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Ibeyi: Lo mejor de dos mundos

El dúo francocubano volvió a Bogotá después de un año y se ven más maduras, más serenas, más cancheras.

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Foto por: Brayan Garnica

Las gemelas francocubanas volvieron a Bogotá para presentar su más reciente disco Ash en el que una vez más le cantan a la espiritualidad, a las mujeres y al racismo. 

Un set de un teclado, un sintetizador, un pad y un tambor batá es todo lo que acompaña a estas hermanas que viajan por el mundo tocando su música. Lisa y Naomi, de 24 años, hijas del percusionista Anga Díaz y la cantante francovenezolana Maya Dagnino, tienen la música en su sangre. Sus primeros años los vivieron en Cuba, donde su papá tocaba el cajón y las congas en Buena Vista Social Club, a los 11 años su papá muere y Naomi aprende a tocar el instrumento del papá la caja. En el 2013 viviendo en Francia formaron Ibeyi. Lisa es la voz líder y toca el piano y Naomi toca la caja, el tambor batá y sintetizadores. 

Ibeyi tiene lo mejor de dos mundos, tienen la elegancia de la electrónica francesa y el sabor de la música cubana, cantan en yoruba, español e inglés. La conexión que tienen entre ellas se nota a leguas, no hay conteo ni miradas para darse pie cuando cantan juntas. Oir sus discos es muy placentero, pero verlas en vivo es doblemente placentero e inspirador.

Hay un tema recurrente en su último disco y que en el concierto Lisa, que es la que habla y presenta cada canción, lo recalcó. De pronto porque después de salir en el álbum visual de Beyoncé en la última escena en donde salen un grupo de mujeres en el patio de una casa. El cuadro representa el renacer de las mujeres es colorido y después de un largo viaje por canciones de dolor, despecho, abuso, la última canción (y escena) es esta. Están Naomi y Lisa sentadas al lado de Beyonce siendo partícipes de un movimiento que cada día toma más fuerza. En Ash dedican varias canciones al feminismo, en No Man Is Big Enough For My Arms (Ningún hombre es suficientemente grande para mis brazos) toman pedazos del ya famoso discurso de Michelle Obama en el que dice que una sociedad se mide por cómo tratan a sus mujeres y a sus niñas. En Transmission toman un pedazo del Diario de Frida Kahlo y de la voz de la misma Frida suena  "Pies para qué los quiero si tengo alas para volar(...)" mientras ellas cantan atras la canción es solemne al igual que su mensaje, que lo llevan con mucha seriedad y respeto. En este disco está su primera canción cantada en español de la mano de La Mala Rodriguez. Con un beat muy propio del reggaeton hablan de una poderosa despedida. 

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A lo largo del concierto se hacen chistes entre ellas, Lisa le dedica una canción a Naomi, Naomi es la reina del baile y lo sabe, se mueve con todo el poder latino que corre por su sangre. Se paran al frente del escenario mirándose de frente y cantan en yoruba, le cantan a su mamá, a su papá, a su sobrina. Su espontaneidad muestra lo cómodas que se sienten haciendo música. 

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