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Rüfüs du Sol y cómo hacen los artistas para no enloquecer en las giras

Andar todo el tiempo de fiesta no es tan fácil como muchos creen.

Rüfüs du Sol es un trío australiano de dance y house que ha conquistado los festivales más importantes del circuito continental; estuvieron en Estéreo Picnic, Lollapalooza Chile, Coachella, y les quedan fechas pendientes de una ambiciosa gira global por Europa, Estados Unidos y Australia. No es en vano, pues con su tercer disco, Solace, conquistaron crítica y público fiestero por igual, gracias a su penetrante mezcla de voces, secuencias e instrumentación.

Pero su fama y éxito global tienen un ligero precio. Mientras muchos creen que las giras mundiales son una fiesta sin parar y puro “sexo, drogas y rock n’ roll”, la verdad es que todo es una suma de tediosos trancones, madrugadas, trasnochadas, comida de hotel e intentos de meterse al gimnasio a hacer algo de ejercicio. Tan solo para llegar a su presentación en el Estéreo Picnic tuvieron que soportar un trancón de hora y media. Por eso hablamos con Jon George, tecladista de Rüfüs du Sol, para que nos contara cómo es que la banda hace para evitar la demencia en las giras en medio de tanta locura y tedio.

En el corto tiempo que tuvimos antes de subirse a tarima, también pudimos hablar sobre la mitología de su delicioso y refinado disco Solace y sobre sus métodos de trabajo que los ha llevado a grabar en todas las esquinas del mundo.

Ustedes son australianos pero su último disco lo hicieron en Los Ángeles. ¿Qué les entregó esa ciudad que no encontraban en casa o en otras ciudades? ¿No es difícil concentrarse en una ciudad así con tanta banalidad y ruido del mundo del entretenimiento?

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Sí, creo que estábamos muy emocionados. Con todos los discos que hemos escrito sacarnos de la zona de comfort. Esa es la principal razón por la que nos aislamos de nuestras familias y amigos, que es algo muy importante. Los Ángeles nos emocionaba mucho, habíamos viajado allá mucho durante los últimos dos años, la habíamos pasado bien, hicimos buenos amigos también. La última vez que estuvimos fue muy lindo porque pudimos caminar, ver el sol de verano, y una de las cosas que más aprovechamos fue viajar al desierto, ir al Joshua Tree, ver las estrellas... es un paisaje diferente allá. Nos gustó usar ese estímulo visual para abrir la música.

Suena extraño pero pasamos mucho tiempo solos en el estudio que teníamos: una casa de cinco cuartos con una hermosa piscina, un estudio de grabación, y en otra sección una construcción a las afueras. Organizamos un patio de juegos para adultos con juguetes como sintetizadores, una batería que podíamos usar desde las 6 de la mañana porque estábamos aislados sonoramente. Sacamos ventaja de eso y escribimos mucho, por horas y horas, y terminamos estando muy aislados a pesar que pasen tantas cosas en Los Ángeles. 

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Solace es un disco que se remite al sol como principal motivo visual. ¿Los inspira algo astronómico? ¿Algo metafísico?

Sí, cada vez estamos más metidos dentro del cosmos, si así se puede decir. En los discos tratamos de tener algún tipo de ayuda visual. En el primer disco, "Atlas", tratamos de usar el paisajismo como la clave principal y ubicamos las canciones en distintas ciudades. Estábamos recorriendo el mundo en ese momento y eso nos emocionaba mucho. En el segundo disco usamos como tema a los animales acuáticos, que ayudó a dar una sensación de flotabilidad, "burbujeando" a través del disco. Con este disco en particular nos apoyamos en la idea de ser tan infinitesimales en el mundo y estar ahí para crear nuestro propio planeta como hicimos en la música misma. En el estudio colgamos una serie de mapas estelares y diferentes cosas que nos sirvieron visualmente para llevar el concepto.  Teníamos alrededor diferentes personas que estaban metidas en la astronomía. El fotógrafo que nos acompañó a registrar el proceso de grabación en estudio es el fotógrafo más joven acreditado por la NASA y toma fotos de estrellas y planetas. Así que recibimos mucho de él. En el estudio tratamos de crear unos amplios paisajes visuales y sonoros dentro de la música. En algunos momentos destruimos cocos para generar el sonido de algo que crujía y que terminara siendo el sonido del tiempo deshaciéndose. 

 

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