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Made in Medellín: J Balvin estrena emotivo podcast de 6 episodios con Spotify

La historia de José Álvaro Osorio contada en su propia voz.

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Foto: Cortesía Spotify.

Se trata de una hermosa y sentida confesión hecha en la propia voz del artista más cotizado del momento en el mundo entero. Aquí Josecito, como lo llaman sus padres, habla de cuando le pidió matrimonio a “La Mona Osorio”, su novia desde la adolescencia y durante 10 años, de sus ataques de ansiedad y de depresión en plena gira por Estados Unidos, de cuando llamaba a las emisoras a hablar de un artista llamado J Balvin haciéndose pasar por su relacionista público, y de cuando soñaba con presentarse y hacer un sold out en el Madison Square Garden, mientras caminaba sin un peso en el bolsillo, por las calles de Nueva York. También se revelan algunas de sus fobias, como la de los pepinillos en las hamburguesas. ¡Imperdible!. ¡Terminen de leer esta nota y vayan a escucharlo ya mismo!

Por Mariangela Rubbini Q // @bilirubbini

Son 6 actos, o episodios, en total, y su duración promedio es de 8 a 14 minutos cada uno. Se devoran en menos de nada, y están disponibles en Spotify. La historia es narrada por el mismísimo Jose, J Balvin, sus padres Albita y Don Álvaro, María “La Mona” Osorio, Carlos Torres “El Negro” y Andrés López “Papa”, sus amigos de infancia, adolescencia y universidad, e incluso, algunos habitantes de su ciudad natal, Medellín.

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En la ciudad del perreo, La diferencia entre Jose y J Balvin, Mi gente, Los sueños de Jose, Una historia de amor Made in Medellín y La familia componen esta serie documental que llega a detalles jamás contados sobre la vida de quien, hoy por hoy, es considerado el artista más codiciado en el mundo entero. En esta compilación de audios, Jose Álvaro Osorio, más conocido como J Balvin, y quien ya puede darse el lujo de que su competencia en el top de las listas musicales sea él mismo, revela muchísimas cosas que, estamos seguros, sus más fanáticos seguidores, aún no sabían. Habla de Belén, el barrio en el que creció en Medellín, y de otros muy cercanos como Antioquia y Fátima, que lo acercaron a la barriada y a los sonidos más urbanos, siendo todavía muy niño.

Cuenta cómo fue que descubrió por primera vez al reggaetón, y habla de cómo conoció a artistas como Daddy Yankee, Wisin y Yandel y Tego Calderón. Recuerda divertido cómo mucha gente creía que Reggaetón no era un género sino un grupo musical. “Éramos como muy egoístas, no queríamos compartirlo con nadie, pero empezó a colarse por los barrios de Medellín, y luego alcanzó todos los estratos sociales. Se volvió parte de la cultura paisa, como lo es el aguardiente”.

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Reggaetón: la historia no oficial de su llegada a Colombia En este podcast, que hace que, al mejor estilo de una buena serie de Netflix, uno quiera devorarse los episodios uno detrás del otro, sin parar, participan también otras voces, callejeras, de quienes fueron a las primeras fiestas de perreo en Medellín, por ejemplo. En Made in Medellín, J Balvin habla de cómo en Panamá bautizaron como ragga a este sonido que terminaría luego evolucionando en reggaetón. Y habla de quienes inventaron la palabra. Clásicos como Baila morena de Tito el Bambino. Latigazo de Daddy Yankee, Travesuras de Nicky Jam, Salió el sol de Don Omar, y La gasolina de Daddy Yankee son algunas de las canciones que la gente mejor recuerda como las primeras que escucharon del género en Medellín. 

Pero José menciona en este podcast también, a agrupaciones como La Pestilencia. “Entre mis grandes amigos hay unos que son metaleros. Hay un grupo que se llama La Pestilencia, que es muy conocido en Colombia, de punk rock, y eso ha sido un escándalo en Colombia porque, cómo así que Dilson Díaz, de La Pestilencia, anda con alguien como J Balvin.  La música se hizo para unir, no para desunir”.

La historia de cuando J Balvin tenía banda de rock y escuchaba Nirvana Algunas de las voces que participan en este podcast son enfáticas en decir que escuchar reggaetón es “como hacer el amor bailando”, mientras que J Balvin reafirma el statement del género diciendo que “El reggaetón es algo tan paisa como la arepa. Hace parte ya de una cultura, y es imposible detenerlo. Es como cambiar un idioma. Es como llegar a Medellín y decir, bueno, ahora vamos a hablar inglés”.

Y menciona también algo que muchas veces le han preguntado, y es la diferencia que existe entre Josecito, o Jose, y J Balvin: “Sin Jose no hay J Balvin. Yo creé ese personaje. No puedo separarme de él. En la tarima sí es como que me convierto. Saco un alter-ego, puede ser. Pero no habría J Balvin sin la disciplina y el tesón de Jose”.

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Cuando sus amigos hablan, son muy insistentes en asegurar que él, como cualquier ser humano, se ríe, llora, se frustra. Albita, su mamá, con la voz un poco resquebrajada pero segura de lo que su hijo es capaz de lograr, confiesa: “La oscuridad nunca tapa la luz”. “Ir al siquiatra es como ponerte unas botas pantaneras para pasar un pantano”. Y lo dice porque en este podcast, Jose habla de su gira más reciente por Estados Unidos, y de los momentos en los que estuvo a punto de cancelarla por culpa de la depresión y la ansiedad. “Yo decía: no me dan ni mi mente, ni mi cuerpo, pero me atreví, gracias a buenos amigos, a decir, ok, no la voy a cancelar, la voy a hacer, y fue ver cómo me fui curando en el proceso, y cómo también, compartí el proceso con mis fans. Con toda la intención de que la gente que sufre de depresión o que sufre de ansiedad, se sintiera respaldada. Ahora pruebo un café, o camino, y digo: ¡Wow! Ahora me siento normal. Vuelves a valorar el triple la vida. Tuve que aceptar y volver a entender que soy totalmente humano”.

Sus amigos, cuando retoman, lo definen como el intenso que siempre quiso ser el mejor en todo. Uno de ellos, Andrés, y quien fue parte de su equipo de trabajo durante varios años, recuerda algo muy bonito: “Conversábamos en el garaje, metidos entre un carro, sobre el futuro, a los 14, o 15 años. Y a esa edad, él ya decía que iba a ser muy grande”. Se acuerda también de que en uno de los retiros espirituales que hacían en el colegio les dijo a él y a otro amigo que algún día él iba a tener una casa mucho más grande que esa en la que estaban reunidos.  “La casa del retiro era inmensa. En ese momento, yo ni cantaba, ni sabía a dónde me iba a llevar la música, pero lo decreté, y lo bonito o peligroso del Universo es que te escucha, y mucho más si trabajas por ello”. 

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Hay momentos de los episodios de este podcast que uno escucha y definitivamente enternecen. Como este, por ejemplo: “En algún momento fui mi propio mánager, mi relacionista público. Yo llamaba a las emisoras haciéndome pasar por otra persona, y decía: “Te quiero hablar de J Balvin, y era yo mismo”. Jose y sus amigos más cercanos, recuerdan los primeros shows fuera de Colombia. Cuando viajaban en clase económica, en aerolíneas de bajo costo y, prácticamente, sin maleta. Cuenta su amigo Andrés que para un show que tuvieron en una discoteca en Miami, y que fue quizá si no el primero, uno de los primeros fuera de Colombia, llegaron a un apartamento completamente vacío, que tenía solamente un colchón inflable, pan, jamón y quesos para hacer sanduches guardados en una nevera diminuta. 

 “Los sueños es la razón por la cual yo me levanto. Y lo bonito de los sueños es que son infinitos”. En Made in Medellín, J Balvin confiesa su gran anhelo de tener una familia y dos hijos. Su amigo Andrés, insiste en que Jose es incansable a la hora de perseguir un sueño, que es intenso y que es capaz de llamar al que tenga que llamar, con ese carisma que, además, le permite lograr lo que quiera. “Él realmente sueña en grande”. “La Mona”, su novia desde la adolescencia, y durante 10 años, y con la que se iba a casar, a la que le pidió matrimonio sentados en una acera mientras se comían un helado, relata: “Él nunca se dio por vencido. Nunca tomó un no como opción. Y si se cerraban puertas, él trataba de abrirlas en otro lado”.

En otro de los episodios, Jose recuerda cuando caminando por las calles de Nueva York, soñaba con presentarse en el Madison Square Garden, y se decía a sí mismo: “Yo voy a cantar ahí. Voy a llenar ese lugar”. Y cuando eso sucedió, fue sold out. “Ese día, mi ansiedad estaba al tope. Y recuerdo que me fui caminando desde un restaurante en el que estábamos antes del show, como cuando soñaba con tocar ahí. Caminé como 20 cuadras”.

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Sin duda alguna, uno de los actos más lindos y emotivos de esta serie de Spotify titulada Made in Medellín, es el número 5, ese en el que se cuenta cómo nació la historia de amor entre J Balvin y María Osorio, “La Mona”. Ella tenía 16 años cuando se conocieron y confiesa que lo suyo, fue amor a primera vista. Él, por su parte, recuerda que “´La Mona´ fue la primera persona que lo acompañó a un estudio de grabación. “Ella creyó en mí, vio lo que pocos vieron. Le tocó todo mi proceso, desde ser desconocido a dar primeros pasos y tener algo de reconocimiento”.

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Ella, por su parte, recuerda los muchos, muchos lugares en los que los trataron mal, y donde los miraban por encima del hombro. Y muy bien, a todos los que les decían que el reggaetón era algo “chirrete”. Pero también hace muchas otras confesiones que derriten: “la primera vez que él me invitó a comer un helado, yo me tropecé y se me cayó al piso. José no tenía más dinero para comprarme otro helado y se puso a llorar”. Pero lo mejor de todo, es el emotivo desenlace de esta accidentada cita, muchos años después, y que se narra unos minutos más adelante. ¡De morirse! ¡De comedia romántica! Para Jose, lo suyo con “La Mona” hoy “Es un amor muy grande. Estamos conectados. Ella me conoce más que yo a mí mismo”. 

El último acto de este íntimo acercamiento a la gigantesca estrella que es hoy J Balvin, “el niño de Medellín”, es protagonizado por sus padres, Albita y don Álvarito, la mamá de Josecito, o Mickey Mouse (como ella le dice). En este episodio, por ejemplo, su padre recuerda: “Jose era muy necio, una vez le echaron candela a un lote. Y tuvo que venir el cuerpo de bomberos a apagarlo. Josecito, el pirómano”, dice Don Álvaro, y se ríe. Menciona también a la Cacharrería La 70, el chat familiar en el que todos se dan siempre, los buenos días.

Albita, por su parte, responde diciendo: “Yo siempre le he dicho Mickey Mouse. Mickey Mouse es un muñeco al que todo el mundo ama, de todas las generaciones. Y de Jose, la gente ama su humildad, su generosidad y su transparencia”. Eso que dice ella, es este podcast. 6 episodios que, sin duda alguna, los acercarán, o los harán admirar todavía más, a una de las estrellas más importantes, e inspiradoras, de la música en la actualidad, ¡A nivel global!
 

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