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El último show de Sex Pistols en el Reino Unido fue un concierto de Navidad para niños

Nada como Johnny Rotten para activar el espíritu navideño.

Sex Pistols
Captura de pantalla. Julian Temple.

Aunque Navidad y niños no sean lo primero que pensemos cuando escuchamos sobre Sex Pistols, precisamente esos fueron 2 elementos clave de su última presentación en el Reino Unido, a favor de los hijos de mineros y bomberos en huelga, en Huddersfield. Semanas después, la icónica banda de punk se embarcaría para Estados Unidos en la que sería su primera y última gira en ese país.

Cuatro décadas con 'Never mind the bollocks' de Sex Pistols.

En ese momento, los Pistols ya habían dicho groserías en televisión nacional y su canción God Save The Queen estaba censurada en todas partes. No eran precisamente una banda que muchos soñaran con contratar en ese momento. Por eso, su concierto benéfico generó mucha atención.

En aquel concierto, John Lydon (mejor conocido como Johnny Rotten, líder de la banda), repartió discos, camisetas y afiches. Había un gran pastel con el nombre de la banda, y en un momento de la noche se desató una guerra de comida, apoyada por los miembros del grupo, por supuesto.

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“Fue fantástico, una gran recompensa”. Uno de mis conciertos favoritos de todos los tiempos”, así recordó el evento Lyndon en una entrevista posterior. El grupo interpretó cerca de 6 canciones, una de las cuales fue Bodies, sobre un aborto, y con bastantes malas palabras. Apenas para el público infantil. “(Los niños) estaban muertos de la risa. No tuvieron la reacción chocante de “¿Cómo se atreven?”. Los adultos traen sus propias mentes sucias a la cosa. No lo perciben como lo hace un niño”, agregó Lydon.

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El realizador Julian Temple grabó todo y en 2013 se emitieron algunos fragmentos en la televisión británica. “De alguna manera, los Pistols son lo único que se ve conectado con la actualidad. El resto parece de alguna manera del periodo victoriano, mientras que los Pistols se sienten más modernos, conscientes de lo que estaba sucediendo”, declaró Temple en entrevista con The Guardian sobre sus imágenes.

Meses luego del inolvidable show, la banda asistiría a su caótica gira en Estados Unidos y poco más de un año después, el 2 de febrero de 1979, ocurriría el fallecimiento de su bajista, Sid Vicious. Sin duda, ese último concierto en el Reino Unido es de esos eventos inolvidables que rara vez se repiten en la cultura pop. Larga vida al punk.

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