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Serenada: ‘si nosotros queremos que nos escuchen, nos haremos escuchar’

Una banda que suena a vino, cigarrillos y amigos que se reúnen a cantar en las calles de Medellín.

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Cortesía de Serenada

Es común encontrarse, un viernes por la noche, a un grupo de amigos tocando música por las calles de Medellín. Sentarse juntos en el andén a tocar la guitarra, leer poemas que se convierten y canciones, tomar vino y fumarse un cigarrillo. Vivir afuera, compartir con la ciudad. Esta, la calle y lo que en ella pasa, es el origen de Serenada, una banda paisa que fue parte del Unión Festival Digital. 

Además de las calles de Medellín, otro lugar fundamental en la historia de Serenada es un espacio llamado Casa del Árbol, donde coincidieron Juan José Mesa, Mateo Mateus, Julian Camilo Bedoya, Andres López Ledesma, José orozco y Raul Oquendo Mejía para conformar la banda. Serenada es, en las palabras de Raúl quien además es el vocalista de la banda, “un intento de generar un espacio mágico y de encuentro donde podamos conectar emociones”. Creen mucho en la independencia y la autogestión, ejemplo de esto es su disco Aceras y Azares, que fue la propuesta ganadora para la convocatoria pública de estímulos para la creación del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia.

¿Cuáles son los sonidos que definen la propuesta de Serenada?

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En un principio fue muy urbano, muy de ciudad. Cogíamos la guitarra y queríamos que nos llevar a a un piso como más callejero, como del andén, por esa búsqueda que hacíamos de parcharnos en una acera a tomar vino, a fumar cigarrillos y a leernos uno que otro poema y hablar sobre cosas y hacer música. Siempre nos reuníamos con una guitarra y comenzamos a tocar sonidos callejeros, empezamos a coger por ahí de los salseros, de alguna forma el son también se pegó ahí por sus lados. Hicimos como un sonido propio que era una mezcla de muchos sonidos pero trayendolos a un panorama muy urbano.

 

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¿Cómo ha sido el proceso de consolidación de la banda?

Ha sido, primero, muy orgánico porque las ideas y las intenciones de cada uno con la música se han juntado de buena forma y han germinado muchas ideas y proyectos que van en una dirección. En este momento todos tenemos el mismo propósito con la música y hacia eso vamos. Este año ha sido muy bueno porque entró también un elemento que es una compañera que nos ayuda con todo el proceso de buscar convocatorias, de movernos, de asegurarse de que Serenada lleve su mensaje, y ella ha hecho un trabajo brutal. Este año nos hemos movido, hemos ganado muchas becas, y participado en muchos concursos. Ha subido mucho la sintonía con la agrupación, ha sido un buen año para Serenada, incluso a pesar de las condiciones.

 

¿Qué es lo más difícil de hacer música en Colombia?

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Son varias cosas. Tanto como hacer arte por el simple hecho de hacer arte es difícil porque es un producto que va para otro tipo de percepciones. No va para la parte material sino que va para tus sentidos o para tu espíritu, si lo podemos llamar así. Digamos que lo más teso de hacer música es cómo hacer que eso que vos hacés y ese mensaje que vos tenés sea escuchado, porque en última instancia eso es lo que más importa: que el mensaje llegue y que resuene y que en esa medida vos podás seguir alimentándolo. A veces darse a conocer, y hacerlo bien,  es difícil porque a pesar de la cantidad de plataformas y de festivales que hay no siempre se tiene la posibilidad de posicionarse en esos festivales. Entonces toca buscar mucho la recursividad por otros lados, nosotros hemos intentado así y por cuenta de convocatorias hemos mostrado nuestro trabajo, hemos grabado nuestros discos y eso nos ha servido mucho para hacerlo de una forma independiente, y en nuestra forma de buscar los recursos. Si nosotros queremos que nos escuchen, nos hacemos escuchar. 

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¿Cómo ha sido el trabajo de la banda en medio de la pandemia?

Serenada es un proceso muy orgánico porque ella va jalando el mensaje que cada uno de los miembros va llevando y va asimilando en su vida. El primer disco de Serenada, el único que hemos tenido hasta ahora que se llama Aceras y azares, es un disco que habla desde el romance hasta la soledad, ese romance que se vivía en lo urbano y que se vivía con el contacto social y la cercanía entre los cuerpos que se da constantemente, donde siempre surgen encuentros románticos que después crean un montón de emociones. Ahora en esta cuarentena dijimos "peguemos para el campo y empecemos a retratar más paisajes”, entonces por acá andamos, en un escenario completamente diferente a la ciudad y con grillos, chicharras, luciérnagas. Estos son otros panoramas, otras miradas que van cargando la nueva forma en la que vamos a expresar nuestra magia y nuestro mensaje musical en este momento.

 

¿Cómo fue la experiencia de participar en el Unión Festival?

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Al principio de la pandemia pensamos que nos quedamos sin cómo llevar la música a la gente, porque se cerraron los conciertos y las tarimas. Entonces cuando vimos esta plataforma, este festival digital, decidimos intentarlo. La compañera que nos ayuda con todas las convocatorias entró con todo el impulso y fue interesante darse cuenta de que hay muchas muchas posibilidades para que vos podás llevar tu mensaje a pesar de las condiciones actuales. Vos podés seguir camellando y ese trabajo que vos hacés se comparta y cumpla con su objetivo que es que resuene en los demás.

Haber sido seleccionados como ganadores fue mera sorpresa porque primero, al ver a los demás participantes que había, que eran unos tesos, uno pensaba "juemadre, meros proyectos, meros trabajos". Pero acá en Serenada se le está trabajando muy duro a la música, entonces además de sorpresivo fue gratificante porque es ver el fruto de tanto camello.

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¿Cómo creen que una iniciativa como la del Unión Festival aporta al sector cultural en Colombia?

Ha sido muy brutal para las agrupaciones tener una plataforma y un espacio en el que puedan participar y darse a conocer junto con un montón de locos que también hacen música. Estar en un festival digital, donde mucha gente puede acceder a tu contenido o puede enterarse de vos, es una exposición de tu trabajo que es lo que uno necesita cuando uno hace un arte. Es seguir adelante a través de los medios que se nos presentan para difundir nuestro arte.

 

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