Eduardo Cabra: “‘Cabra’ es un trabajo honesto y necesario que tenía que hacer para seguir adelante”

Eduardo Cabra es un nombre que sobresale en la producción y en las propuestas musicales en los últimos años. Con una trayectoria de más de una década, su presencia ha sido vital en proyectos como Calle 13, Trending Tropics , y en la producción de artistas como Monsieur Periné, Silvina Moreno, Vicente García, Chambao y muchos más.

Cabra es la primera parte de un álbum que verá la luz antes de terminar el 2021: seis canciones cargadas de emociones directas que hablan de despojo, limpieza, despedida, entre otras situaciones. Hablamos con Cabra acerca de los números en la industria musical y de esta primera entrega de canciones que estrenó el 31 de mayo.

¿Cómo se planea un álbum en dos partes?

Creo que en un momento empezó chévere, me estaba sintiendo a gusto, y de repente quería soltarlo todo ya, acabar esto porque ya no aguantaba más y quería acabar esta primera mitad del disco, la segunda parte va a salir en noviembre. Ha sido mucho cambio de emociones, unas cosas bien, otras no tan bien, y al final me sentí bien de haber terminado esta primera mitad, llegué a un tope y siento que en la segunda mitad voy bajando la montaña. Subir es lo más complicado, después uno va más tranquilo en bajada, eso es lo único que tengo ahora mismo pensado. Un proceso cabrón dentro de todo lo que estamos viviendo, trabajé en equipo las letras, pero la producción la trabajé en la soledad, fue un aprendizaje bien chévere de uno interpretar, grabarse y trabajar el tema y al otro día ejercer un criterio sobre esa interpretación y tratar de ser crítico y ser duro con uno mismo. No sentía apego con las interpretaciones o los detalles, al día siguiente me levantaba a machetear y cortar cosas, así se hizo Cabra.

// Foto Cesar Berrios

¿A qué sonaban las emociones?

El trabajo mío ha sido ecléctico. En los últimos tiempos he conectado con el trap, que tiene mucha posibilidad por los beats, son low tempo, así se pueden sumar elementos que estén más subdivididos, por ejemplo La cabra jala pal monte tiene tambores a doble tiempo, quizá Gris que tiene arpelladores, Un Belén también que tiene elementos de la plena, folclor puertorriqueño. Trato de documentar la música con la que estoy conectando en este momento, pero también sumo métodos que he usado en el pasado, para tratar de alimentar el eclecticismo dentro de la producción.

¿Quiénes participan en composición y música en ‘Cabra’?

El trabajo en equipo es bien importante, eso propone la diversidad y uno se replantea también las ideas. Cuando uno trabaja en equipo quedan ideas más sólidas, todas la ideas del disco parten de una idea inicial. Yo empiezo por el beat, y hubo dos trabajos con Raúl Sotomayor que es amigo, él trabajó de La cabra jala pal monte, y Lingotes, eso lo trabajé con Raúl en cuestión musical, las letras las trabajé dos con Rita Indiana, dos con S7ete, Eva González en Quisiera ser un meme, y con mi amigo Sebastián Otero trabajé Lingotes. En el asunto de las letras era simplemente comunicar la idea de lo que quería y empezar a hacer un pin pong y tratar de ajustar esas letras para que estuvieran en ese lugar donde uno se sienta cómodo. Quizá por eso se siente como un denominador común en todas las letras, aunque son compositores diferentes.

¿Cómo funciona cuando el productor está de los dos lados, cantar y producir?

Uno está con la interpretación y al otro día ejerce un criterio sobre lo que uno hizo, estaba cambiando de rol constantemente, ese fue el desafío. Fue un aprendizaje colocarme en el papel de un intérprete, también me ayudó a conectar con las personas con quién yo estoy trabajando otras producciones. He conectado con ese estado de vulnerabilidad que tiene uno frente al micrófono cuando uno interpreta. El desafío con este álbum ha sido lo de la producción, auto producción y estar interpretando y ejerciendo un criterio sobre eso.

¿Qué plantea con un álbum en dos partes?

La primera mitad del álbum es densa, está bueno proponer esa densidad de lo difícil que es subir pero después ir en bajada, es algo que me voy a aferrar, a esa idea. La cabra jala pal monte es un despojo, es como tener las cosas claras, por eso se representa lo viejo con la muerte de Visitante, que soy yo mismo, eso es en esencia es la idea central. Lingotes va más por la molestia, exponer y hablar claro de algunas cosas que le molestan y también habla de cuando se da y al final te quedas con un Lingote de cartón, es dar desinteresadamente y al final el camino no se reconoce el trabajo como uno se hubiese imaginado. Tiene que ver con la falta de reconocimiento al trabajo y las molestias que eso genera. La Ventana es una limpieza, un empoderamiento, después de La cabra jala pal monte que fue el despojo, llega reconocer las cosas que uno ha hecho bien y todo lo chévere del trabajo y las cosas que uno recibe. Un Belén es una despedida a seres cercanos, es un homenaje a seres queridos que se fueron. Gris es como hablar claro de las cosas que uno ha hecho no tan bien en la vida, y que le hacen daño a la gente que uno quiere, Quisiera ser un meme es una perspectiva de cómo pienso que alguna gente o algunos proyectos están moviendo la música, más enfocado en los views y los likes, pero son carreras cortas y de repente ese meme viaja por todo el mundo y tiene muchos likes, muchos views y después de eso, chao. Es un punto de vista del lado mío de productor.

Y hablando de likes y views, ¿Qué tanto le preocupan las cifras?

Yo siempre he creído en construir catálogos sólidos. Esas carreras en 100 metros lisos están chéveres, mucha gente se beneficia de eso, pero yo apuesto al catálogo, a que si vas a ver un proyecto en 20 años, ese proyecto salga a defender una carrera entera y que el público sea testigo de eso, y se lo disfrute. El tiempo dirá, usando ejemplos de proyectos legendarios, no soy el primero ni el último productor que este defendiendo el catálogo, de eso se trata: que en 20 años te puedas subir a un escenario y defender tu proyecto.

¿En qué momento de su carrera ubica este álbum?

Ha sido difícil conectar con eso, es un trabajo que retrata este momento de dejar cosas atrás, pero a la misma vez siento que todas las producciones en las que he trabajado son discos que son mis discos, no solamente los de Cabra, sino los de Calle 13, y en todas las producciones que han sido un montón en los últimos años. De cierta manera siento que Cabra es un trabajo honesto pero a la misma vez siento que es una irresponsabilidad, ponerle una carga a este disco ya que es un trabajo más de todos los trabajos que he hecho en mi vida. Estoy contando todas las producciones que he hecho más de treinta en estos últimos seis años. Siento que es algo que se suma, es un trabajo honesto y necesario que tenía que hacer para poder seguir adelante.