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Mezzanine de Massive Attack: el éxtasis de un monstruo llamado “trip hop”

Celebramos el cumpleaños de un disco definitivo para un sonido que aún hoy sigue perforando mentes.

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MASSIVE ATTACK

Veinte años atrás, el mundo conoció un tensionante disco que confirmó la madurez del trip hop. Una música que se nutría del dub, la electrónica y que con Mezzanine logró mostrar la diferencia frente a la música del momento.

Por: José “Pepe” Plata // @owai

En 1998 la electrónica había logrado el estatus de masividad y aceptación sonora en discotecas y estadios a través de artistas como The Prodigy, Underworld, The Chemical Brothers, The Orb, Orbital, Moby y Fatboy Slim. El rock ofrecía en Estados Unidos el fenómeno del new metal con Limp Bizkit, Marilyn Manson, Korn y Deftones. Inglaterra lo hacía lo suyo con la secuela del britpop, aquel sonido alegre que glorificó a bandas como Oasis, Blur y Pulp. Pero Massive Attack no encajó en nada de eso. Era el grupo disidente.

Fue el momento en el que presentó un disco que tenía el lenguaje de la electrónica, pero no invitaba a la pista de baile. Tenía bases en el jazz, pero no sonaba a jazz. Tenía la fuerza del rock y su actitud, pero claramente no sonaba como una banda de rock. Tenía la influencia del caribe, pero no la reflejaba. Y sobre todo, no tenía nada que ver con lo que Londres, Nueva York o Los Ángeles ofrecían en aquel momento.

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Esto venía de Bristol, una ciudad con su propia dinámica, una que en algún momento fue la segunda ciudad más poblada del Reino Unido, pero que había perdido su potencial frente a Manchester, Liverpool y la capital: Londres. Bristol, al ser un puerto de llegada de inmigrantes, recibió influencias culturales del Caribe y las Antillas, mismas que sirvieron para armar las fiestas de The Wild Bunch a finales de los ochenta y en las que Massive Attack y Tricky se conocieron.

El trío de Bristol formado por Robert del Naja (3D), Grant Marshall (Dady G) y Andrew Vowles (Mushroom) pasó de la fiesta al estudio de grabación para presentar discos como Blue Lines (1991) y Protection (1994). Los dos, tan importantes como necesarios para comprender los noventa. Pero con Mezzanine la historia se partió.

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Por un lado, este fue un disco que continuó el trabajo de tener la voz del veterano artista de reggae Horace Andy, Pero sorprendió además al tener a las vocalistas Sara J y a Elizabeth Fraser, quien fuera la cantante de Cocteau Twins y de quien se rumoró jamás iba a volver a cantar luego de haberse terminado el grupo.

No solo Mezzanine tenía este arsenal de voces, también lo tuvo en el uso de samples provenientes de otros artistas. Esta vez hubo fragmentos de canciones de The Cure, Led Zeppelin, Ultravox y The Velvet Underground que se unieron a los clásicos sonidos incorporados de Isaac Hayes o grupos de soul y funk. La construcción sonora del disco se llevó a cabo a finales de 1997 y comienzos de 1998, siendo producido por Massive Attack y Neil Davidge.

Su integridad sonora nos ofreció esta situación:

1: Angel: Una densidad frenética que puede llevarnos a un paraje sonoro del desierto, pero con una voz que clama por un amor.

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2: Risingson: Con un penetrante bajo, se escucha un flow denso y siniestro. Una canción que suena además a tensión de fin de siglo.

3: Teardrop: A través de la angelical voz de Elizabeth Fraser se llega a encontrar un alivio sonoro. Una canción que habla de la fragilidad y la belleza, a través de las programaciones de estudio que le dieron un especial toque electrónico.

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4: Inertia Creeps: Una canción que parece salir de una tormenta. Una percusión intensa y la tensión de una voz opaca. Los juegos de ecos y efectos son ya la evolución del dub.

5: Exchange: Un lento y cadencioso recuerdo que nos hace sentir en una película de los setenta.

6: Dissolved Girl: Aquí tenemos la muestra de esa capacidad de Massive Attack de sorprendernos en la música y en la voz, Sea una voz melodiosa como la de esta pieza o una densa, se sabe la banda no deja a un lado la sorpresa.

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7: Man Next Door: Usando los recursos de los samples de The Cure y Led Zeppelin, la voz de Horace Andy aparece como la clave sonora para la disolución de una canción que suena pesada y que es pesada, pero no por ello deja de ser entretenida.

8: Black Milk: De nuevo está presente la voz de Elizabeth Fraser con la que se accede a un arrullo. Parece ser la voz de un ángel que está en medio de la neblina.

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9: Mezzanine: Una nueva sensación de ahogo y densidad a través de una pieza con otro flow marcado con una batería hipnótica.

10: Group four: En la última intervención de Elizabeth y es además la canción más larga del disco. Una en la cual los cambios y temperamentos musicales pasan por la electrónica y el rock, pero en donde la voz de Fraser sale siempre bien librada.

11: (Exchange): Se escucha como una canción de alivio, como una canción que nos dice que la pesadilla terminó y que se puede soñar sin perder el ánimo.

El impacto de Mezzanine no solo fue en la música. Su presencia en series de televisión y películas aún está vigente. De eso dan fe producciones como Pi, Snatch, The Matrix, Smallville, House, Assassin´s Creed, entre otros.

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Veinte años atrás, Teardrop sonó tan vigente, que hasta Elizabeth Fraser bien pudo presentarse con la banda. Todos los pronósticos decían que no iba a volver a cantar. Pero menos mal Massive Attack logró hacer esto con ella.

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