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Por qué no acabar Hip Hop al Parque y otras 7 conclusiones del festival

No, no es hora de crucificar un evento cultural; hay que pedir políticas públicas que reduzcan la desigualdad en Colombia.

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Foto: Javier Quintana // Shock

Tras 23 presentaciones en tarima a lo largo de dos días y 58.000 asistentes en total acabó Hip Hop al Parque 2019, su edición número 23. Como todos los años, es uno de los festivales con más prejuicios de parte del resto de la sociedad (que además riñas y problemas de seguridad como los del fin de semana no ayudan a disipar), pero también es uno que da cuenta de una de las músicas más prolíficas en Colombia. Siete temas para reflexionar.

Por  Santiago Cembrano // @scembrano

Arranquemos con lo incómodo y salgamos de eso de una buena vez pues ya nos sabemos los pasos de este vals: tras los reportes y noticias de violencia y robos a la salida de Hip Hop al Parque, miles de usuarios se vuelcan a hacer asquerosos llamados de “limpieza social” y a acabar con el festival. Sería un error. Sin duda a la movida del hip hop nacional le afectan las peleas y violencia al interior y alrededor del Simón Bolívar, que –no habría que aclararlo– no representan al hip hop: por eso mismo es triste que la atención mediática y la discusión pública se centre en eso y no en la música. En todo caso, también es entendible: no se puede tolerar ningún acto de violencia, y los principales responsables son las personas que cometieron actos violentos. Sin embargo, el rap también es una música que habla de situaciones de marginalidad, que no tiene miedo en narrar lo que no queremos ver en nuestra ciudad. Lo que hace Hip Hop al Parque es confrontarnos con una Bogotá que no queremos ver, nos gusta pensar que está lejos. Nos estrella en la cara realidades de desigualdad, frustración, exclusión y la violencia como solución a cualquier desacuerdo.

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Eliminar el festival no acabaría con ninguno de estos problemas y por eso hay que buscar hacia afuera, en políticas públicas amplias que reduzcan la brecha de desigualdad en Colombia, para poder empezar a esbozar una solución real. En el corto plazo, son amplios los esfuerzos de Idartes y la Policía Nacional por mantener la seguridad, el orden durante el festival y que todos los ciudadanos puedan asistir al festival en paz; asimismo, dentro del festival son continuos los llamados a vivir el hip hop en paz y, en general, sería torpe señalar al género como un catalizador de la violencia. Sí la registra, y quizás quienes la viven se identifiquen con el rap por eso mismo. Como decía, ninguno de los problemas que se le achacan a Hip Hop al Parque desaparecería si se cancelara el festival, así como “acabar” el Bronx no eliminó mágicamente los problemas que ahí se manifestaban. Pero acabarlo sí borraría un festival robusto, que año tras año trae a leyendas del rap, que reúne a más de 50.000 personas continuamente; sobre todo, golpearía la misión de difundir la cultura con fondos públicos, de abrir espacios de música y arte a los que absolutamente todos los ciudadanos puedan asistir.

No tengo las respuestas sobre cómo detener la violencia a la salida de Hip Hop al Parque, pero para llegar a ellas creo que tenemos que empezar a hacernos las preguntas adecuadas y dejar de pensar en Hip Hop al Parque como una causa de problemas y más como un síntoma de ellos.

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Ahora sí hablemos de la música…

Hubo graffiti, break, DJ y, claro, muchísimo rap. Leyendas del rap como Smiff-N-Wessun y DJ Maseo, de De La Soul, mostraron su alto nivel y por qué sus nombres tienen tanto peso. Zkirla y Pacheco, como es usual, fueron los maestros de ceremonia. Viejos conocidos como Tres Coronas volvieron y se reencontraron con un público que los recuerda con cariño. Nuevos grupos distritales como El Kalvo & Mismo Perro o The Negro Tapes se ganaron los aplausos del público. Chile puso la cuota regional con NFX y Flor de Rap. Medellín puso la cuota nacional con No Rules Clan y Dionisio. En general, fue un buen Hip Hop al Parque.

En el parque Simón Bolívar, el sábado hubo problemas con el sonido a lo largo de la tarde, que se resolvieron el domingo. La batalla internacional de breakdance (en la que campeonó Adictos al Ritmo, representando a Colombia) por momentos se extendía demasiado y rompía el ritmo entre presentaciones de rap. En mi opinión, El Kalvo & Mismo Perro y No Rules Clan deberían haber tocado más tarde. La lluvia amenazó con aguar la fiesta mientras atardecía el domingo. Pero nada de esto opacó los éxitos y el rap de alta factura, que se mantuvo constante a lo largo del fin de semana.

1. El rap nacional mostró su diversidad

Más allá de gustos y preferencias personales, el fin de semana mostró la variedad de estilos, colores e inquietudes musicales del rap colombiano: las descripciones punzantes de El Kalvo, las reflexiones maduras sobre bases de boom bap de MC Ari, el rap de culto de No Rules Clan, la energía a doble tempo de The Negro Tapes, el contenido profundo de Spektra de la Rima. Todos fueron conciertos distintos entre sí, con cambios evidentes en las instrumentales y en las letras, en la forma de recorrer la tarima, en la interacción con el público. Fue gratificante que asistir al festival no se sintió como ser espectador de una misma idea contada de formas similares, sino que la identidad particular de cada presentación brilló en sí misma. La calidad es importante, sin duda, pero la diversidad enriquece el ecosistema del rap colombiano, ofrece posibilidades y caminos distintos tanto para los artistas como para los oyentes.

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2. Las mujeres rapearon a un nivel alto

Todavía faltan muchas más mujeres en el rap colombiano. Muchísimas más. Pero Hip Hop al Parque, otra vez, ha dado pasos en la dirección correcta. Por un lado, Sa-Roc se tragó la tarima sin masticar. La rapera estadounidense, que representaba al fundamental sello Rhymesayers, clavó cada rima con una voz fuerte que comandó la atención de todos los asistentes, sobre instrumentales de alta factura. Fue un espectáculo superlativo que continúa con la buena racha de raperas gringas, tras el paso de Rapsody por Bogotá el año pasado. Por otro lado, Flor de Rap y Spektra de la Rima, de Chile y Colombia respectivamente, se pararon duro y dieron presentaciones sólidas que lograron que el público del Simón Bolívar subiera y bajara su mano al ritmo del compás. Con mensajes necesarios sobre la fuerza femenina y la importancia de luchar y de creer, redondearon el que fue un buen Hip Hop al Parque para las mujeres en el rap.

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3. El Kalvo y No Rules: lo mejor de los colombianos

Ambas presentaciones fueron temprano, cuando faltaba mucho para que el parque estuviera lleno; ambas presentaciones también presentaron un rap de alta calidad, lleno de ingenio y barras: tanto El Kalvo & Mismo Perro como No Rules Clan la rompieron. El sábado, El Kalvo & Mismo Perro, de Bogotá, presentaron su EP Atarbán, que combina un estilo único a la hora de estructurar frases con una inquietud por construir imágenes como “voy a derretirte el cerebro como un helado pa’ que te lo suerbas como los mocos en piscina a ver a qué te saben tus ideas mezquinas”. El domingo, No Rules Clan, de Medellín, presentó Pantone, el disco del año del rap colombiano: escudados por DJ Kario One y D.J.H., Anyone/Cualkiera y Sison Beats dieron cátedra sobre cómo hacer un concierto lleno de punchlines y barras de alto contenido. Estas dos son propuestas distintas entre sí, pero tienen en común la búsqueda de una forma creativa de decir las cosas y el énfasis puesto en las rimas. Estas dos son propuestas que muestran el buen nivel del rap colombiano, mis favoritas de lo nacional en este fin de semana.

4. Freestyle: nuevo elemento en Hip Hop al Parque

En los últimos años el freestyle ha crecido exponencialmente en Bogotá y Colombia (y esto se puede ver, en buena parte, en la Batalla de los Gallos de Redbull, fenómeno enorme a nivel latinoamericano). Cada parque de la ciudad puede ser un escenario para batallas, y cada vez hay más ligas y competencias en torno a la improvisación. Por eso tuvo sentido que Hip Hop al Parque le abriera un espacio al freestyle en esta edición, y en un horario estelar antes del cierre del domingo. Aczino (mexicano y leyenda regional en este campo), Carpediem, RBN y Marithea fueron los elegidos para intercambiar rimas afiladas en distintos formatos. La reacción del público pudo haber sido más fuerte y explosiva, y quizás esa franja pudo haber ocupado otro horario, pero en general el formato de freestyle tuvo una buena acogida. Hacia el futuro, puede ser una jugada que logre integrar al público del freestyle con el del rap y aumentar la exposición de más tarimas de hip hop a nivel nacional.

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5. Smiff-N-Wessun y Saïan Supa

De los actos que cierran ambos días del festival se espera que demuestren un nivel altísimo, que prueben por qué merecen estar ahí. Así lo hicieron Vicelow, Sir Samuel, Specta & DJ Nelson, representando Saïan Supa Crew (Francia), y Smiff N Wessun (Estados Unidos): ambas agrupaciones se encargaron de dar dos de las mejores presentaciones de Hip Hop al Parque 2019. El sábado, los franceses encantaron con su clásico Angela, pero también superaron la barrera del lenguaje y con experiencia y calma lograron conectarse con el público. Además, fue un show versátil, que incluyó a DJ Nelson mostrando sus habilidades, fusiones con otros géneros que caracterizan a Saïan Supa Crew y la armónica voz de Sir Samuel.

En el caso de Smiff N Wessun, mis expectativas eran altas: su álbum Dah Shinin' es un clásico del rap y la agrupación, así como Boot Camp Click, el colectivo del que hacen parte, es de la realeza de este género. Y mis expectativas fueron cumplidas, puro rap. Con clásicos como Bucktown y cortes de su nuevo álbum The All, no dejaron de rapear impecablemente. Se les notaban todas las tarimas a las que habían subido, la serenidad para ser enérgicos sin perder la compostura, el amor por lo que hacen. Además, lograron un momento muy emotivo cuando homenajearon a Prodigy, 2Pac, Notorious BIG, Big Pun, Ol’ Dirty Bastard y más raperos que han muerto tocando y cantando algunas de sus canciones más conocidas.

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6. Tres Coronas

El anuncio del regreso de Tres Coronas para Hip Hop al Parque 2019 creó expectativa desde el inicio. Ellos lo sabían, y así lo admitieron cuando subieron a la tarima en la noche del sábado. Son una agrupación responsable de varios himnos innegables del rap colombiano, y esos himnos prendieron el Simón Bolívar. A pesar de fallas de sonido, P.N.O y Rocca, acompañados por Benny B en las tornamesas, hicieron saltar a decenas de miles de personas con Falsedades, A criticarme, El trato, Envidias y más. Estos temas funcionaron con potencia, aún si en varios de ellos hizo falta Reychesta, el dominicano que era el tercer integrante de la banda cuando grabaron muchos de sus éxitos. En todo caso, fue un reencuentro agradable y necesario de los que fueron invitados como “Colombianos en el Exterior”. Ya anunciaron que están trabajando en un nuevo álbum: desde acá se espera con alta expectativa.

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Tres Coronas en Hip hop al parque
// Alejandra Mar

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7. Las mejores presentaciones del Festival

Y bueno, ¿qué fue lo mejor? Estas fueron mis cinco presentaciones favoritas, sin orden específico: No Rules Clan, Saïan Supa Crew, Sa-Roc, Smiff-N-Wessun, y Tres Coronas.

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