Tricky en Bogotá: ¿decepcionante o arriesgado?

Descuidado y confuso. Así fue el segundo concierto de Tricky en Bogotá. El llamado rey del trip hop volvió a la capital, esta vez al Teatro Jorge Eliécer Gaitán, donde dejó a muchos decepcionados.

Texto: Paula Ricciulli // @ricciup. Fotos: Jonathan Edery // @ikuvisual. 

Recordemos que la primera vez que vino Tricky su show fue igualmente errático. En su presentación del Teatro Metro en 2011 se le olvidó que estaba en un concierto y saltó a parchar con el público. Varios, felices, le ofrecieron cerveza o se tomaron fotos. El británico también invitó a un grupo de fans al escenario y finalmente, tuvo que continuar con tanque de oxígeno.

Quienes esperaban ver algo diferente esta vez, recibieron un golpe de realidad: varias interrupciones largas, una puesta en escena desaliñada y un Tricky que parecía desanimado (y hasta aburrido) hicieron que muchos salieran del Jorge Eliécer desconcertados, insatisfechos y con la sensación de que faltó algo. O mucho.

Es cierto también que Tricky no es un acto convencional para ver en vivo. Sus shows en todo el mundo han sido crudos, oscuros y con varios cortes. Por eso no esperábamos una fiesta electrónica con una gran puesta en escena o un recital impoluto con cortina de terciopelo. No pedimos que cambie su esencia, ni que juegue al cliché rockstar que le manda besitos a los fans. Sin embargo, la presentación del Jorge Eliécer no le hizo justicia a la impecable trayectoria del británico, ni mucho menos al precio de la entrada. 

Aun así, es muy llamativo que, en esta era en la que los shows en vivo son tan determinantes para los artistas, exista uno que, antes que cualquier cosa, prefiera ser fiel a sí mismo y a su propuesta. Puede que no nos haya gustado Tricky, pero le reconocemos que fue coherente con la consigna que ha mantenido a lo largo de su carrera: ser auténtico y hacer lo que quiere, sin que le importe lo que piensan los demás. Después de todo, eso es lo que más nos gusta de él.