Mala Rodríguez: “Siempre hay luz cuando haces las cosas con amor”

Después de su canción Dame bien junto a Guaynaa, La Mala Rodríguez presentó su nuevo sencillo, titulado Mami, totalmente opuesto al perreo intenso de la primera. “Esta canción es algo diferente, es especial. Me pareció que sería lindo compartirla, es algo absolutamente diferente a lo de antes”, nos cuenta la española, con cerca de 20 años de carrera. Hablamos con ella sobre esta nueva canción y su búsqueda por un sonido propio. 

¿De qué habla Mami?

Mami es una canción que habla de ausencia. Crecí con una madre que no estaba mucho tiempo en casa imagino, como como la mayoría de la gente, porque tenía que trabajar y bueno, con el tiempo me he dado cuenta de que me he convertido en algo parecido.

Hace tiempo escuché a una presidenta hablando sobre la igualdad. Ella decía que había tenido opciones, como cualquier compañero, pero el puesto requería viajar, y ninguna de las mujeres aceptó. Ella lo hizo. Entonces piensas: “pierdes una cosa, ganas otra”. Es la situación de muchas mujeres hoy en día: tienen un sacrificio doble porque además de trabajar tenemos que aguantar sentirnos mal porque nos vamos y pasamos menos tiempo con la familia. Pero entiendo que debemos perseguir nuestros sueños sean cuales sean. Esa es la manera en que vamos a inspirar a otros. Mi mamá siempre mi inspiró.

Es sin duda totalmente distinta a la que lanzaste con Guaynaaa…

Cada persona tiene muchísimos ángulos y cosas distintas que compartir. Tenemos muchas facetas. Puedo ser mamá y a la vez puedo irme de joda, hasta las 4 de la mañana.

Al ser una de las pocas raperas mujeres en español, te convertiste en referente de feminismo. ¿Qué opinas de eso?

Me hace sentir muy orgullosa. Cuando yo empecé no había referentes. Siento que he ido un poco a la aventura, todo el rato. Entonces que la gente que viene te lo agradezca o valore tu atrevimiento y tu trabajo me hace sentir muy bien, qué lindo que haya servido para algo.

Obtuviste el Premio Nacional de Músicas Actuales en 2019. ¿Cómo recibiste la noticia?

Es hermoso porque he pasado mucho tiempo de mi vida pensando que lo que hacía era una mierda y que no encajaba, y cuando ya te das por vencido, la vida tiene una sorpresa para darte. Desde los últimos 2 o 3 años, mi vida ha sido un resurgimiento y ha sido bonito encontrar tanto amor por parte del público porque creo que hay una nueva generación que había conectado conmigo cuando chiquitos y ahora que son mayores me han dado ese abrazo que yo tanto quería.

También en la cultura española en general, por fin se ha reconocido mi labor y de verdad que eso me ha sobrecogido porque no lo esperaba. Ha sido un regalo tremendo y no puedo dejar de decir gracias porque lo que hago es lo que más me gusta en la vida y cada día es una bendición al poder seguir dedicándome a hacer música, porque es lo que sé hacer y transmitir eso es lo que quiero seguir haciendo.

¿Qué retos has enfrentado para hacer tu música?

Para mí era importante representar lo que yo vivo y como mujer andaluza era bonito plasmar mi cultura en la música. Cuando empecé a escuchar rap, escuchaba el rap americano, y yo no quería imitar a esta gente porque, ¡coño, no te reconozco! Yo seguía buscando mi sonido, mi esencia y di con la tecla. Cuando hice el primer disco, Lujo ibérico, gustó, pero por otra parte decían “eso no es rap”. No se entendió, pero a la vez tuvo mucho éxito porque era raro, diferente. Siempre he animado a la gente para que se busque dentro y encuentre su sonido, su esencia y no teman ser ellos mismo. Ahí está lo original.

Ahora estás lanzando principalmente sencillos más que álbumes…

Me divierte ir tirando temas, es algo mucho más ligero, sin tanto peso conceptual. A la hora de hacer un álbum tiene que haber una historia, un nexo entre las canciones. Pero lanzar senillos me parece más fácil, más ligero, más espontáneo.

¿Qué mensaje quieres que se lleve quien escuche Mami?

Que sigan persiguiendo sus sueños todas esas mamis que están dándolo todo por ofrecer un mejor futuro a sus hijos. No se rindan, siempre luz cuando haces cosas con amor.

Si pudieras decir algo a tu yo del pasado, ¿Qué sería?

Yo le diría, venga, ánimo, al final del camino hay una zanahoria. No pierdas la esperanza, que lo estás haciendo muy bien.