Talula hace la hula desde Hawaii, el nombre que llenó el vaso.

Quizás una de las tareas más difíciles para un padre o madre, es nombrar a su propio hijo, ya que escoger la forma en que será llamado por el resto de sus días implica una responsabilidad familiar y social que si es tomada a la ligera puede llegar a convertirse en una completa pesadilla.

En nuestro país es muy común ver nombres compuestos por una sabrosa mezcla entre lo típico y lo extranjero, como en un restaurante en donde sirven corrientazo con acento francés, italiano o gringo. “Para hoy, le tenemos un delicioso Filet Mignon acompañado por tajaditas con hogao”.

Nombres como Lady, Harley, Kelly, Wilson, Karen, Richard, Dorothe, Wiston, Erik, Kevin, Maicol, Jhonny, Antony, Marilin, Yonson , Douglas, Hailin y el actual Barack Obama Sandoval son apenas unos pocos representantes del evidente ingreso norteamericano, en cuanto a nombres se refiere, a nuestro país en una vasta y tupida guía telefónica nacional, que más parece un libro de historia mundial con línea directa a todos sus próceres.

En algunos casos los artistas, poetas, cantantes o uno que otro actor de telenovela mexicana con quince minutos de fama cada ocho días, se convirtieron en la principal fuente de consulta de muchas madres setenteras y ochenteras con peinado Alf y hombreras, que lloraban al ritmo de una desconocida letra en la que había un hotel en california –Tarareada en su mayor parte ya que muchas no se sabían la letra pues la canción era grabada de otro cassette y en esa época no existía Google– o una historia de amor en hacienda, en la que la niña pobre se enamoraba del heredero rico y un cura de color es el único que sabía la verdad: son hermanos de sangre.

De allí provienen nombres como Angie, Penélope, Mary Luz, Luis Fernando, Rosario, Carlos Julián,  Francisco José, Yolanda, Jurissa, Marimar y Antonio Javier, el típico mejicanote de bigotes largos, botas texanas, camisa abierta con pelo en pecho, pantalón ajustado y botella de tequila en mano, sobre un costoso caballo negro seguido por un mariachi de treinta y cinco integrantes para su chamaquita.

En ocasiones la situación no es tan divertida, o por lo menos no para quienes lo portan. Algunos padres bautizan y nombran a sus hijos con calificativos que fácilmente pueden tomarse como una venganza a la difícil situación  o un chiste de mal gusto. Madeinusa, Idiota, Lastenia Rojas,  Blanca Manecita,  Walt Disney, Usnavy y Talula hace la hula desde Hawaii son unos de los que causarían traumas de niñez en cualquiera.

Precisamente Talula hace la hula desde Hawaii, es el nombre por el cual un juez de Nueva Zelanda impuso una tutela a los padres de la chiquilla de nueve años que se presentaba como K, al haber puesto en ridículo y creado una brecha social entre su hija y el resto de sus compañeros.

"Esta corte está profundamente afectada por el pobre juicio que han mostrado los padres de la niña eligiendo este nombre. Ridiculiza a su hija y,  poniéndola en una situación de exclusión social, la desventaja innecesariamente", asegura el juez.

En ese país, Algunos nombres como Stallion (Semental), Yeah Detroit, Fish and Chips (Pescado y Patatas), o Sex Fruit han sido prohibidos después de que padres intentaran ponérselos a sus hijos, sin embargo, se han permitido Violencia, Number 16 Bus Shelter (Parada del Autobus 16) o Benson y Hedges (una marca de cigarrillos) para unos gemelos.

Afortunadamente para Talula la historia de su risible nombre quedó atrás y ahora lleva una vida normal con el nuevo que ella misma eligió y que no ha sido divulgado a la luz  pública para proteger su privacidad.

Colombianadas

Los siguientes son unos de los nombres más raros que se pueden encontrar con tan solo abrir las páginas de la guía telefónica de Bogotá:

Teodolinda, Abdón, Melquisedec, Adorcinda, Apuleyo, Nowelly, Urbeney, Anabetulia, Treneo, Deotima, Eliever, Arsenio, Expédito, Yesinit, Rember, Exehomo, Desposorio, Didacio, Deogracias, Esnoraldo, Audolina, Nubiola, Anyudi, Melecio y Octaviano.

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