Un equipo de investigadores de la Universidad de Binghamton creó un sistema que permite que los latidos del corazón sean los que desbloquen algunos archivos, un método bastante seguro para proteger información pues al igual que las huellas dactilares, cada persona posee latidos diferentes. La idea de este aparato es que funcione como un electrocardiógrafo, es decir que mida la actividad eléctrica del corazón mediante un biosensor unido a la piel. Lo que activaría la contraseña.
Por ahora solo se usará en archivos médicos y cada paciente llevará un dispositivo que recogerá datos fisiológicos y los transmitirá automáticamente a sus médicos. Para que estos puedan abrir la historia clínica con esto los pacientes tendrán más seguridad. Una medida que además de innovadora parece ser muy segura. Sin embargo ya que los latidos son inestables y pueden variar dependiendo de la edad, alguna enfermedad o una lesión, los investigadores todavía tienen que trabajar para dar solución a estos inconvenientes.
Lo que se tiene claro hasta el momento es que aún no está disponible para contraseñas de redes sociales y los investigadores confirmaron que no les interesa llegar a un convenio para estos fines.
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