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La búsqueda eterna de A.C.O

Aunque empezó en el rap, el artista peruano A.C.O se caracteriza por cambiar constantemente. Hablamos con él sobre su carrera y su disco más reciente: 'Lo Que Muere No Acaba'.

A.C.O
A.C.O
// Foto: Axel Aquino

Cuando empezó a hacer música —primero como beatmaker que como rapero—Arturo Salazar vivía obsesionado con 9th Wonder. Estudiaba los videos en los que el productor de Carolina del Norte creaba sus pistas para entender cómo lo hacía, qué máquinas usaba y el camino para que él pudiera lograr algo similar. Ese era su estilo al principio, cuando eligió A.C.O (un derivado de Arturaco, su apodo): samplear soul, cortarlo y acelerarlo para que las voces sonaran más agudas.

Por Santiago Cembrano @scembrano

Más de diez años después, el trasegar de su música ha llevado al artista peruano del rap a la fusión con el jazz, el soul, el bosa nova, el funk, el R&B y, con su último álbum Lo Que Muere No Acaba (2020), el pop.

Desde el colegio escribía relatos y poemas que pulían su habilidad para canalizar ese sentimentalismo que lo caracteriza y hacerlo palabras, letras, canciones. Así avanzó con discos como Ritmo y Vuelo (2014), Duda (2015), De Vuelta Al Viaje (2017) y LIVIANA, ALADA Y SAGRADA (2019) para construir una carrera y destacar en la escena independiente de Perú.

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Aunque hay algunas líneas comunes, al escuchar las primeras canciones de A.C.O y compararlas con las más recientes, un oyente desinformado podría asumir que son de artistas distintos. La voz, la actitud, la producción, y el ritmo son factores que han sido fluctuantes en su carrera, los ha ido desarrollando.

Le gusta moverse y experimentar, como un niño que cambia de juguetes para divertirse y no aburrirse. Dentro de ese río parmenideano en transformación constante destaca como constante su disciplina, tanto al escribir como al crear. Es un profesional de la música, tan enfocado en el arte como en toda la estructura logística que lo rodea, y esa es una de las razones que explica su éxito y crecimiento.

A.C.O
Estanislao Gullén

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Ya con treinta años, varios discos bajo el hombro y la música como su ocupación de tiempo completo luego de renunciar hace unos años a su trabajo como diseñador, A.C.O está en un gran momento de su vida. Es notorio en Lo Que Muere No Acaba, un disco feliz y positivo. Su música cambia con su humor, y él mismo destaca que con su relación con su novia, Paloma. La madurez que llega con la edad y apreciar cada momento de la vida son factores que le dan una mirada optimista ante la vida, que se filtra en su música actual.

Hablamos con A.C.O sobre esto

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Tu música ha cambiado progresivamente desde que empezaste. Por ejemplo, se nota en tus canciones que cada vez sampleas menos, o que la influencia del rap se le han sumado otros géneros. ¿Qué ha guiado esa transformación?

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Es inevitable. Lo que me mantiene activo son las ganas de crecer y de seguir experimentando. La música es una búsqueda que nunca va a parar. Para mí es imposible estar más de un año y medio haciendo exactamente el mismo tipo de música. Me divierte mucho explorar nuevas cosas. Como has dicho, cada vez estoy dejando más de lado los samples y estoy componiendo más. He estado activo con el piano, tratando de mejorar. Explorando melodías. Me estoy yendo para ese lado. Después de armar una composición musical, le monto un beat que parezca más hip hop.

Eso no va a parar. Hoy estoy haciendo un tipo de música y en dos años probablemente suene diferente. Nunca me he considerado un purista del hip hop, porque me siento demasiado musical. Al hip hop le tengo mucho cariño, lo amo, siempre va a estar esa influencia en mi música. Pero necesito mezclar más cosas y poder jugar. Lo más importante para mí es divertirme en el proceso. Cuanto más me divierto siento que mejor salen las canciones. En esas ando, y sé que voy a seguir en ese proceso siempre, de buscar, experimentar y seguir jugando con música.

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Esa transición te llevó a Lo Que Muere No Acaba, el álbum que lanzaste el año pasado, que tiene tonos de R&B, pop y la fusión en la que ya te habías adentrado en tus trabajos anteriores. ¿Cómo fue el proceso del álbum? ¿Qué querías contar?

Lo Que Muere No Acaba es un disco muy diferente a los anteriores. Antes había tenido muy claro como “OK, voy a hacer un disco, quiero que suene así”. Cuando hice Duda, tenía claro que quería que fuera algo más social, con un corte crítico sobre hacia dónde está yendo la sociedad, qué me parecía mal. Ritmo y Vuelo reflejó un proceso de curación: yo estaba muy mal emocionalmente. Cada uno ha tenido una etapa y un concepto.

Lo Que Muere No Acaba es diferente, porque lo veo más bien como una recopilación de singles. Esa era la idea. Después de que saqué LIVIANA, ALADA Y SAGRADA, que es súper poético, dije “Voy a sacar singles durante el siguiente año y a recopilarlos en un disco, con un nombre”. Ha sido muy diferente, para mí Lo Que Muere No Acaba no es tan conceptual, más un recopilatorio. Me animé más a cantar, hay más de eso. Más allá de eso, no hay una temática clara.

A.C.O
Axel Aquino

Te adelantaste a mi próxima pregunta con lo que hablas de que estás cantando más, pero ya vamos a llegar allá. Antes, si las canciones y discos son como fotos que capturan ciertos momentos de la vida, ¿qué quedó reflejado en estas canciones? ¿Qué estaba pasando en tu vida mientras hacías Lo Que Muere No Acaba?

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Ahora que lo dices así, en realidad sí hay cosas que han marcado el proceso de este disco. Una de ellas fue la muerte de mi abuelo, el año pasado, el padre de mi padre. Él fue como un segundo padre, porque mi padre todo el tiempo trabajaba fuera de la ciudad, entonces sí me marcó. Viví con él desde que nací, por eso había esa cercanía. Eso fue lo que llevó al título, al final. Para mí era inevitable trasladar todo lo que sentí o el aprendizaje que tuve al disco. Eso me marcó. Desde ahí, cada vez que escribo tengo muy presente que la vida se va de pronto, pues, ¿no? Estamos acá y en cualquier momento —mañana, en diez años o treinta— uno se va. Me ha marcado mucho esa experiencia.

Por otro lado, tengo una relación amorosa muy sana y bonita hace algunos años. Eso también ha influido. Yo soy muy emocional y sensible, y eso se escucha en mis canciones: cuando me enamoro, te vas a dar cuenta por mi música; cuando no estoy pasando un buen momento emocional, también. Esta relación ha marcado mucho el camino de este disco.

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Ahora sí entrando en lo que hablábamos del canto, ¿cómo ha sido encontrar tu voz para cantar? ¿Qué te permite transmitir que el rapeo no?

Lo que podría decir en dos estrofas de rap lo puedo hacer en dos o tres palabras cuando canto. La melodía tiene facilidad para entrar en las emociones de la gente, y eso a mí me encanta poder lograrlo. Como tú dices, es un tema de encontrar la voz. Igual que en el rapeo: cuando empecé me pasé un año o dos buscando mi voz. Escucho mis canciones de hace diez años y no me gusta porque es una voz forzada y muy aguda. En el canto es el mismo proceso. Yo no he llevado muchas clases de canto ni me considero un cantante, pero creo que el hecho de experimentar y probar ha hecho que vaya escuchándome y afinando los defectos que tenía en mi canto hasta sentirme cómodo. Es una manera muy eficiente de llegar al sentimiento de la gente.

A.C.O
Estanislao Guillén

Las canciones de amor son las que más pegan, y a veces se sienten como lugares comunes. Cuando exploras el amor en tus canciones, ¿cómo haces para darles tu toque personal?

Yo como persona soy muy expresivo cuando se trata de mis sentimientos, sean positivos o negativos. Por esa razón, creo que se me facilita abordar ese tipo de temáticas. Y me he dado cuenta de que a mi público le gusta que hable de ese tipo de cosas, entonces es algo que tomo en cuenta porque me paga la comida y me paga las cuentas cuánto se escuchan mis canciones. Trato de hacer un balance porque a veces sí aburre un poco hablar de lo mismo, y por más que busques mil maneras de abordar un tema a veces te provoca hablar de otra cosa.

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También creo que el amor es un tema que da para tener un millón de perspectivas y acercamientos, y diferentes cosas que decir al respecto; no es solo el amor de pareja. Puedo hacer una canción que alguien se la dedica a su pareja y yo se la escribí a mi familia o a la música. Trato de darle un trato poético, y encontrar un ángulo personal, y no caer en lo que todo el mundo dice. Algo que me molesta un poco hoy un día, con la música urbana que está tan de moda, es que siento que todas las canciones son las mismas, pero con diferentes voces de diferentes artistas.

En general tus letras son muy positivas, transmiten bienestar y una visión alegre del mundo. ¿De dónde surge esa actitud?

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Estoy en una etapa en la que aprecio mucho las cosas, más que antes: los momentos con mi familia, con mis amigos, poder sentarme a hacer música, tener un techo, tener qué comer. Son ese tipo de cosas que uno de menor tal vez las pasaba por alto, y de las que ahora soy más consciente. Me he vuelto una persona más agradecida, y quizás de ahí parte lo que transmiten mis canciones, ese mensaje positivo.

En los últimos años, hay muchas personas que me escriben y me dicen “A.C.O, esta canción tuya que escuché en este momento tan depresivo de mi vida me levantó, me ayudó a seguir con mis cosas, y ahora me siento mucho mejor. Gracias por eso”. Para mí eso tiene mucho valor, por eso me gusta esta etapa de mi música y poder transmitir eso. Pero son momentos, no sé qué pase el próximo año y qué voy a estar diciendo. Mi música es muy personal, y hay momentos en la vida que son geniales y otros que son difíciles. Ahora estoy en una etapa muy bonita de mi vida desde hace un par de años.

Hace unos años renunciaste a tu trabajo como diseñador gráfico para dedicarte de lleno a la música. ¿Qué te indicó que era la decisión correcta? ¿Cómo ha cambiado todo desde entonces?

Sentía que no podía seguir así. No me podía permitir vivir de esa manera. Me sentía muy infeliz: ir y pasarme ocho horas al día de lunes a viernes haciendo algo que no me apasiona y no me mueve, que lo estoy haciendo únicamente por el dinero. Me sentaba en el escritorio y me sentía en una isla; el tiempo lo pasaba contando las horas. Era un trabajo que era mucho mejor remunerado que el anterior, así que estaba tranquilo económicamente. Lo tenía todo ya listo como para tener mi vida y pagar mis cuentas, comprarme en unos años una jato (casa). Me hacía sentir que estaba haciendo lo correcto, pero trabajaba en una empresa en la que me decían “Mira, este cuadradito muévelo un poco a la derecho. Esto ponlo acá. Cambia la foto”. Así eran todos los días. Y no podía vivir más años haciendo eso. Mi pasión por la música cada era más grande y ya estaba recibiendo algunos ingresos por Spotify y YouTube. No los suficientes para poder sobrevivir, pero felizmente conté con el apoyo de mi familia. Ese primer año en el que me salí del trabajo tuve un techo y qué comer gracias a ellos mientras me establecía financieramente. Sin ese apoyo habría sido más difícil, pero ha sido de lejos una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

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Ya vas una década en la música. Pasaste los 30. ¿Hasta dónde quieres llegar? ¿Qué quieres hacer ahora?

Quiero estar cómodo económicamente. Yo puedo estar bien ahorita —tranquilo y ayudar a mi familia con lo que necesitan— pero de acá a cinco años, si cruzo los brazos y bajo las revoluciones, dentro de uno o dos años no voy a tener nada de dinero. Hay una motivación por ese lado de establecerme económicamente y tener esa tranquilidad de que en el futuro voy a estar bien. Quiero engreír a mi familia, poder darle todo lo que necesite. Tenerla súper contenta y darle lo mejor, que es lo que me dio durante mi niñez. Creo que esos puntos son lo que me empuja a seguir adelante y buscar más cosas. Aunque ahorita es imposible por la pandemia, sueño con llenar un lugar con miles y miles de personas y que entiendan mi mensaje, que los mueva. Quiero conocer todo el mundo, si es posible.

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Canción a canción de Lo Que Muere No Acaba

  • - “Mantengámos Unidos”: 2020. Me hace pensar en el año difícil que hemos pasado todos como sociedad.
  • - “Tequiero”: Es una canción de la que me siento muy orgulloso porque me veo reflejado en ella. Si alguien no ha escuchado nunca de mí, me gustaría que escuchara primero esa.
  • - “En un Rinconcito”: Es experimentar y adentrarme y aventurarme con nuevos géneros musicales. Se trata de eso, de experimentar y cantar.
  • - “La de la Foto en mi Billetera”: Me hace pensar en Paloma (su novia). Admiro mucho a Kevin de M2H, es uno de los artistas de Perú con los que más me siento alineado musicalmente. Trabajar con él me gusta mucho.
  • - “Esas Ratas”: El cáncer que tiene Perú es la corrupción. No se va y no sabemos cómo hacer que se acabe.
  • - “Hay Maneras”: Es una canción totalmente sexual y erótica.
  • - “Ida y Vuelta”: Es experimentar. No quería que supieras qué genero musical era, y que no pudieras describirla. Es esa búsqueda mía musical.
  • - “Me Cansé”: Es una historia particular que escribí en un beat de internet y que muchos años después rescaté porque me pareció que tenía potencial. La rearmé, la reproduje y eso es lo que salió.
  • - “Flotando”: Soy yo regresando un poco al rap, a mis orígenes, al sonido que tenía en discos anteriores.
  • - “40 y Pico Días”: Me hace pensar en mi último viaje a México. Estuve dos meses allá. La distancia en una relación amorosa es difícil de manejar.
  • - “Quisiera Contradecirte”: Es una meta cumplida poder haber hecho una canción con MCKlopedia. Lo escuchaba hace años y lo veía como algo muy lejano. Poder hacer una canción con él es una de esas cosas que hacen que me de cuenta de que se ha avanzado mucho y que se han logrado cosas importantes con el proyecto.
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