Al final, la lista de bandas en la rueda de negocios la integran unas 150 bandas y los showcases son entre 35 o 40. El número restante lo ocupan agrupaciones escogidas producto de las alianzas con instituciones gubernamentales u otros mercados. En la celebración de los 10 años hubo 36 showcases.

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Según cuenta Milena, “en los últimos años la participación de artistas y profesionales ha crecido mucho. Empezamos con alrededor de 60 programadores y este año en la rueda de negocios tuvimos 115 más las 35 agencias que participan.

¿Qué es una rueda de negocios?

Después de que los artistas y los profesionales de la música se inscriben y son aceptados en Circulart, quedan registrados en el sistema de la empresa RedLat. Allí, músicos, programadores o cualquiera que quiera agendar una cita se contacta con quien le interese. Es algo así como un Tinder de la música. Si los dos coinciden en su interés, programan una cita de 15 minutos en las instalaciones dispuestas por Circulart. Intercambian datos, material, presupuestos, etc.

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Este año, la rueda de negocios fue en la Bodega Comfama y se programaron alrededor de unas 2600 citas. Además, claro, durante el evento, en las afueras del teatro donde se hacen los showcases o en la feria, se gestionan muchas reuniones informales. Muchos negocios han salido de allí.

¿Cuál ha sido el impacto de Circulart?

No se sabe a ciencia cierta cuánto es lo que se maquina realmente durante Circulart en términos de negocios concretos, pero los indicadores alientan. Según Octavio Arbeláez, “evaluadores externos rastrean si se hacen negocios o no, o el impacto que se genera. El año pasado tuvimos unos números interesantes y creemos que este año crecerá. Calculamos un poco menos de un millón de dólares el año pasado y este año esperamos números similares”. Y también apunta a fortalecer el acompañamiento. “Estamos montando un observatorio que haga seguimiento. Por ejemplo, cuando la gente hace negocios a veces no sabe cómo hacerlos. Cómo seguir la negociación, cómo valorar una presentación. Estamos montando eso para poder decirles a los músicos cómo se negocia, cómo gestionar visados, gestionar pasajes, etc”.

Durante estos diez años, mucha música ha pasado por Circulart. En realidad, deice Octavio, “la nueva escena colombiana ha pasado por acá. No son artistas del Circulart, simplemente somos una plataforma que los ha apoyado para que circulen. No somos acreedores ni dueños de nada. Somos simplemente gente que apoya la escena. Sé que hay casos conocidos de éxito nacionales e internacionales. Por ejemplo, un caso de éxito es Troker, una banda mexicana que es la primera banda de América Latina que se presentó en Glastonbury. Fue porque el agente de Glastonbury vino aquí, los vio y los contrató. Y como esa hay muchas bandas que han girado por el mundo. El caso emblemático de Medellín es Puerto Candelaria, una banda local cuyo primer mercado fue el mercado de Bahía que yo dirigía. En estos diez años, el ejemplo de cómo han crecido es la gira que hicieron el verano pasado. Una gira que los llevó a hacer 38 fechas en 19 países”. Además, hemos impactado en varios países. A parte, hemos montado el modelo en España, por ejemplo. Actualmente hacemos un mercado muy grande en Tenerife que trabaja la relación entre África y Latinoamérica. Hemos incidido en Argentina, Chile, México. Hay en este momento por lo menos unos 15 o 14 mercados que trabajamos en red”.

El negocio desde la independencia

Los diez años de Circulart estuvieron marcados por los levantamientos y la tensión política en Latinoamérica. Las bandas locales, los invitados a las conferencias y los músicos latinoamericanos que pisaron alguna de las tarimas del evento aprovecharon, casi que sin excepción, para contar lo que pasaba en sus países.

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Así, vimos como bandas brasileras como Ava Rocha o Coladera alnzaron arengas celebrando la liberación del ex presidente Luis Ignacio Lula. La delegación chilena, traída a Colombia de la mano del Ministerio de Cultura chileno, compartió con contundencia la situación de violencia, desigualdad y desinformación a la que se han sometido al país. Pascuala Ilabaca o Juanafé le sumaron emotividad a sus shows compartiendo las historias de represión que se respira por estos días en Chile. Y los colombianos también hicieron llamados a las marchas del 21 de noviembre.

Todas las manifestaciones dan cuenta del carácter independiente del mercado.  Como afirma Octavio, “somos una organización de la sociedad civil absolutamente independiente. Creemos en lo que creemos. Nuestra escena es libre y creemos en la independencia fuertemente. Hemos construido todo desde la independencia. Desde luego, tenemos apoyo de los gobiernos regionales, local, nacional, pero también del sector privado. De un patrocinador importante como Comfama, por eso no admitimos ningún tipo de censura.

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