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Hablamos con el que le lleva la luz a Lady Gaga, Bob Dylan y Rolling Stones

Patrick Woodroffe: la luz que ha hecho brillar a las estrellas artísticas

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Foto: Jason Merritt/TERM / Getty Images

¿Alguna vez se han preguntado quién está detrás de los diseños de luces de los conciertos de Lady Gaga, Rolling Stones o Elton John? Encontramos a Patrick Woodroffe, el mago detrás de lo que estos legendarios artistas muestran en tarima. 

Por José “Pepe” Plata // @owai

Por más de cuatro décadas, el británico Patrick Woodroffe ha sido el creador de los espectáculos de luces que han acompañado giras y conciertos de artistas como The Rolling Stones, Genesis, Lady Gaga, Peter Gabriel, Michael Jackson, entre otros. A sus 65 años nos cuenta cómo es ser la persona que viaja por el mundo para ser quien apaga y prende la luz de teatros, escenarios abiertos o estadios.

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Y es que su experiencia no solo es la de alguien que llegó a la industria para ser quien llevaba a cabo los trabajos de iluminación. Es también alguien cuyo trabajo se ha expandido para hacer que la luz habite iluminando obras arquitectónicas, artísticas, instalaciones, obras de teatro,  películas y más. 

Ya perdió la cuenta de todos los eventos en los que trabajado. Vio crecer a sus hijos junto a los de Mick Jagger, podría escribir un libro de anécdotas o recuerdos de artistas, y tiene una empresa donde trabajan más de cuarenta personas. Dos días antes de un viaje de trabajo al festival Rock in Rio en Brasil, estuvo de paso por Bogotá para compartir sus anécdotas y recuerdos. Aquí está nuestra charla con este real ser de luz. 

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¿Cómo recuerda sus inicios haciendo trabajos de iluminación en los años setenta? 

Creo que tiene que ver con mi educación. Fui tan malo en la escuela que no podía aspirar a desarrollar una carrera convencional como médico, abogado, ingeniero o banquero. No tenía las notas para eso. Entonces eso fue bueno para mí, porque tuve que buscar otras cosas para ganarme la vida. Estudié en un colegio de extranjeros y tuve compañeros de clase como un hermano de Bin Laden o también uno de los hijos del fundador de Sony, Akio Morita. Eso me enseñó mucho sobre la gente y sobre otras culturas, que es algo que sí o sí veo cuando hago viajes. Y además que soy un viajero constante. 

No tenía certificados de nada. Pero mi hermano, que era un "roadie" para algunas bandas pequeñas, tuvo mi ayuda cuando yo tenía 16 años. Y ahí nació mi amor por la música en vivo. Tuve un primer empleo en una pequeña compañía de iluminación de Londres. De hecho era la única compañía que había en la ciudad que se dedicaba a eso. Tuve algunos viajes trabajando con ellos en escenarios europeos. Fue un trabajo en el que si bien se hacían instalaciones de luces en escenarios, tuve la libertad para diseñar algunas dinámicas y poder llevarlas a cabo. Todo era muy simple. Me quedé ahí. No me enloquecí con las drogas y estuve casado con la misma mujer. Sobreviví. 

Fue así como a medida que las bandas de rock pasaban de hacer presentaciones en teatros pequeños, para luego pasar a estadios o grandes campos, que fui desarrollando mi trabajo alrededor de las luces. Las bandas crecían y yo también. Era necesario hacer conciertos más grandes. Y teníamos mucho más dinero para gastar en eso.  Digo “nosotros”, pero en sí, éramos un grupo pequeño de personas que estábamos detrás de estas actividades. Luego empezaron a nacer las empresas de esta actividad. Y es entonces cuando se empieza a ver cómo aparecen luces, máquinas y procesos que hicieron que esto se consolide. Y es aquí donde aún estoy.

¿Cómo es el proceso de hacer un diseño de luces para un artista? ¿Hay reuniones, contrapropuestas, sugerencias?

Sí, lo primero es una reunión con el artista. Hay que tener una vibración con el artista. Hay artistas y bandas con los que he trabajado por años. Algunos de ellos son The Rolling Stones, Genesis, Bob Dylan o Phil Collins. Ahí tenemos un terreno abonado. Por ejemplo, acabo de trabajar con Rammstein. Había un poco de nerviosismo de las dos partes. Yo tenía que llegar con referencias previas de sus conciertos o eventos y ellos se refirieron a cosas que yo hice previamente. Ahí comienza un proceso de entendimiento de lo que ellos hacen y quieren en una presentación. Lady Gaga por ejemplo quiere ser una figura vistosa, una diva, alguien que brille. Pero alguien como Bob Dylan solo pide pequeñas iluminaciones. Hay que comprender eso bien, para saber qué se propone y qué se puede hacer.

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¿Y con alguien como Elton John es más difícil?

Elton John es alguien que no quiere tener ningún tipo de intervención en mi trabajo. Solo deja que yo haga las cosas, mientras que otros me vigilan o están al tanto de lo que yo hago. Él dice cuáles son las canciones que va a presentar y las comenta; pero me da total libertad para crear lo que quiera. Y él no puede ver eso sino hasta cuando comienza su primera presentación. Y luego él llega y mira un espectáculo que hemos preparado durante seis meses y ha costado diez millones de dólares y se sorprende.

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¿Cuáles son los artistas que con el paso del tiempo se convierten en amigos?

Soy amigo de los Rolling Stones hace ya 35 años. Me tomó varios años poder tomar esa confianza, pero he visto cómo sus hijos crecen a la par de los míos. A pocos puedo llamar amigos. Pero es cierto que hay unos artistas que conozco de tiempo atrás como Sting. Vivimos muy cerca. Generalmente son buenas relaciones de trabajo; ellos me contratan y se mantiene así. Hay mucha vulnerabilidad cuando se trabaja con un artista. Hay egos y hay miedos. Y yo soy algo así como un facilitador de espectáculos.  Y no se trata de valorar lo que hace el artista como alguien en la sociedad. Es también valorar que muchos de ellos son personas maravillosas que hacen cosas muy buenas. 

¿Cómo describe la evolución en el mundo de las luces desde las técnicas básicas hasta la sofisticación de las máquinas actuales?

Eso ha pasado. Pero lo que no ha cambiado es que siempre tiene que haber un escenario. Uno pequeño o un estadio. En cualquiera de ellos hay un artista que necesita ser iluminado en su presentación. Y sobre eso se pinta un cuadro de dramatismo, un repertorio, emociones y más. Es una especie de libreto con el cual se narra la presentación. He ahí mi trabajo. Y poder hacer esto con artistas increíbles es lo que yo hago para ganarme la vida. Nunca pensé que fuera un trabajo o un empleo. Tiene mucha actividad física, pero al final del día hay grandes alegrías. La tecnología ha cambiado, pero persisten las relaciones entre los artistas y su público. 

Por años usted ha estado en festivales y conciertos por todo el mundo. ¿Cuáles son aquellos que más recuerda y por qué?

Es muy difícil; por lo general, solo me acuerdo del último evento. Pero el otro día me pregunté cuántas veces habré estado en un teatros, coliseos, estadios o escenarios teniendo unos audífonos y escuchando una voz que dice “atentos con las luces, el espectáculo va a comenzar”.  Creo que he escuchado estas palabras, miles de veces. Podría tal vez hacer una lista de artistas importantes. De seguro los Stones están allí. Y los Pet Shop Boys. Pero también hay espectáculos de ópera increíbles o presentaciones especiales de teatro en Alemania. Cuando se apagan las luces, hay un momento muy especial. Uno se siente parte de algo, eso es muy importante. Esto es muy bueno cuando se hace teatro musical. Por ejemplo hice uno de Abba y también hice El fantasma de la ópera. Uno se siente parte de un equipo. Tal vez eso es lo mejor de mi trabajo. 

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Foto: Lisa Lake // Getty Images. 

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¿Cuál puede ser un consejo para las personas que quieren trabajar en la industria del espectáculo en el manejo de luces?

Es algo increíble poder trabajar en esto y conocer la luz. Tengo muchos alumnos que me dicen que quieren manejar las luces de un concierto de rock; eso está bien. Pero las luces pueden ser usadas para iluminar muchas cosas. Si se comprende la luz, es posible iluminar arquitectura, eventos, museos, películas...todo lo que se quiera. La luz es efímera, no se puede tocar. Pero se puede sentir. 

Además de la música, usted ha podido trabajar diseños de luces para teatro, arquitectura, instalaciones y más. ¿Cómo se diferencian los procesos de trabajo para cada uno de esos campos?

Comencé a diversificar el trabajo cuando vi que Mick Jagger cumplió 50 años. Nadie podría garantizarme que los Stones iban a durar muchos años más. Mick tiene ahora 76 años y la banda sigue; pero yo empecé a buscar otras opciones porque si bien ya había hecho cosas con la música, sabía que otras actividades eran necesarias también para trabajar. Empecé a usar las técnicas del rock en la ópera. Luego, al saber cómo se monta un espectáculo de ópera trabajé con luces y arquitectura, luces e instalaciones artísticas, y más.  
 

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