West Blanco es un apasionado del arte y la música, antes de estrenar San Andrés publicó Millonario junto a Vibarco y Zenzei. La mayoría de sus canciones están inspiradas en hechos que ha vivido o en situaciones cotidianas que le permiten contar historias.
“Cuando amas el arte y la música vas a buscar la forma de corresponderle, me preocupa generar un contenido de valor para las personas que me vayan a escuchar, que las letras te pongan en una situación, ya sea que la pasaste que la estés pasando o que la vayas a pasar, pero que te haga sentir algo realmente, que te lleve a un momento de tu vida” afirma West Blanco.
El junte y la alianza de los artistas en el reggaetón se ha convertido en una suma imprescindible de ideas que potencializan la música. Todo parte de una melodía, una frase o una palabra que conecta historias comunes para el público.
“Tengo dos colaboraciones y vienen más en camino, la primera es con Vibarco y Zenzei dos compositores de Medellín, Vibarco ha trabajado con Maluma y Zenzai con Manuel Turizo, ambos han logrado éxitos muy grandes, y su aporte fue clave en Millonario, una canción que narra la historia de lo inmensamente rico que puedes llegar a sentir cuando tienes una persona al lado, la riqueza de tener a alguien valioso en tu vida” cuenta West Blanco.
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San Andrés nació en la era de las sesiones por zoom. West Blanco y Noreh no se conocían, pero en este encuentro hubo match y la creativa fue inmediata, el resultado es San Andrés, una canción que habla de dos relaciones de pareja y el contraste que surge al comparar la experiencia de alguien que ha iniciado una nueva relación, pero que no es feliz porque sigue conectado a los detalles que la hacían feliz en su relación anterior.
Esteban Rivera Quintero o simplemente West Blanco, es un músico y productor con formación académica, que desde hace una década irrumpió en la música urbana. “Es un género que me gusta, es tendencia, se puede escuchar sentado tomándose un café o en la discoteca. Es un género que te permite moldearlo y hacer muchas cosas, el reggaetón en sus inicios fue muy atacado y de alguna manera teníamos que echarnos al hombro el género que tanto nos gusta y decir: ‘vale tenemos que entregarle a la gente historias que valga la pena contar’.
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West Blanco hace parte de la nueva camada del reggaetón hecho en Medellín. “Hay un talento que en muchos años no se había visto, eran los mismos tres o cuatro y entre ellos se pasaban el balón, hoy en día cada mes y medio sale una nueva estrella, obviamente uno está en el deber y la necesidad de sobresalir entre tanta gente buena y eso se convierte en presión. Yo me tengo que sumar a los afanes que viene caminando la música porque si no me deja el tren, pero yo decido cómo me subo a ese tren, si es de la manera mediocre de entregar por entregar, necesitan música cada 20 días yo le hago cualquier canción o si me detengo responsablemente con un equipo de trabajo, con un filtro de calidad bueno para hacer música y que represente contenido de valor” concluye West Blanco.
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