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Nkumba System hace un homenaje al bailador en ‘Báilalo ¡Duro!’

El álbum debut de la banda reúne músicos de Francia, Cuba, Camerún y Colombia.

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Nkumba System nace en Bogotá en 2018, en plena efervescencia de la escena tropical colombiana. Dirigido por el guitarrista de Marsella Guillaume Cros, el grupo lanza una serie de singles y colabora, entre otros, con el sello Palenque Records.

El 13 noviembre 2020 lanza su primer álbum, Báilalo ¡Duro!, bajo el sello parisino Prado Records. Hablamos con su fundador, Guillo Cross, acerca de la influencia africana en la música tropical y su conexión con Colombia.

¿Cómo nace esta conexión tan fuerte con Colombia?

Viví en Colombia de 2014 a 2019. Soy del sur de Marsella, Francia y antes de venir a Colombia toque durante años con africanos, de Camerún, un estilo que se llama Bikutsi, pero también otros ritmos como rumba de Zaire, Makossa entre otros. Cuando llegué a Colombia, llegué con este conocimiento de tocar un poco la guitarra a la manera de los cameruneses. Hice esta banda con la idea de mezclar eso con los ritmos y melodías colombianas y empecé a escribir canciones.

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¿Qué encontró parecido en los sonidos?

Hay muchas similitudes en los ritmos, por eso se llama Nkumba System, que es una palabra del África Central que significa el ombligo, la unidad. También es el nombre de un baile tradicional y se piensa que es uno de los orígenes de la palabra rumba y de la palabra cumbia, y como la idea era mezclar estas cosas caribeñas colombianas con música africana, chévere este lazo. Hay muchas similitudes, pero lo que cambia seguido no son los ritmos, la interpretación y también la orquestación, los papeles que tienen los instrumentos en cada estilo.

Guillaume-Cross-Nkumba-System

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¿Cómo influenció El Picó este álbum?

La champeta está presente en Nkumba System, es un poco lo que quiero hacer yo, pero ese camino ya lo recorrieron los picoteros con los discos de música africana que llegaban a la costa. También hay muchas músicas en África, pero mi influencia mayor es la misma que la de los Picós sumando África Central: Soukous, Makossa, estos ritmos.

¿Cómo ensambla Nkumba System?

El encuentro que tuve con Leonel Merchán (percusión y voz), con Jhon Socha (bajo, coros) y luego con Kike Narváez (batería), que además de ser muy buenas personas son excelentes músicos, con mente abierta. Me ayudó a consolidar el reto de intentar hacer un sancocho de música colombiana con lo que yo traía de música africana. Por eso la portada del disco es muy colombiana, porque hay tres colombianos en la banda y están poniendo todo el sabor de su tierra.

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¿Qué quería dejar claro con el disco?

Escogí Bailador para el nombre de una canción, pero también para el disco. Lo que hacemos cuando escribimos música para Nkumba es pensando en el bailador, es decir, tú puedes hacer música para la mente o el cuerpo. Hay muchas razones de hacer música, pero hay que ser muy claro cuando vas a hacer música bailable. No puedes olvidar al bailador un segundo. Eso es lo que tratamos de hacer y el mensaje del disco es eso, también porque lo que reúne muchas músicas colombianas y africanas es el baile.

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¿Cuánto tardaron en grabar el álbum?

Este álbum fue raro porque regresé a Francia en julio de 2019 y apenas llegué ya teníamos unas canciones, como Ya llegó y Gente buena onda, que ya las tocábamos, pero no las habíamos grabado. Apenas llegué empecé a escribir nuevas canciones y también integré a la banda a Simba Evousa, un guitarrista camerunés que vive acá en Francia. Empecé a componer, a enviar cosas a los chicos en Colombia y empezamos a grabar en enero de 2020. Con las maquetas grabaron percusión, batería, y nos mandaron eso, y acá con Jhon Socha, que acababa de llegar a vivir a Francia, y con Simba grabamos los bajos, las guitarras y los coros. Finalmente, la música se fue de nuevo para Colombia para que Leonel Merchán grabara las voces y la colaboración de Pedro Ojeda, que toca en una canción la batería. Al final también fue la grabación de la cantante maliense Mamami Keita. La mezcla del álbum la hizo Alex Figueira, un venezolano que vive en Amsterdam, que toca en Papa Upa y antes lo hacía en Fumaca Preta, también es ingeniero de sonido.

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¿Qué planes tenían?

Queríamos irnos de gira con Leo, Kike y con el equipo que grabó el disco. Teníamos una gira en junio y julio de 2020, pero esta gira se canceló. Después teníamos una semana de residencia en Bogotá con un concierto en El Teatro Mayor, acabé por armar un equipo acá en Francia. Ahora esta Yoandi San Martín un baterista cubano y la cantante camerunes Cindy Pooch que vive en Francia. Estamos listos, tenemos fechas previstas para los próximos meses.

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¿Por qué es importante hacer un álbum de folclor?

En el sur de Francia la música tradicional se está muriendo porque la pusieron en un museo diciendo eso es tan bonito, tan perfecto, ya no tocamos nada, nadie podía hacer otras cosas que ya se hacían. Se tenía que tocar con el traje tradicional del siglo XIX y entonces las nuevas generaciones se aburrieron con eso y dejaron de tocar. A mí desde hace mucho tiempo me fascina la música tropical caribeña, de América Latina y de África. Yo respeto mucho el folclor y la tradición, y aunque no soy de estas tradiciones, busco mezclarlas esperando que con este álbum se de esa fusión. Me parece importante que la gente que está en el folclor y se nutre con lo que viene de afuera, no se cierre a la creatividad, así el folclor sigue vivo y siempre influenciando a gente de afuera, a las nuevas generaciones. Espero que esto sea un gran aporte.

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Track by track

Ya llegó

Es una canción que tocamos cuando estaba en Colombia. Existía antes del disco y es la canción que da inicio a los conciertos. Es una canción que invita: “ya llegó Nkumba System, bailador ponte pinta y vamos a bailar”. Esa canción reúne la sensación que tuve cuando llegué a Colombia y el encuentro con su público, que es muy distinto del público europeo. Acá la gente se prende rápido en concierto, se destaca un golpe en la percusión acompañada de guitarras de África Central.

Báilalo ¡duro!

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Es un homenaje al bailador, la letra es un poco autobiográfica de mi vida en Bogotá, de ir a tomar el caldo en Distrito Gallina antes de ir a los conciertos, de la noche bogotana y de bailar. Es un sancocho de ritmos porque está muy influenciado por la chirimía y el porro chocoano. No soy colombiano, esta es mi versión del porro chocoano y de la chirimía.

La Confianza

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Es una canción que quiero mucho. La letra habla de algo que es muy importante para mí, me gusta trabajar en confianza y estar en confianza con la gente, me parece una cualidad importante en la vida. Esta canción es para decir que sin confianza no hay sabor,en el amor, la amistad, en el trabajo, en cualquier cosa la confianza es algo clave para sentirse bien. Simba tiene un papel muy importante en el solo de guitarra. Cuando escribí la canción la tocábamos en Colombia, Simba lo llevó a un estilo llamado rumba congolesa, el viejo Soukous.

Gente de buena onda

También la tocábamos en Colombia. Es mezcla de soukous y chalupa, y habla de que en la vida hay dos tipos de gente: el que es todo bien y el que no. Es para decirle a la gente que no olvide ser buena onda siempre.

Este bolsillo

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Una canción para la gente que tiene un hueco en el bolsillo, que no puede guardar dinero y se lo tiene que gastar. Es un defecto para muchos, pero a mí me parece una marca de generosidad también. Es una canción con una influencia muy grande de Peregoyo, una banda que conocí en Colombia y que me fascina desde que conozco música colombiana. Es un cumbión y en él busco hacer lo que logró hacer Peregoyo: mezclar el sabor cumbiero de la costa caribeña con estás melodías del lado de Pacífico.

Cacerolazo

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La escribí hace un año. En Bogotá había marchas muy grandes y la gente empezó a hacer cacerolazo, que para mi es algo nuevo. En el tiempo que viví en Colombia no recuerdo haber visto antes esta manifestación. Estaba en Francia y viendo eso dije “tengo que hacer una canción para apoyar a la gente que está saliendo a la calle con su cacerola”. El mensaje es no callarse. El sonido es caribeño, mucha chalupa, y en la batería Kike puso un clic a tierra para darle un poquito de sabor del disco.

Paisano (feat Mamani Keita)

Se hizo gracias a Sarah Marechal, hay que decirlo, con su Festival Jazz Tropicante porque hace un año me propuso estar en la edición 2020 con Nkumba System y propuse a Mamani Keita ir a Colombia. No se pudo hacer, pero quedó la canción. Habla de la ambivalencia del orgullo que puede tener uno y el gusto de ser de un lugar que nos reúne, y poder ver qué hay detrás del horizonte de estos viajes y lo que uno quiere descubrir del resto del mundo. Yo quería mezclar música del sur del pacífico como currulao, con guitarras más de la zona mandinga del Sahara.

Mujer hermana (feat. Pedro Ojeda)

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Es la canción en la cual tocó Pedro. Yo quería mucho que él tocara en este disco porque de los cinco años que pasé e Colombia, el encuentro con Pedro fue muy importante a nivel humano. Es un gran amigo. Aprendí música colombiana con él, tocando con su banda Romperayo, y aprendí mucho de una mezcla de guaracha y merengue apanbichao que es un ritmo que usamos mucho en la percusión en Cuba, con guitarras más africanas. Es una canción para describir todo el amor hacia las mujeres.

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