La cantante Katy Perry actuó el pasado 1 de febrero en el intermedio de la final del Super Bowl y quedó tan encantada con su paso por el emblemático evento que decidió hacerse un tatuaje para no olvidar la experiencia. "Pensé que sería apropiado dibujar sangre esta noche... XLIX", es el título de la imagen que subió la artista a su cuenta de Instagram.
Katy Perry comenzó su número musical de 12 minutos con su sencillo 'Roar'. Durante la actuación de la artista no faltaron algunas de sus canciones más famosas, como 'Dark Horse' -que interpretó acompañada por un coro de bailarines vestidos de centauros- o 'I Kissed a Girl', que reinterpretó a dúo con Lenny Kravitz.
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La cantante, que protagonizó cuatro cambios de vestuario durante la actuación, puso el broche de oro a la velada interpretando su sencillo 'Firework' sobre una plataforma con forma de estrella fugaz que se elevó sobre el público congregado en el estadio.
Bangshowbiz.
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