Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Draco Rosa, de regreso a la vida

A propósito de su próxima visita a Colombia, esculcamos en nuestras páginas de revista impresa para rescatar una entrevista que le hicimos en el 2013.

626560_Foto Getty Images
Foto Getty Images

Ese año tuvimos la oportunidad de hablar con él, a propósito del lanzamiento de un álbum de redención y regreso del más allá que tituló Vida, y que contó con la participación de artistas como Juan Luis Guerra, Alejandro Sanz, Tego Calderón, Marc Anthony, José Feliciano, Ricky Martin, Juanes y Shakira. Esa fue la época en la que la música fue para Draco Rosa, el mejor instrumento de sanación.

Entrevista edición 206.

La poesía y la lectura que lo acompañaron en los momentos más difíciles, la música navideña que sonaba en la habitación del hospital en el que tuvo que soportar los más agresivos tratamientos, el temor a la muerte que hoy es una permanente sonrisa de la vida. El piano, la voz y las ganas que tiene de tragarse el mundo ahora que está de vuelta. Phantom Vox y su encarnación de un personaje de ficción llamado Mr. Blake. La Esperanza, la vida sin licor y la música como instrumento de sanación.

Conversaciones con el gran Draco Rosa, primero en Miami, y un par de días más tarde en sus estudios de Phantom Vox en la ciudad de Los Ángeles.

Publicidad

Por Mariangela Rubbini // @bilirubbini

¿Por qué razón decide qué Vida sea un disco de colaboraciones en algunas de las canciones más significativas en su carrera y no un álbum de composiciones nuevas? Supongo que vinieron muchas cosas a su cabeza que quiso expresar mientras estuvo enfermo (Draco fue diagnosticado hace dos años con cáncer linfoma no-Hodgkin en el abdomen).

Publicidad

La decisión de hacer este disco surgió en medio del tratamiento para combatir el cáncer. Mientras vivía la enfermedad realmente pensé que este iba a ser el último disco de mi vida y es por eso mismo que nació, por un deseo de colaborar con otros, de sanar, incluso muchas relaciones del pasado. Los amigos que participan en él han sido, de alguna manera, bastante importantes en mi vida. Siempre estuve haciendo música nueva y puse algunas cosas en Internet. Pero ese disco sí es, de repente, un producto de final: de pensar que no habría oportunidad de nada más. Se trata del encuentro con amigos en un momento muy difícil para mí. Yo pensé que me iba a morir. Esa es la realidad de las cosas.

Esa es la verdad. Y creo que la gente que está en él se juntó por ser solidaria conmigo. Esas otras canciones de las que habla, las nuevas, deben tener una sensibilidad especial por el momento que vivía.

Durante todo el tratamiento hubo un acercamiento muy especial a un instrumento en particular, el piano, pero también llegó un momento en el que no quería ni escuchar la música. Si quieres saber una cosa, esto de la música sí, me ayudaba, pero cuando uno está tan enfermo y la energía está tan baja, aunque tuviera el piano y la guitarra en el cuarto, realmente era al encuentro con Dios a lo que más me aferraba. También estuve desarrollando algunos proyectos en 3D y eso era lo que más me llenaba de alegría. Se hizo música y se hará música, porque yo siempre estoy en esas, pero existe este disco, que es el que estamos lanzando y promocionando ahora, y que es importante para este momento de mi vida. Un disco muy saludable para mí, en colaboración con todos estos amigos y con Sony Music.

Sentirse tan cerca de la muerte, del final, como usted lo llama, debió cambiar muchas cosas de su cotidianidad porque tal vez de eso, de cómo y con quién vivía esa experiencia, podía depender también mucho su recuperación. Quisiera saber puntualmente a qué tipo de música se acercó durante este tiempo.

Publicidad

Ya para el final del tratamiento yo me encontré escuchando mucha música navideña. Y clásicos de los años 40 y 50. Celebrando el 25 de diciembre. Por qué razón, no tengo idea, pero eso era lo que sonaba todo el tiempo en el cuarto del hospital.

De hecho, a finales del año pasado apareció en YouTube una versión suya de Silent Night (Noche de Paz), en la que además usted y la familia Rosa enviaban un mensaje de Año Nuevo que rezaba: “Que sea próspero, lleno de sabiduría, fortaleza, paz, mucho amor y felicidad”. ¿Eran sus hijos quienes lo ponían a escuchar esa música navideña en el hospital?

Publicidad

No. Mis hijos no. Por el contrario, yo intenté que no me fueran a visitar cuando me encontraba tan mal. Hacia el final del tratamiento lo que yo menos quería era ver a algún conocido. Mi gente más cercana eran las enfermeras, los doctores… Ellos se convierten en tu familia. Incluso la gente invisible en las redes sociales fue muy importante para mí. Es otra realidad. Se convierte todo en algo diferente.

Entendiendo la situación actual en la que se encuentra Gustavo Cerati (quien fuera el líder de Soda Stereo permanece inmerso en un coma desde hace más de dos años), si pudiera visitarlo y hablarle al oído, ¿qué le diría?

 Qué pregunta tan difícil de contestar. No tengo ni idea, pero me pones a pensar... Tal vez me llevaría a Kant, a varios poetas conmigo. Yo sé que no iría solo. Me llevaría alguna literatura interesante y loca. Y también buenos chistes. Pero solo no iría, estoy seguro. Iría armado.

¿Cómo vive ahora el día a día?

Publicidad

Estoy disfrutando mis verdaderas pasiones. Y sintiendo un respeto muy grande hacia el movimiento natural. Estoy entendiendo un poco mejor las cosas simples. Si tengo que ir a tal sitio y la puerta está cerrada, pienso que por algo será. Antes buscaba la manera de abrirla, ahora sencillamente busco otra puerta que pueda abrirse. Es todo mucho más fácil porque no me complico. También me encuentro con la realidad de que me gustaría hacer cosas que alguna vez dilaté. Se me presentaron muchas oportunidades en el pasado que nunca tomé y que hoy en día digo, si llegan de nuevo, las tomaré. Definitivamente siento que ahora es mucho más fácil decidir hacer algo. No me lo pienso tanto, no le doy tantas vueltas. Me resulta mucho más sencillo colaborar. Y soy mucho más espontáneo que antes. Quiero hacer cosas, quiero tener un día productivo todos los días. Soy otra persona. Pero eso no me quita mis inquietudes de siempre, las tomo con mucha seriedad y es mucho más intenso todo ahora.

Ya no bebe.

Publicidad

Yo estuve muchos años dándome en la cabeza, dándome el coctel de los excesos, a diario, y no lo hago ahora. Reemplace eso con otras cosas. Ahora me doy el coctel verde, que no es nada en especial. Son vegetales. (Se ríe.) Pero duermo mejor y me levanto con mucho entusiasmo a celebrar la vida. Es una maravilla. Siento un deseo enorme de viajar, de conocer, y cuando llego a un sitio lo veo precioso. No importa a dónde vaya, puede ser una tiendita, pero es como si mis sentidos se hubieran despertado mucho más, y veo todo tan diferente. Realmente veo y realmente siento. Ahora encuentro todas las cosas bellas. Antes era muy crítico, analizaba y cuestionaba mucho, y eso creo que lo he dejado en el pasado. Bastante de lado.

La última vez que yo lo entrevisté, acababa de tomarse no sé cuántas botellas de vino escribiendo un nuevo disco. El vino era su compañero de composición. ¿Lo extraña?

 Sí (y sonríe un momento antes de continuar). Sí, siempre me ha gustado mucho el vino, pero como te decía, ahora no estoy tomando licor. Solamente una que otra cerveza porque los doctores me la recomendaron. Ellos me dijeron que estaba bien tomarme una cada tanto porque me hace bien.

¿La poesía?

Publicidad

Estoy escribiendo algunas cosas. Estoy pasando por un momento creativo muy importante y lo estoy disfrutando mucho. Pero lo que deseo es enfocarme en este disco, tocar en vivo y grabar otro álbum este verano.

Hablemos un poco de su empresa Phantom Vox y de los proyectos que desarrolla con ella.

Publicidad

Detrás del telón siempre hay conversaciones para hacer cosas y colaborar con otros. Existen el deseo y la posibilidad, pero el enfoque ahorita es grabar otro disco, defender este (Vida) y viajar. Con Phantom Vox apoyamos con una llamada, con algún contacto. Estuvimos vinculados a un documental de skate que salió hace poco.

Y también está por ahí el proyecto de lanzar un libro.

Sí. Saldrá en algún momento un libro de nutrición que estamos trabajando con una amiga nutricionista. Habla de comida sana.

¿Qué tal escribirse una autobiografía?

Publicidad

 No. Yo no. Bueno no sé. De repente sí. Me imagino. Me gustaría, ¿por qué no? Lo que pasa es que me gustaría contarlo absolutamente todo. Quiero hablar de todo. Sí, de todo porque lo que no se debe contar es lo más emocionante. Pero no sé, de repente haya que estar un poco más viejo para poder contar cosas y que no te importe hacerlo. A mí me interesa. Yo quiero hablar de todas las locuras. De todas.

Ha vivido al límite desde la adolescencia cuando era parte de la boy band Menudo. Pero enfrentarse al cáncer ya fue como el “tatequieto” final. Así le decimos en Colombia. ¿Entiende a lo que me refiero?

Publicidad

Sí claro. (Se ríe.) Ya sentí el “tatequieto”. Por supuesto que lo sentí. Cómo decir que no. Y me dio duro porque al final del día, la parte creativa, el deseo de hacer arte y de hacer música, es mucho mayor que mis locuras, y el “tatequieto” simplemente me ayudó a entender eso mejor. Realmente creo que muchas veces en mi vida me encontraba demasiado llevado por el caos. Es increíble hasta dónde uno puede llegar. Y no te voy a decir que no fue emocionante experimentar tantas aventuras de las que de hecho no puedo creer que salí. Pero no es algo que esté buscando hoy. Yo estoy detrás de la luz, quiero hacer música, tengo ciertos trabajos que tengo clarísimos en mi cabeza y que quiero sacar adelante. El enfoque de mi vida hoy es celebrar en el camino. Dar besitos y abrazos por todos lados. (Sonríe de nuevo.) Estoy en ese plan. Me siento agradecido, bendecido. Me siento bien, me levanto bien. Con alegría. Es algo muy difícil de explicar, pero a veces estoy solo y me rio. Y realmente siento una responsabilidad porque, al final del día, estoy teniendo una nueva oportunidad. No la puedo desperdiciar.

¿Cómo logró llegar a este estado en el que se encuentra hoy?

 Cuando uno se encuentra tan mal, las conversaciones con la nada, con el void, son muy íntimas. Hay un enlace bastante intenso con ese misterio y como no viene con mucha definición ni con ningún camino en específico pues voy de a poco. Durante la enfermedad y el tratamiento estuve leyendo mucho. Y he estado tratando de consumir mucho las últimas palabras de personajes ilustres. Estoy en eso y me fascina. Y también me estoy metiendo duro con la filosofía. De hecho, creo que voy a tomar una clase de filosofía este verano.

Ha sido una transformación muy fuerte.

Publicidad

Muy fuerte. Sé dónde estoy débil y como soy un romántico, por ejemplo, no puedo estar con otro romántico. No me puedo dejar llevar. Necesito fortalecer más algunas partes del cerebro para no volver a caer en ciertas cosas del pasado.

Hablando del pasado, ¿hay canciones de ese pasado que en algunos momentos no quiso cantar?

Publicidad

Tuve una etapa de la enfermedad en la que realmente no quería cantar muchos temas del pasado. Para no olvidar, por ejemplo, de Vagabundo. Y otras piezas que pensé que representaban demasiado el pasado. No quería estar más ahí. Son canciones que dicen cosas que a la hora de un posible final de repente no ayudan tanto, no sirven de a mucho. Entonces mejor no las cantaba, pero ahora me siento más fuerte y puedo soportarlas. Estoy haciendo mucho deporte y, de repente, las puedo interpretar y ver de otra manera. Verlas por lo que son en realidad: una pieza musical.

Mucho se habla del poder y la fuerza de las palabras. De lo que se piensa, de lo que se dice. Somos miles los que hemos admirado esa parte más oscura del gran Draco Rosa, pero este definitivamente, como usted lo dice, es un momento de luz y volver a ese lado más oscuro quizá no sea tan bueno para la sanación.

Esa parte de mí es inevitable y no puedo negarla. Hace mucho que leo a Michael Foucalt y buena parte de su obra ha sido muy importante para entender muchas cosas. Hoy más que nunca mi gran deseo es mantenerme fiel a las pasiones. Pero claro, siempre está la curiosidad que te llama. Ese es un gran problema. Es denso. Y, de hecho, estoy convencido de que se trata de algo que está en las células madres. A mí me sometieron a un trasplante de médula ósea para combatir el cáncer y hasta pensé: "¿Será que con eso puedo borrar ciertas cosas, eliminarlas de mi pasado? ¿Cosas que me atraen demasiado y que quisiera que se fueran?" ¡Pero ya me di cuenta de que no se van a ir nunca! Me levanto y ahí están. Las células tienen memoria. Por eso mismo hay que buscar palabras que levanten el espíritu, positivas. Y en esas ando yo. Es algo que siento necesario. De hecho, me acuerdo de que cuando estaba en la clínica, con otros que estaban incluso mucho peor, yo podía levantarlos. A través de la poesía, a través de la música, a través de las palabras. Existen un poder y una fuerza enormes que te empujan a seguir adelante cuando así lo quieres… Lo que pueden hacer una sonrisa, un abrazo, un beso. Se trata de una energía muy especial.

Publicidad

¿Y cómo pudo incorporar eso a la música?

Eso es algo que a mí siempre me ha costado. Toda la vida ha sido mucho más fácil para mí componer una canción para otro, que escribir algo propio. Crear una pieza para alguien más me resulta muy sencillo, pero en el momento en el que se internaliza, es otra cosa.

Publicidad

Esas nuevas composiciones de las que hablábamos al comienzo, ¿por qué lado van?

Justo ahora estoy muy enganchado con esto de cantar. Para Vida especialmente, tuve muchas dudas de si iba a poder cantar. Por ejemplo, con Rubén (Blades). Recibir su parte de la canción, tener su voz y escucharla en el estudio fue algo surreal para mí. En los últimos meses me encontré de una forma bien especial con el canto. Antes de mi último concierto en Puerto Rico empecé a tomar unas clases en serio. Con un personaje que trabaja con Bocelli y con otros tantos. Especializado en canto lírico. Y fue después de ese concierto que empezaron a decirme “¡Ey Draco, estás cantando muy bien!”. (Se ríe.) Antes, nunca en estos años, me había hablado nadie de mi voz. Me decían: “¡Ey, estuvo bueno el show!", "¡Me gustó!" o "¡Esta canción está tremenda!”, pero nada más. Empecé con estas clases y me las he tomado muy en serio. Me enfermé y, obviamente, la quimio te baja la energía y te deja sin voz. Es un desastre. Pero encontré en el canto algo realmente hermoso que desconocía.

¿Qué fue eso tan maravilloso que dice que encontró en la voz?

Entendí que no existe nada más importante que comunicar algo, y es por eso que tengo tantas ganas de grabar, de tocar en vivo. No sé qué tipo de disco vaya a resultar después de Vida, pero sí hay varias piezas que son de piano en las que la voz ocupa un lugar bien importante. El corazón lo tengo ahí, con el piano, con el performance, con la voz. Y se trata de algo que va más hacia lo clásico. Mucho más orquestado que lo que he hecho antes, y también con una sensibilidad distinta. Eso no quita que, por ejemplo, cuando estoy haciendo las cosas para Mr. Blake la pase muy bien. Me río, bailo y me divierto.

Publicidad

Volviendo a Vida, ¿qué significado tiene realmente este disco para usted?

Este disco yo lo encuentro bien bonito y tiene una calidad inmensa. ¡Wow! Todos los que están envueltos en él ¡son de un calibre! Tú escuchas piezas como la que grabamos con Rubén (Blades), o la del mismo Romeo (Reza por mí), la de Juan Luis. Una detrás de otra son mágicas. El Tego en Brujería es impresionante. Nadie hubiera podido hacer algo mejor en cada una de las canciones.

Publicidad

Usted dice que todas estas personas que participan en el álbum, las 16, han sido muy significativas para usted en algún momento de su vida.

Definitivamente. Cada una tiene historias diferentes conmigo, momentos de la vida compartidos. Algunas han sido experiencias fuertes y hasta de rechazo hacia mí, o mío hacia ellas en un pasado. Pero esto ha sido de amends, you know, you make your amends con algunas personas en ciertos momentos de tu vida. Feliciano, por ejemplo, me invitó alguna vez a participar y yo no quise hacerlo. Y si me preguntas hoy, le diría vamos para allá sin dudarlo. Pero tal vez yo no sabía dónde estaba en ese momento. Shakira es otro ejemplo. Con ella tuvimos un encuentro por la época de Pies Descalzos, un encuentro..., esto nunca lo he contado, pero lo cuento hoy, ¿puedo contarlo? (Se voltea y mira a dos chicas representantes de su management y de su disquera… se ríe.) No, creo que no debo contarlo… En fin, no voy a hablarte de los detalles ahora, pero lo que quiero decir es que no sabes la alegría que me da que ella esté en este disco.

¿Qué fue lo que pasó con Shakira?

Publicidad

Te hago una promesa, les cuento a las chicas de qué se trata, y si ellas dicen que puedo hablar de eso, yo personalmente te llamo y te lo cuento. Te lo prometo. Mi punto es que me alegro mucho de que esté en el disco. Por X o Y razón del pasado, es muy bonito que hayamos vuelto a encontrarnos. También por un momento pensé que José (Feliciano) me iba a decir que no y me dijo que sí. Siento como que we are back in touch. Ese es el punto en todo esto.

¿Y fue también el momento de la reconciliación con Ricky?

Publicidad

Con Ricky ya nos manteníamos en contacto desde hace mucho rato. Nosotros siempre hemos estado conectados (a diferencia de lo que dicen algunos medios). Que decidimos cada uno hacer otras cosas es cierto, pero somos hermanos de la vida. Llevamos demasiado tiempo haciendo cosas juntos.

Ahora que hablamos de reconciliaciones, amends, como usted los llama, también hubo una reconciliación con Sony Music.

Sony ha sido mi casa disquera siempre. Ahí es donde está el catálogo. Es cierto que hubo un momento en el que quise irme independiente. Lo hice para poder experimentar porque dentro de una compañía disquera es muy posible que te limiten. Esa puede ser una realidad, pero no creas, también cuando uno tiene un buen producto que realmente se pueda compartir, hablando en términos masivos, pues no hay mejor colaborador que una disquera importante.  I mean, la realidad es esa. Yo hago muchos experimentos y uno tiene que estar siempre cocinando cosas. La idea es presentarle tus proyectos a la disquera y si podemos trabajar juntos, por qué no hacerlo. El mundo ha cambiado tanto. Las disqueras de antes no son las disqueras de ahora. Y creo también que hoy se colabora más porque si no lo haces así, los proyectos no salen adelante. Nos necesitamos mutuamente. A eso súmale que cuentas con un equipo profesional que te ayuda en toda la promoción y difusión. Puedes crear muchas cosas increíbles, pero una cosa es hacer algo y otra pensar: “bueno, y ahora qué hacemos con esto”. Muchas veces como artista no estás preparado para pensar en eso. Creas tu obra y ya está. Te cuesta decidir lo que vendrá después. Yo sí necesito un equipo, una estrategia. Gente que me diga: “¡Ey, vamos por acá!” Para mí es muy emocionante ver que se preparó algo tan bonito como este disco Vida y que contamos con el equipo para mostrárselo a cuanta gente sea posible.

Publicidad

Draco, a este mundo, ¿vinimos a vivir de qué manera?

A vivir con pasión. Yo creo que si algo te puede acercar a la verdadera felicidad es la pasión. Ahora con toda esta lectura que estoy haciendo de Foucault es un poco confuso el tema para mi, pero bueno, eso lo dejamos para otro día. Para un cafecito en Bogotá. Para nuestro próximo encuentro. Pero si hay algo que pudiera recomendar ahora mismo es ser fiel a lo que son tus pasiones. Eso es lo que te mueve a crear.

Publicidad

¿Qué temores tiene hoy? Ya tuvo el más grande de todos que es sentirse tan cerca de la muerte.

La verdad es que, aunque todos sabemos que vamos para allá, es bien desafortunada la idea esta de morir. En un momento dado, yo decía: “no le temo a la muerte”, pero luego te das cuenta de que en realidad sí le temes, y mucho. De repente te ves al final, y hasta terminas aceptando ese final. Te resignas, pero entonces te dan la oportunidad. Y fue cuando acepté que me iba a morir que de repente todo fue mejorando. Decidí someterme a este último tratamiento que es el trasplante de médula y me apunté a unas medicinas todas raras. Fue algo como “eres el paciente número 26 y tienes que llenar todos estos papeles”. Ya llegado al más allá no tenía nada que perder. Y fíjate, ahora aquí estoy. Es en serio un momento mágico, espiritualmente hablando.

¿Nos quedamos entonces debiendo un cafecito en Bogotá y regresamos a la historia de Shakira?

(Sonríe de nuevo.) Esperamos ir a Colombia en el segundo semestre de este año. No sabemos si a hacer conciertos todavía, pero ojalá que sí. De promoción seguro.

Publicidad

  • Publicidad