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La quiebra de Gibson: ¿sinónimo de la muerte del rock?

Noticias fatalistas que no son más que jugadas de la industria para vender a los artistas de moda.

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¡Gibson, la marca que inventó la guitarra eléctrica, quebró! ¡La guitarra eléctrica va a desaparecer! ¡El Rock está muriendo! ¡El Reggaetón dominará el mundo y su primo pandillero, el Trap! Pues no, nada de eso es cierto, todo son estrategias de mercadeo. Tantas noticias fatalistas sobre el rock no son más que jugadas de la industria musical para vender más a los artistas de moda, y de los medios, para conseguir más lectores. No es la primera vez que pasa y muy seguramente tampoco será la última.

Por: Alejandro Araújo

El pasado 1o. de mayo, Gibson, la reconocida marca norteamericana de guitarras eléctricas que han usado leyendas como Jimmy Page, Slash y Angus Young, (solo por mencionar algunos), se declaró en bancarrota ante los juzgados de Delaware, Estados Unidos. Hay muchas razones que llevaron a la empresa a esto, pero el hecho generó una cantidad de debates y opiniones sobre la muerte de la guitarra eléctrica, y siendo ésta el símbolo del rock, es apenas lógico que se hable también del fin del género musical.

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Todo es cuestión de perspectiva. Si se mira la música como un producto, claramente el rock ya no vende tanto como antes, pero eso no quiere decir que vaya a desaparecer. No hay que olvidar que antes que nada la música es arte, es una expresión del ser humano, es desahogo, es ciencia, puede ser tan trascendental o tan banal como se quiera y cada persona vibra con la música en su propia frecuencia.

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Muchos entendidos del tema han salido a dar sus opiniones y argumentos sobre las razones por las cuales el rock y la guitarra eléctrica supuestamente están muriendo. Uno de las que más me llama la atención es el de la falta de ídolos: "que los “guitar héroes” desaparecieron con la generación de los 80", "que los niños ya no quieren ser como Slash sino como David Guetta o Maluma, y por eso ya no les piden a sus papás que les regalen guitarras en navidad sino tornamesas y controladores de DJ", "que ya no salen grandes bandas de Rock y las que salen no tienen grandes guitarristas".

Vamos punto por punto. Primero, el que un guitarrista tenga más de 50 años o ya esté muerto no hace que sea menos admirable o que su música sea menos sorprendente, y hoy en día, cuando es más fácil tener acceso a todos ellos, me parece un poco gratuito decir que Brian May, Eric Clapton, Jimi Hendrix, entre tantos otros, no puedan ser referentes de las nuevas generaciones.

Al contrario, con los años se convierten en leyendas, dejan de ser moda y se vuelven inmortales, o es que ¿ya nadie escucha a Beethoven o a Bach? Claro, tal vez se escuchan mucho menos que antes, pero siempre van a estar ahí y su música va a seguir sonando. Ahora, que desde los 80 no han salido grandes guitarristas me parece casi un insulto para genios como John Mayer, Jack White, Matt Bellamy de Muse, Tom Morello de Rage Against the Machine, Jonny Greenwood de Radiohead, entre tantos, sin mencionar a los grandes exponentes latinoamericanos, como Gustavo Cerati. Claro, los solos de guitarra ya no duran dos minutos en una canción de siete, como los de Kirk Hammet en Metallica, pero es que también ha evolucionado el papel de la guitarra eléctrica y de los solos, como evoluciona el género, y eso no los hace ni mejores ni peores.

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Por último, la quiebra de Gibson no obedece a que los niños no pidan guitarras de navidad. Esta marca siempre se caracterizó por ser exclusiva, de gran calidad, y sobre todo, muy costosa, así que nadie con un poder adquisitivo promedio le regala a su hijo adolescente una Gibson. La quiebra de Gibson tiene que ver con muchas otras razones: malos manejos administrativos, que las guitarras no son un producto perecedero y entonces casi nadie compra una guitarra al año y varias situaciones más, como multas medioambientales, intentos fallidos por democratizar la marca y que ahora hay muchas más marcas de guitarras con la misma calidad de una Gibson y que valen la mitad.

Una última cosa que hay que tener en cuenta es que la marca no va a desaparecer, ni van a dejar de sacar guitarras, seguramente va a haber un cambio administrativo. Posiblemente, las guitarras ya no van a ser lo mismo que antes, pero los expertos dicen que desde los 90 ya no lo son, entonces tampoco hay que sentarse a llorar.

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Y para los amantes del Rock, ¿quieren hacer algo para que no muera? Dejen de quejarse y vayan a toques, paguen la boleta sin llorar - porque 20 mil pesos les parece muy caro-, apoyen a las bandas emergentes y si tanto les gusta lo que hacen pónganse la 10 y cómpreles su disco, apoyen la escena local, porque todas estas mentiras no afectan a las grandes bandas, afectan a las que están naciendo. Y dejen de comer entero, el que un empresario o un periodista diga que el rock está muriendo, no quiere decir que sea cierto. Decir que el Rock murió porque una marca de guitarras quebró, es como pretender asegurar que el fútbol va a desaparecer si Adidas se declara en quiebra.

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