Puntuales a la cita llegaron las decenas de personas que acompañaron a Moüglien su primera presentación en elTetro Mayor Julio Mario Santo Domingo. A las 8:15 las luces se apagaron para dar inicio a un show de 50 minutos de música que llegaba al alma. Sonidos de electrónica que bailaban al son de tamboras, palos de agua, voces sutiles e imágenes de fondo con la inmensidad del pacifico hicieron el empate perfecto para que la noche y el espacio fueran completamente íntimos, románticos y poderosos.
Publicidad
Publicidad
Esta dupla que se ha dedicado a explorar sonidos que bailan entre lo electrónico y lo nativo nos sorprendió gratamente ya que no necesitaron de una puesta en escena exagerada, sino se fueron por lo sutil, por la oscuridad y nos hicieron entrar en una intimidad tranquila y serena gracias a cada uno de sus sonidos.
Publicidad
Publicidad
A Moügli los conocimos hace tres años cuando su canción Manglar se hizo viral en plataformas y su propuesta nos cautivó al hacer un empate perfecto entre los ritmos de nuestra tierra y una electrónica experimental que no se queda solo en el beat normal, sino que busca crear una mezcla con cajas de música, sintetizadores, baterías y tamboras que obligan a la mente a envolverse en un viaje a lo más profundo de la naturaleza y al cuerpo a despertar moviéndose al son de una cumbia sutil.
Publicidad
Publicidad
Para esta presentación decidieron poner como protagonistas a las visuales imponentes del Pacifico colombiano sacadas de un documental hecho por ExpoTribugá. En las imágenes incluían mensajes claros de la situación social y política por la que está atravesando esta zona colombiana.
Más que sonidos, durante los últimos tres años estos chicos se han dedicado a transmitir mensajes de amor por el medio ambiente, de conciencia sobre la vida y de cómo la música nos puede unir y llevar a viajar a donde sea que deseemos hacerlo siempre con respeto por el otro y amor a la tierra.
Vea también: Moügli: jungle beat para el alma y el cuerpo