Preocupada ante el desborado uso de anglicismos en la publicidad en castellano, la Real Academia de la Lengua Española hizo un par de experimentos para demostrarle al público y a los pubilicistas (sí, no se hagan los locos) que no todo lo que se dice en inglés suena y es mejor. De esta manera crearon una campaña para un perfume que olía a marrano y unas gafas tan oscuras que no permitían ver nada, pero que se camuflaban por sus sofisticados nombres en inglés. Very, very well.
Actualizado: mayo 22, 2016 06:53 PM