Prince fue un personaje que a fines de los setenta le dio al mundo un toque funk rock que pavimentaría el camino para su consagración ochentera. Fue justamente aquella década en la que entregó discos como 1999 (1982), Purple Rain (1984), Around the world in day (1985) o Sign of the times (1987): cuatro gemas donde se explora la fiesta, el delirio, la melancolía, el sexo y la preocupación por el futuro el mundo.
Toda aquella experiencia recogida y vivida en los fastuosos años ochenta fue dejada atrás en los noventa cuando decidió liberarse del yugo de la industria musical e imponer sus reglas. Prince se hizo llamar “el esclavo”, el artista anteriormente conocido como…” y hasta con un símbolo que todo el mundo usó a su modo. Tuvo peleas legales con la compañía Warner pero no se alejó de la música. Publicó de manera independiente, hizo giras y exploró la religión. No dejó de ser elegante, divertido y controversial. Tres elementos de una vida pop que supo capitalizar y que además lo hicieron diferente a otras estrellas contemporáneas como Michael Jackson o Madonna.
El mes pasado fue liberado The Beautiful Ones, la autobiografía hecha por Prince y el periodista Dan Piepenbring, en la cual trabajaron durante varios años antes de la muerte del cantante. Entre los varios pasajes que se destacan del libro, hay uno hecho a partir de una nota escrita por Prince, en ellas, Prince despotrica en contra de la música hecha por Katy Perry y Ed Sheeran
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Tenemos que decirles (a la industria) que siguen intentando encajarnos Katy Perry y Ed Sheeran pero que no nos gusta, y que no nos van a gustar sin importar cuánto los hagan sonar
A pesar de que en vida el artista tenía algunas preferencias de la cultura pop con artistas como Janelle Monáe y New Girl, no era muy fanático de la música moderna en general. Una vez dijo que no había suficientes composiciones fuertes en sonidos y letras, “que te hagan sentir miedo, que te preguntes qué está pasando” tal vez se refería a los artistas que odiaba.
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El nombre de este libro es el mismo de una conocida canción de Prince que fue parte de la banda sonora de la cinta de 1984, Purple Rain. Antes de su muerte en abril de 2016, Prince escogió al periodista Piepenbring para escribir juntos esta biografía de 288 páginas en la que además se narra varios temas que cubren desde la infancia de Prince, pasando por la relación con su madre hasta las trastiendas de su exitosa carrera.
Además, el libro incluye reflexiones de Piepenbring de su colaboración con el enigmático Prince, un catálogo de imágenes con fotos y páginas de cuadernos de sus inicios con letras escritas a mano y una sinopsis de lo que acabaría siendo su obra emblemática Purple Rain.
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