Cuando hablamos de festivalear siempre el protagonista será el público, porque la experiencia siempre será trascendente a lo musical. Aunque en Rock al Parque la gente no se disfraza por lo general, ni existen demasiadas actividades paralelas a las presentaciones, parchar con los amigos, pogear como si no existiera un mañana y hasta enchularse para soportar una jornada extensa hacen parte de su esencia.
El segundo día en Rock al Parque no es ajeno a esta premisa, por eso nuestros fotógrafos además de las tarimas se fueron por todos los rincones del Simón Bolívar para capturar esos momentos.