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Shakira satánica: nuestro mito urbano favorito de la infancia

En los 90 nos dijeron que Shakira había hecho un pacto con el diablo para lograr su éxito. Por supuesto, no es la primera artista a la que se le acusa de vincularse con Satanás. Repasamos el origen de esa leyenda.

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Shakira en el show del medio tiempo del Superbowl de 2020.
Kevin Winter // Getty Images

Los 90 no fueron una buena década para los triunfos en Colombia. Entre Pablo Escobar “dejando en alto” el nombre del país en el exterior, 2 mundiales decepcionantes tras la ilusión de Italia 90 y un conflicto armado que no daba señas de terminar, ser colombiano no era precisamente algo para enorgullecerse. Pero en la segunda parte de los noventa, algo sucedió: por primera vez en muchas décadas, no nos mencionaban para hablar de violencia o narcotráfico. Se hablaba de Colombia gracias a una cantante “bruta, ciega, sordomuda”, que se preguntaba dónde están los ladrones. Esa artista, por supuesto, era Shakira. ¿Dónde están los ladrones? Cuando Shakira hizo del pop rock un dardo venenoso En ese momento no estábamos acostumbrados a triunfar, ante la incredulidad que nos producía ver a un colombiano ser asociado con algo positivo, surgió uno de los urbanos favoritos de los 90: Shakira hizo un pacto con el diablo para lograr el éxito.

Recordemos que Shakira no es la única artista a la que se le ha acusado de tener pacto con el diablo. Músicos como Robert Johnson, The Eagles o Freddie Mercury han sido acusados de hacer pactos con Satán. Así fue como nació la asociación demoniaca con Shakira: La historia de Bohemian Rhapsody y el "pacto" de Freddie Mercury con el diablo
Es bien sabido que a Shakira alguna vez le dijeron que nunca triunfaría en la música porque cantaba“como una cabra”. La cabra es también una de las formas más comunes de representar al diablo, pues se relaciona con Bahomet, un ser de traído de los relatos de la antigua Babilonia que es mitad humano, mitad cabra. Igualmente se relaciona con el dios griego Pan, quien también era representado con rasgos de este animal. Tanto Bahomet como Pan fueron usados por la Iglesia Católica como símbolos del mal. 

En Mateo 25:31-46 se afirma "cuando Jesús regrese, separará a las naciones tal como un pastor separa a las ovejas de las cabras, las primeras irían a la derecha y las segundas a la izquierda". Las cabras simbolizan a los pecadores. 

Desde su álbum Pies descalzos, Shakira hizo canciones sobre temas prohibidos como Se quiere, se mata, que habla sobre una pareja que aborta. También tuvo varias referencias a temas bíblicos, como en Pies descalzos. 

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Tu mordiste la manzana, renunciaste al paraíso y condenaste a una serpiente siendo tú el que así lo quiso”.

En esa época surgió el mito según el cual, al escuchar al revés las canciones de Shakira, era posible apreciar mensajes satánicos. Varias páginas de Internet registraron frases ocultas en canciones del disco ¿Dónde están los ladrones? Supuestamente, en Inevitable se alcanzaba a apreciar “Lastímenme, sangre seré, le doy gracias a Asmodeo". Asmodeo era un demonio que figuraba en el libro de Tobías como demonio de los placeres impuros. En Sombra de ti escuchada al revés se apreciaba "Jesús, no me sé salvar".    

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Con Octavo día, la fama “satánica” de Shakira se incrementó, con frases como “Pobre de Dios que no sale en revistas. No es modelo, ni artista o de familia real”. Más que criticar la religión, Octavo día hace referencia a la pérdida de fe de la humanidad. Sin embargo, muchos lo interpretaron como una blasfemia o una burla a la religión católica.

Años después, el tema siguió cuando salió el video de Te dejo Madrid, en el que se observaba una sombra "sospechosa". 

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El tema no se quedó en los 90. En 2017, el mito resurgió luego de que el vidente colombiano Rodrigo Rodríguez asegurara que tenía evidencia de que Shakira había vendido su alma al diablo. Rodríguez afirmó que los movimientos sensuales de Waka Waka o Chantaje eran la forma de Shakira de rendir tributo al pacto satánico que había hecho. Muchos aún recuerdan ese mito urbano. 

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Mientras Shakira ha demostrado su talento durante varias décadas, también ha perdido fuerza la creencia en los mensajes subliminales. Pero siempre recordaremos el momento en el que no estábamos acostumbrados a triunfar y nos parecía más creíble un pacto satánico que el talento y la dedicación de una mujer.

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