El Pingüino, serie del villano de Batman, se estrena en Max este 19 de septiembre. Esta historia nos lleva al universo que el director Matt Reeves llevó a la gran pantalla en 2022 con The Batman. Allí conocimos al Oswald Cobb de Colin Farrell, que es a quien veremos en este spin-off.Mientras Marvel lleva varios años haciendo series y spin-off de sus personajes, DC ha hecho algunas cuantas, como Peacemaker (secuela - spin off de Suicide Squad), y todas han estado en sus universos independientes. Pero esto estaría a punto de cambiar con el relanzamiento de James Gunn y Peter Safran de los DC Studios, así que es probable que veamos más de éste y otros personajes de la icónica casa editorial.¿De qué trata la serie de El Pingüino?La serie arranca justo después de los eventos de la película: Ciudad Gótica se ha visto afectada por una serie de bombardeos que causaron daños y pérdidas de vidas. La muerte del líder criminal Carmine Falcone deja un vacío que Oswald quiere aprovechar.Si Cobb logra enfrentarse con éxito a las dos familias criminales rivales de la ciudad, podría alcanzar una posición clave. Su obsesión con el poder va a resultar determinante en la serie. ¿Vale la pena ver la serie de El Pinguino?The Batman más que una película convencional de superhéroes mostró un thriller criminal. Aquí ocurre algo similar: no se siente como nada dentro de un universo de super héroes, sino un drama mafioso clásico. Como lo hemos visto en varias producciones alrededor de Batman, la corrupción e impunidad de Ciudad Gótica, y el cinismo de las autoridades, son elementos clave para el desarrollo de la historia y los personajes. Así como en The Batman, Colin Farrell luce irreconocible y su actuación es impecable. El nominado al Óscar nos muestra algo distinto a lo que hemos visto anteriormente de este personaje y explora su complejidad y crueldad.Si hablamos de actuaciones, no podemos dejar por fuera la de Cristin Milioti (sí, la mamá en How I Met Your Mother), quien interpreta a Sofia Falcone, una mujer en la mafia y presunta asesina en serie que nos deja boquiabiertos con su interpretación.Las escenas de ambos son algunas de las mejores de la serie. Su capacidad para comprenderse a un nivel tan íntimo los hace vulnerables a la destrucción mutua. ¿El pinguino es Tony Soprano?Desde que Farrell hizo su aparición de The Batman, hubo comparaciones con Tony Soprano, y ahora que hay mucho más para ver de este personaje inmerso en una lucha de poder de líderes criminales, la similitud con The Sopranos es evidente. Así como The Sopranos explora la lucha por el dominio, El Pingüino profundiza en los motivos detrás del deseo de poder y sus consecuencias. La fijación de Oswald por el poder termina siendo incontrolable. Aunque la idea de un jefe de la mafia con una relación compleja con su mamá no nos suene tan novedosa, Oswald tiene un viaje distinto al de Tony y la crudeza de esta nueva serie la distancia del drama de finales de los 90, pues aquí Oswald busca ganarse el respeto que cree que merece. Por supuesto, los 8 episodios de El pingüino jamás llegan a explorar toda la complejidad que vimos de Tony a lo largo de 6 temporadas. Pero es un buen intento: Cobb podría parecer un mafioso común, pero a medida que la trama avanza, se sale del arquetipo y descubrimos sus profundas motivaciones y resentimientos.El Pingüino de Colin Farrell es una visión más compleja y realista de un personaje que hemos visto durante décadas. Tal vez, como dice Collider, veamos una segunda temporada en la que Oswald, al igual que Tony Soprano, va a terapia. Seguro encontrará muchas respuestas.
¿Los han llamado a cualquier hora del día e insistentemente para ofrecerles algún tipo de producto, servicio o crédito? ¿Reciben mensajes de texto diciendo que su cuenta bancaria ha sido suspendida o que su servicio de Netflix se encuentra cancelado y que deben volver a ingresar los datos bancarios?¡A todos nos pasa! Y esta serie cuenta lo que está detrás de ese martirio al que nos someten.¿De qué se trata Telemarketers?Una sinopsis rápida de Telemarketers: la estafa detrás de la llamada (2023), la serie documental de tres partes de HBO (disponible en Max), diría que es “un documental de investigación sobre cómo dos empleados del Civic Development Group (CDG), una compañía de telemarketing con sede en el centro de New Jersey, descubren una de las mayores estafas de la historia del telemercadeo en una supuesta recaudación de fondos en nombre de acciones caritativas”.También se puede decir que el documental rastrea el origen y la evolución de las estafas perpetradas por estos medios, pasando de las llamadas hechas por personas,con líneas de guiones quirúrgicamente elaborados, hasta la aplicación de Inteligencia Artificial en usos distópicos y escalofriantes.Otra forma de entender esta pieza audiovisual, dirigida por uno de los exempleados del CDG y el documentalista Adam Bhala Lough, y cuyas imágenes inestables recuerdan las grabaciones familiares íntimas, es que la posibilidad de acumulación de riqueza del capitalismo se puede desarrollar incluso en un escenario que parece apocalíptico: un centro de llamadas donde los empleados son en su gran mayoría exconvictos, drogadictos, alcohólicos.La historia comienza en el 2001 cuando Sam Lipman-Stern, un adolescente que después de abandonar la escuela, a falta de opciones que agarrar, consigue un puesto de trabajo en la empresa de telemarketing del CDG.Allí, y luego de que un amigo le regalara una cámara de vídeo, Sam, que apenas tenía 16 años, decide inocentemente documentar todo lo que pasaba en su lugar de trabajo; quizá como una forma de romper ese loop de comportamiento que hace que todo lo que se vive en los call centers del siglo XXI sea demasiado repetitivo.Por supuesto, uno de los requerimientos —no declarados— para trabajar como telemarketer en el CDG (como en todos los call centers del mundo) consistía en adoptar un cuasiautomatismo, una rendición de la subjetividad para focalizar la energía en la repetición de frases que simulan cualquier cosa que se parezca a una conversación para hacer que los interlocutores de los telemarketers aceptaran sonriendo donar una cantidad determinada de dinero a cambio de calcomanías.No obstante, en este espacio de trabajo, muchas veces los condicionamientos quedaban suspendidos debido al tipo de personas que trabajaban allí: “exconvictos”, alcohólicos, drogadictos, adolescentes sin posibilidad de ingresar a la educación superior y todo tipo de personas consideradas por los estándares corporativos no aptas para el trabajo “normal”.Sam, junto con otros compañeros de trabajo como Patrick J. Pespas, un adicto a la heroína, y quien posteriormente se convertiría en el mejor amigo y socio de Sam en la epopeya de develar el entramado de corrupción en su lugar de trabajo, pasan sus días laborales realizando fiestas, competiciones absurdas, tatuajes improvisados y cualquier tipo de estupidez que les permitiera liberarse de la insoportable monotonía (tal vez por eso muchos call centers en la actualidad utilizan tácticas de reclutamiento prometiendo paraísos divertidos con entornos laborales cool pero nunca hablando de mejorar los salarios y las condiciones laborales de sus autómatas).Esto se le ve y se le escucha decir a Pespas durante una llamada a un cliente mientras sus compañeros realizan a su alrededor una serie de bromas.Para los gerentes, directores y cabezas del lugar ninguna de las conductas y comportamientos que Sam registraba abiertamente con su cámara en el lugar de trabajo tenían importancia. No había, en términos generales, normas o patrones de comportamiento.Lo único que se le exigía a cada uno de los trabajadores era que cumplieran con las cuotas de recaudo al final del día. “Era un lugar divertido para estar”, recuerda un ex gerente de la oficina de CDG. “Era como si fueras a un gran picnic todos los putos días” (esto es un factor común en el posfordismo: la construcción de entornos laborales flexibles, cuyos espacios son producidos para simular parques de diversiones donde lo que importa es la productividad de los empleados, no tanto lo que hacen y lo que consumen para hacerlo).La lección del documental TelemarketersLa escena clave del documental sucede cuando Sam y Pespas están en un auto en lo que pareciera ser un parqueadero de un centro comercial.Ambos hablan sobre el trabajo y, justo ahí, Pat Pespas, el más implacable y el mejor trabajador del CDG, “la leyenda del telemarketing”, dice: “lo que hacemos es llamar a la gente y les quitamos el dinero”.En ese momento ocurre un despertar. Sobre todo para Sam, cuya inocencia juvenil la necesidad de dinero lo llevan a vivir una fantasía incapaz de ver el entramado siniestro que existe detrás de cada llamada hecha para pedir donaciones en nombre de otras instituciones. Por otro lado, Pespas, el más veterano, intuía desde hace tiempo lo que sucedía. Sin embargo, no podía reaccionar producto de una parálisis causada tanto por el temor a perder el ingreso que daba sustento a su hogar, como al distanciamiento de la realidad generado por el consumo prolongado de alcohol y heroína.Ambas situaciones mantenían la barrera invisible que le impedía pensar y actuar más allá de lo que el sistema le planteó: ¿quién más va a contratar a un pobre yonqui sin educación?Los dos amigos emprenden un viaje para develar los oscuros secretos detrás de la supuesta caridad y descubrir quiénes eran los beneficiarios reales de estos millonarios recaudos y a dónde iban a parar las increíbles sumas de dinero recolectadas mediante esas juguetonas llamadas.Así, Sam y Pespas, “idean un plan para derribar a su empleador desde adentro de la compañía” (inside job) y comienzan a registrar no solo las jornadas laborales, sino también las interacciones con colegas y líderes de la oficina para encontrar pistas que les permitan determinar cómo funciona el área gris legal de la recaudación de fondos del centro de llamadas.Esos videos que muestran un lugar de trabajo anárquico se convirtieron en el material que daría vida a Telemarketers.Veinte años después, y luego de abandonar tanto su trabajo como el objetivo de exponer el funcionamiento de la industria, Sam y Pespas se reúnen nuevamente para retomar la investigación y deciden ir tras los rastros de sus excompañeros, pero esta vez van un poco más allá: hablando con periodistas, investigadores y políticos que tienen el mismo objetivo que ellos.Las revelaciones son escandalosas. Más allá de todas las mentiras, el mal comportamiento y la manipulación despiadada del modelo de recaudación de fondos supuestamente sin fines de lucro, donde el CDG se quedaba con el 90% del dinero recaudado, la serie documental nos abre la ventana para pensar cómo un modelo de negocio se alimenta, por un lado, de la “bondad” de los donantes, y por otro, de la falta de esperanza de una gran porción de la sociedad que solo tiene como única opción laboral posible los centros de llamadas.En un sistema social que reduce las oportunidades dignas para las personas que viven en los márgenes de la precariedad (si vivir en el corazón de la precariedad ya es complicado, imaginen entonces lo que sería vivir en su margen, la frontera, aceptando lo que queda, sus residuos).Telemarketers es la evidencia de que existe más bien en un lugar tan siniestro y demoníaco como el call center donde trabajaban Sam y Pespas, un espacio repleto de “seres vulgares”, que en espacios laborales donde se supone que las personas que trabajan allí están para hacer el bien y servir a la comunidad (¿La policía? ¿El senado? ¿Las ONG 's? ¿La empresa privada?).Para muchos la visión del mal se encuentra siempre afuera de “nosotros”, en el “otro”. Pero la malévola ominosidad, el verdadero diablo, está más cerca de lo que se piensa: siendo impecablemente amable, cuidadosamente bien vestido, empalagosamente agradable y mojigatamente religioso (como uno de los hermanos dueños del CDG, que estaba en una horrible banda de rock cristiano o su hermano, quien se movía en la alta sociedad de la mano de políticos y empresarios).Como diría Patrick J. Pespas (extrabajor del CDG, “drogadicto”, “alcohólico” y, a los ojos de muchos, un yonqui perezoso) de manera irónica: “pensé que el disfuncional era yo, pero ahora me doy cuenta que no”.***
Murió Juan Brujo, el vocalista del grupo Brujería. La banda dio a conocer el fallecimiento en sus redes sociales. El músico fue víctima de un ataque al corazón la madrugada del pasado lunes 16 de septiembre. Tenía 61 años. "Ha partido hacia el Panteón, el mero mero, el más chingón, ¡Juan Brujo! Y ahora, ¿Quién nos va a ayudar?", decía la publicación. "Es con profundo dolor que debemos anunciar la partida de nuestro líder Juan Brujo en el día de hoy. Juan sufrió un ataque al corazón en la madrugada de este lunes, después de un día libre de la actual gira Mexorcista en Saint Clairsville, Ohio. Rápidamente fue llevado al hospital más cercano en Wheeling, West Virginia por los servicios de emergencia, pero, a pesar de los grandes esfuerzos del equipo médico, falleció esta mañana. Su familia, amigos y compañeros de banda están devastados y desean llevar su luto en privado, agradeciendo el cariño y apoyo de los fans. El Brujo ha muerto, ¡que viva el Brujo!"Alrededor de Juan Brujo se cuentan muchísimas leyendas urbanas que él mismo fomenta, de acuerdo con La Izquierda Diario. Una de ellas sería sobre una visita que realizó a su casa el FBI debido al asesinato simbólico de Trump que Brujería llevó a cabo en una presentación cuando el político republicano aún era presidente.Sobre ello, Brujo mencionó en una entrevista que, discutiendo con los Federales gringos en esa ocasión; él les preguntó si Trump había escuchado sus canciones y visto el video del show, a lo que los oficiales respondieron que sí: “Qué bueno que las escuchó ─Trump- para que aprenda que hay odio contra el hijo de puta”.¿Quiénes son Brujería?Brujería se formó en Los Ángeles en 1989. Sus miembros han pertenecido a otras bandas como Faith No More, Fear Factory, Napalm Death, Sadistic Intent, Nile, Acheron, Dimmu Borgir, Carcass, Witchery, The Haunted, Cradle of Filth y At the Gates, y han sido parte de Brujería como un proyecto alterno a sus bandas originales. Fue polémica la portada de su primer disco, Matando Güeros (1993), en la que se veía una cabeza medio quemada y una mano sosteniéndola del pelo. La imagen de esta cabeza se convertiría en un emblema de la banda, transfigurándola en su mascota conocida como Coco Loco, al estilo de Eddie, de Iron Maiden. El concepto principal de la banda fue inspirado por una historia que horrorizó a México y al mundo el 11 de abril de 1989 en el Rancho Santa Elena, en Matamoros, donde narcotraficantes realizaban ritos relacionados con la religión Palo Mayombe para que su actividad ilícita pasara inadvertida por las autoridades, con sacrificios humanos en ritos y misas negras,de acuerdo con Milenio.
We Live in Time es la más reciente película de A24. Protagonizada por Florence Pugh y Andrew Garfield, la película está programada para estrenarse en Colombia el 7 de noviembre del 2024. Desde que se estrenó el trailer de esta historia, el 10 de julio, esta historia ha dado mucho de qué hablar. No solo porque se viralizó una de las fotos de la película en la que sale un caballo muy gracioso (seguramente ya lo han visto), sino porque es un drama romántico que promete dejar a toda la audiencia en lágrimas. We Live in Time, dirigida por John Crowley (Brooklyn) y escrita por Nick Payne (Wanderlust), se estrenó en el Festival de Cine Internacional de Toronto el 6 de septiembre del 2024. En una entrevista con British Vogue, Pugh dijo: "Ver esta película me hace querer ser activo en mis decisiones y realmente vivir (...) Estuve pasando por muchas cosas raras con las relaciones el año pasado y creo que parte de esta historia es no ser pasivo, no dejar que las cosas te invadan". Trailer oficial de 'We Live in Time'¿De qué trata 'We Live in Time'?Almut (Pugh) y Tobias (Garfield) se conocen de la manera más inesperada de todas. Empiezan una relación, se enamoran y construyen una familia. En algún momento de sus vidas, ambos se enteran de una muy mala noticia que empieza a jugar en contra a la estabilidad como pareja y familiar que han creado. "Mientras se embarcan en un camino desafiado por los límites del tiempo, aprenden a apreciar cada momento del camino poco convencional que ha tomado su historia de amor", se lee en la sinopsis oficial de A24. La película se estrenará para todo público en Estados Unidos el 11 de octubre de este año. Sin embargo, con las primeras votaciones, We Live in Time tiene una calificación de IMDb de 7,8 y en Rotten Tomatoes un 85%. ***Les recomendamos leer: We Live In Time: ¿De dónde nació el meme del caballo en la película?
Durante el proceso del juicio de Sean "Diddy" Combs por conspiración para extorsionar, tráfico sexual por fuerza, fraude o coerción y transporte para ejercer la prostitución, se dio a conocer la noticia de que una docuserie sobre el rapero está en proceso. Detrás del proyecto está el canal de Warner Bros., Investigation Discovery, y la productora de Quiet on Set, Maxine Productions. La docuserie, que todavía no tiene nombre, explorará “las acusaciones de comportamiento violento y actividad ilegal que han perseguido al magnate de la música", asegura el comunicado de prensa. "A medida que surgen relatos de agresión sexual, comportamientos abusivos y otras afirmaciones inquietantes, el documental rastrea la historia de este autoproclamado chico malo, desentrañando acusaciones de un patrón de depravación”, agrega. El proyecto incluirá entrevistas con las presuntas víctimas, informes a profundidad de la revista Rolling Stone y material de archivo. ¿En qué va el juicio de Sean "Diddy" Combs? Después de que fuera detenido por las autoridades, Sean "Diddy" Combs se presentó a su audiencia el 17 de septiembre del 2024. El rapero, que tiene varias denuncias a nombre de diferentes mujeres, se declaró "no culpable" frente a estas acusaciones. Aunque el abogado de Diddy pidió que el artista pudiera salir bajo fianza durante el proceso del juicio, tanto los fiscales como la jueza a cargo estuvieron de acuerdo en que Sean Combs siguiera detenido. Sin embargo, la mañana siguiente al juicio, el rapero apeló la decisión de la jueza. En el documento se asegura que Diddy "no representa un riesgo de fuga ni de peligro para nadie en la comunidad". Además, se compromete a una larga lista de cosas: restringir las visitas de mujeres en su residencia, someterse a pruebas semanales, entregar su pasaporte, no salir de viaje y pagar una suma de $50 millones de dólares por la fianza. Debido a esto, hay una audiencia de apelación el 18 de septiembre en horas de la tarde. ***Les recomendamos leer: Sean "Diddy" Combs: ¿cuáles son los tres delitos por los que fue acusado el rapero?